Esposa sustituta

• ¿Un problema con él? •

Erick había utilizado la debilidad de Tom en su contra, después de que notara que la llamada se cortó de repente, se dedicó a continuar con su trabajo.

No sabía por qué había hablado de más y el cuerpo de la joven se había tensado al escuchar el apellido Weber. 

No importaba qué la hubiera llevado a hacer eso, no tenía ninguna idea de los motivos de su reacción y el único que podría explicarle pacientemente era su amigo Tom.

A quién, al parecer, le importaba mucho más la sesión fotográfica que ayudar a su amigo en crisis.

—¿Tiene una página oficial? — se preguntó comenzando a buscarlo en la red social.

Casi de inmediato saltó a su vista las numerosas publicaciones de la sesión fotográfica. —Oh, parecen una pareja real. Tendré que considerar a Emily para algún casting, ha de ser una maravillosa actriz si se lo propone.

Erick comenzó a llenar de corazones la página de su amigo, por lo menos, Tom había hecho un gran trabajo y no se negaría, de esta manera, a ayudarlo.

No había terminado de verlas, cuando la puerta de su oficina se abrió de par en par, revelando a un exhausto Tom, el cual corrió con la mayor velocidad posible.

—¡¿A qué mujer espantaste?! — exclamó mientras se dejaba caer en medio de la oficina de su amigo.

—Al parecer a mi querido amigo, le agrada el chisme — susurró extendiendo una botella de agua en su dirección.

—Me gustan mucho estas — confesó Emily señalando a las fotografías tomadas en el auto y otras bajo una imitación de árbol de cerezo.

—Sí, se ven bastante bien, tienes buen gusto — afirmó Maxwell mientras secaba su cabellera. —Mis favoritas son las que se tomaron cuando me estabas regando como una planta.

—Oh, ¡Esas también son geniales! Deberíamos seleccionar todas — bromeó Emily al final. 

Eso significaba que había que pagar una cantidad mayor de dinero, por lo que bromeó; sin embargo, había olvidado que el hombre de traje, no sabía distinguir cuando decía algo de ese estilo.

—Está bien, las llevaremos todas. La más grande la llevarás y la pondrás en tu lugar de trabajo.

A Emily no le quedó más opción que acceder, al final de cuentas, ella había sido la de la idea; debía reconocer, por otro lado, que todas habían sido sus fotografías favoritas, le hubiera gustado tener la oportunidad de hacerse una sesión junto a su madre.

Lentamente, el sentimiento de lejanía la estaba afectando. 

¿Debería tomar uno de sus viajes mensuales antes de que se cumpla una semana lejos de ella?

—Vamos, te llevaré a casa. Estaré de regreso para la cena, vemos si cocinas tan bien como la suegra — bromeó el hombre de traje con una radiante sonrisa al subir al vehículo. 

Él también se encontraba satisfecho por el resultado de las fotografías, además de que, Emily se llevaría la mejor a su sitio de trabajo, estaría a la vista de Jeremy y, esto, lo mantendría alejado de ella.

 —Por cierto, ¿A dónde se habrá metido ese tarado? Quiero decir, dónde estará Tomy — aclaró Maxwell en el momento en el que la helada mirada de Emily se posó sobre él. 

—Tomy, dejó una nota de voz:

«Señor y señora Jones, perdón por desaparecer de esa manera, pero Erick se metió en un lío. ¡Debo ir a rescatarlo!».

—¿En qué clase de lío se puede meter Erick? Él siempre mantiene trabajando ¿Hay algún problema con él? — cuestionó Emily buscando una respuesta en el rostro de su compañero.

—Mujeres — respondió.

—¿Mujeres? — repitió la chica con duda.

—Erick es el hombre más frío y distante que puedes llegar a conocer.

—No me parece, es como si fuera un pequeño pastelito japonés.

—Esa es la comparación más extraña que jamás haya llegado a escuchar. Me refiero a que el mayor problema de Erick es que no sabe comunicarse con las personas del sexo opuesto, y… dado que esto ha pasado antes, puedo decir que arruinó un contrato que debía firmar una mujer.

—Oh, eso suena totalmente a Erick… solo preocuparse por un contrato y hacer un alboroto por ello. ¿No tiene más amigos, ¿verdad?

—¿Qué tiene que ver el que tenga o no tenga amigos con esta situación?

—Que los que tienen mayor facilidad para relacionarse con otras personas, como Tom o incluso yo… somos más probables de convencer a las personas para que firmen un contrato… es algo sencillo — respondió Emily con naturalidad.

—Firmar un contrato no es como lo imaginas, hay demasiadas condiciones que hay que tener en cuenta, para que no perjudique a la compañía y sean lo suficientemente atractivos para la persona que firmará.

—Si lo dices de esa manera, igual necesitas tener una gran habilidad de persuasión — rechistó la joven.

—Te llevaré a una firma, cuando tenga la oportunidad y tú serás la encargada de lograrlo — expuso Maxwell despeinando a su compañera.




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