—¿Qué ves? Solo hay un refrigerador lleno, es normal que lo esté en una casa — cuestionó con suma obviedad.
—Pero no en esta casa… todo esto debería estar lleno de botellas de agua, no de comida… ¿Sabes lo que esto significa? — su amigo negó con un sonido gutural. —Que Max está siendo Emilynizado.
—Esa palabra no existe en el diccionario — masculló Erick.
—Quiero decir que Emy está haciendo que nuestro amigo sea más humano.
—¿Y antes era un extraterrestre? Es normal que en la casa de una persona haya comida, bueno, Maxwell no pasaba tiempo en casa, por lo que es normal que no tuviera nada comprado; pero ya no es él solo. Además, dado que la madre de Emily tiene su propio restaurante, algo me dice que Emily disfruta cocinar para sentir a su madre un poco más cerca — manifestó Erick con naturalidad.
—Y ahora tú estás pensando de una manera empática… todo esto me está asustando.
La puerta principal se abrió revelando la pequeña figura de Emily quien estaba con sus muletas, al parecer se había entrenado lo suficiente y se llegó a acostumbrar, en una de sus manos llevaba una bolsa llena de pan.
—Oh, Tomy, Erick están aquí — saludó con amabilidad. —Maxwell regresó al trabajo — informó suponiendo que venían a verlo a él.
—Esta vez, este señor jefe de otra persona vino a verte específicamente a ti — aclaró Tom con una sonrisa.
—¿Y ahora qué hice?
—Más bien, qué hice yo — confesó Erick con serenidad.
—Oh, vaya, es un alivio. Siéntense por favor, les traeré algo de beber, ¿qué desean?
—Quiero un poco de café, por favor. Se siente extraño ser atendido en casa de Maxwell, jamás pensamos que algo así podría llegar a suceder — confesó Tom con una sonrisa.
—Bueno, no soy un fanático del café, pero lo tomaré, esta vez, gracias. A mí no se me hace tan raro, debido a la persona que vive aquí — susurró como si estuviera reflexionando en algo. —Si las cosas se hubieran dado como Maxwell quería y él se hubiera casado con Elisa… No creo que yo estuviera aquí en este momento.
—Yo a ella no la soporto.
—A mí me gustaría conocerla. Digo, no considero que sea tan molesta como para irritarme — masculló Emily —además tengo curiosidad acerca de los gustos de Maxwell — dijo mientras se dedicaba a servir el café.
—Ella es una pésima chica — sentenció Tom.
—Y no es muy fácil que él opine de esa manera, respecto a una dama — aclaró Erick lanzando un suspiro.
—No importó cuántas veces le advertimos a Maxwell respecto a ella, nunca nos prestó la suficiente atención. Es como si hubiera estado cegado por el amor — se quejó Tom con un sutil tono de cólera entremezclado con lástima.
—Yo no debo juzgar a una persona sin conocerla, eso iría en contra de mis principios; pero lo entré en cuenta si en algún momento llego a encontrarme con ella.
—Mejor que ni le hables — sugirió Tom.
—Creo que ese asunto ya es personal — se burló Emily con una sutil mueca de sonrisa. —Mejor, díganme, ¿qué es lo que los trae por aquí, caballeros? Hasta dónde supe, tú — señaló a Erick —espantaste a una dama… ¿Qué hiciste? — frunció el ceño mientras contenía su risa.
—No todos tenemos las mismas habilidades comunicativas que ustedes, par de Ortalis Roficaudas.
—¿Qué dijo? — susurró Emily a oídos de Tom.
—Supongo que nos insultó con clase — balbuceó de la misma manera.
—Voy a tomar nota del insulto, para poder buscarlo, más tarde — dijo la joven. —Aunque, vayamos realmente a lo importante.
Luego de que se le dijera a Emily lo que sucedió en el parque, ella estuvo de acuerdo con el análisis de Tom; sin embargo, ¿Cómo podría acercarse a una persona desconocida sin que las cosas se vieran forzadas?
Ella se vería obligada a tener que pensar en una posible manera, entretanto el día viernes llegaba, ese era el día en el que, según se le había informado a Erick, Maya salía a tomar un poco de aire.
—Esto sabe muy bien — masculló Erick refiriéndose al café —si me ayudas, debes estar segura de que te lo compensaré — afirmó el hombre de tez morena al sentir cómo la esperanza regresaba a él.
Hasta ese momento, él se había resuelto a mantener la distancia con las «féminas», de esa forma, estaría en un lugar seguro sin correr el riesgo de espantarlas una vez más.
—No es necesario, los amigos están para ayudarse — sonrió la joven de manera animada. —¿Cómo podría acercarme a una madre soltera? — masculló de manera pensativa.
—A través de su bebé — dijo Tom con seguridad.
—¿Cómo están seguros de que se trata de una madre soltera? — intervino Erick con una leve muestra de curiosidad.
—Dijiste que tenía un bebé entre brazos y que el niño estaba tranquilo. Además de que ella mantenía sus ojos sobre él de manera dulce y le tarareaba una canción — respondió Emily —Por esa misma razón estoy completamente segura de que se trata de su madre. También, no dijiste que llevara ninguna bolsa… por lo que, viviría bastante cerca o ella es la fuente de alimento del bebé.