Esposa sustituta

• Almas gemelas •

La puerta se abrió revelando a la pareja que reía, cosa que no pudo ser más extraña para Tom, pero, sin duda alguna, estaba disfrutando ese momento de descanso que verdaderamente necesitaba.

—¡Emy! — exclamó caminando en su dirección para estrecharla en un cálido abrazo —me alegra que este troll gruñón por fin te sacara de esa cueva — dijo de manera animada mientras le mostraba la lengua a su amigo. —¿Cómo te sientes? Perdóname por no haberte visitado después de saber que caíste por las escaleras.

—Descuida, no es nada. Además, has estado pendiente de mí a través de mensajes, así que no hay necesidad de disculparse.

—Al parecer ustedes dos se han vuelto muy cercanos — comentó Maxwell elevando una de sus cejas.

—Eso se debe a que somos almas gemelas, ¿No es así, Emy? — La más joven afirmó con su cabeza. 

Ambos se habían hecho grandes amigos en tan poco tiempo; además de eso, tenían una visión del mundo bastante similar, podrían quedarse sentados hablando acerca de su percepción de la vida y no se aburrirían, además de que, hicieron clic de inmediato.

—Es la primera vez que escucho ese término, pero suena muy cursi — intervino Maxwell. —Debemos ir a la sala de reuniones — comentó el hombre indicándole a Tom que le entregara una carpeta de archivos, además del pendrive que emplearía en esta.

Por un momento, pensó que sería una buena manera de que Emily se presentara como su esposa, bueno, si eso no la incomodaba, Maxwell no sabía en qué momento el ataque de introversión aparecería en Emily, por lo que, para hacer que ella se sintiera tranquila, no la lanzaría de lleno a la multitud de empleados.

—No te preocupes por mí, te dije que me portaré bien — susurró Emily en el instante que se estuvieron frente a la puerta.

—No estoy pensando en eso — soltó una pequeña risita —confío en tu palabra.

—Deberían tomar sus manos, por lo menos actuar como esposos recién casados — susurró Tom antes de abrir la puerta.

Él estaba dispuesto a ganar su apuesta y haría lo que fuera necesario para ganar mil euros, esto era, hacer que Emily y Maxwell se enamoraran.

—¿Crees que sea realmente necesario? — preguntó el hombre de traje no tan convencido. —Igual voy a una reunión de negocios, no considero que sea apropiado.

El joven de melena dorada no deseaba hacer que Emily se sintiera incómoda, además, sería realmente extraño tomar su mano, cuando ella necesita ambas libres para manejar sus muletas con completa libertad.

—Solo entremos, o se hará tarde… y todo será culpa de Tom — bromeó Emily dando un golpecito en el hombro de su amigo.

—Si llegas a sentirte incómoda o cansada, puedes simplemente salir a tomar aire ¿Está bien? — recomendó Maxwell.

Tom por su parte estaba tratando de contener su sonrisa, sentía que el aroma de los mil euros estaba inundando el ambiente, no había mejor aroma que el dinero.

•          •          •

Las miradas de los empleados se centraron en Emily, era un rostro diferente al acostumbrado en la empresa, ella se veía bastante amable y atenta; a pesar de eso, había un par de los empleados que la habían visto salir de la agencia de Jeremy, y que, sin duda alguna lo utilizarían en perjuicio de su jefe.

Muchos de los trabajadores describían a Maxwell como un director centrado y atento a las necesidades de sus empleados; esto último era debido a la empatía de Tom, el cual estaba pendiente de que no hubiera descontentos en la empresa. 

Por otro lado, un pequeño grupo de trabajadores que eran encabezados en su mayoría por primos lejanos de Maxwell, buscaban la manera de poder apoderarse de la compañía, o por lo menos, de muchos de sus bienes.

Esa era la razón por la que habían decidido centrarse en los departamentos de ventas; de esa forma podrían sustraer de las ganancias de J&C para usarlas en su propio beneficio.

La reunión comenzó sin ningún tipo de espera, la mayoría de los presentes se extrañaban por el hecho de que Emily se mantuviera en silencio y no hubiera sido presentada de la manera acostumbrada a los nuevos empleados.

Esto se debía a que ella no era una empleada más de la compañía y que la bienvenida que se le haría, estaba más orientada a una bienvenida al grupo familiar de J&C.

Entre más lo pensaba Maxwell, lo mejor era hacerlo con una fiesta por las nubes, pero eso sí, a su debido tiempo, como toda una señora Jones. 

Maxwell estaba atento a los informes del equipo, a medida que avanzaba la explicación, Emily era tomada presa por el sueño, sus ojos se cerraban con lentitud y su cabeza terminó apoyándose en el hombro de su compañero. 

«Quizá ya no hay necesidad de presentarla como mi esposa, ya se delató sola»

Pensó el joven heredero al notar como la atención se estaba posando sobre ellos.

Luego de pocos minutos, los ojos de la chica se abrieron y se encontró leyendo los archivos que Maxwell tenía entre sus manos, se dedicó a observar con mayor detenimiento el esquema de una baya publicitaria que sería puesta en Francia.

—Yo quitaría la sigla «CUE» para algún tipo de publicidad en ese país — susurró Emily intentando contener la risa.




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