Esposa sustituta

• Quiero que intercambien papeles •

—Cariño, escogiste a esta loca para que fingiera ser tu esposa — se burló Emily con un gesto de satisfacción. —No estoy pidiendo nada del otro mundo, solamente que ella no se entere de que tú eres mi esposo; bueno, que mi esposo no sea el presidente ejecutivo — masculló.

Ella pensaba en que si Maya se enteraba de que su esposo era el CEO y amigo del hombre que la espantó, entonces podría sospechar que todo fue una trampa para arrastrarla con Erick. 

Bien que lo era; sin embargo, Emily tenía el deseo sincero de ayudar.

Ver a Maya junto a su bebé, le hacía sentir que esas podrían haber sido su madre y ella luego de que su padre las abandonara. 

Su madre hubiese logrado vivir esa situación con un poco más de facilidad.

—¿Sabes qué es lo que estás pidiendo? ¡Este es el chisme de mayor precio que he llegado a escuchar! — se quejó llevando un muslo de pollo directo a su boca.

Estaba intentando evitar el tema, quizá, se les ocurrirá algo mejor.

—No seas exagerado, por favor. Solamente… ¡Eso es! Mi esposo puede ser el asistente del CEO y no necesariamente otro trabajador.

—Estás delirando, mejor come un poco de pollo.

—Le darás el trabajo ¿No es así? — cuestionó la menor con un poco de esperanza.

—Solo si dejas atrás el tema de que no se entere de que soy tu esposo.

La voz de Maxwell era similar al que empleaba a la hora de cerrar un negocio, justamente el mismo tono con el que le pidió «matrimonio» a Emily cerca de una semana atrás.

—Está bien, no te negaré como mi esposo falso — susurró con una sonrisa ladina. —Pero sí como el CEO de J&C.

—Emily… — la cabeza de Maxwell se inclinó un poco para adelante, sus ojos se cerraron levemente, estaba botando un poco de aire por su boca, quizá la chica no estaba entendiendo el mensaje.

—Está bien… — se quejó por lo bajo.

—¿Por qué insistes tanto en que no lo sepa? No hay nada que se pueda esconder para siempre.

—No es para siempre, es solo hasta que ella se entere de las verdaderas intenciones de Erick y que, ambos, tienen el mismo enemigo. Temo que, si se entera de su relación, vaya a escapar otra vez, fue muy clara al decir que no quería volver a verlo… solo debemos hacer que cambie de opinión.

—Una semana — soltó Maxwell de repente.

—¿Una semana? ¿Qué sucede con una semana?

—Tienes una semana para hacer que ellos logren aliarse, lograr que ellos se alíen de la manera que dices; pasados los siete días, todo regresará a su normalidad. ¿Estás de acuerdo?

—Siento que puede ser muy poco tiempo. No digo que me estoy rindiendo antes de comenzar, haré que Maya y Erick logren firmar contrato; incluso antes que eso. Estoy segura — respondió la joven con extremada satisfacción.

Ella no se daría por vencida, además de eso, contaba con un carácter lo suficientemente testarudo como para rendirse.

¿Qué sería lo peor que podría pasar?

—¿Cuál es tu plan? ¿Cómo quieres que la señora Maya no se entere de que soy tu esposo, si claramente toda la compañía lo sabe?

—Eso último… — balbuceó intentando encontrar la manera adecuada para encubrir la identidad de Maxwell.

¿De qué manera podría hacer que todos actuaran como si no fuera el CEO o, en un caso diferente, que no sepa que se trata de su esposo falso?

—¿Qué quieres ser? ¿Mi esposo falso o el CEO de J&C? Cuando lo sepa, podré trazar un plan de acuerdo a lo que haya — expuso con bastante seguridad.

Maxwell se detuvo a pensar un momento, claramente la idea que tenía Emily para que Maya firmara el contrato le parecía descabellado y un poco ofensivo al joven empresario.

¿Cuántas personas estando en el lugar de Emily no desearían poder hacer alarde de su esposo y su posición?

¿A ella le avergonzaba decir que son esposos, incluso si se trataba de un matrimonio contractual?

Como una pequeña venganza y con el ánimo resuelto de molestar a su esposa falsa, Maxwell eligió la primera opción presentada; de esta manera, podría regresarle un poco los momentos incómodos que se podrían presentar en la siguiente semana.

—¿Qué se supone que vas a hacer para poder convencer a TODA la compañía de actuar como si otra persona fuera el CEO y más aún, que yo mantener el control de esta? Es una idea bastante descabellada, querida.

—Querido, ¿No soportarías que otra persona fingiera ser mi esposo? — cuestionó la pelinegra con una sonrisa traviesa.

—No quiero arruinar la imagen que ya tenemos — respondió. —¿Tienes alguna solución?

—Está bien, la solución que ofrezco, es que, por una semana, tú y Tom intercambien papeles.

—¡Estás demente!

—¡Y tú eres un miedoso! — exclamó señalando a Maxwell con una pata de pollo.

El joven tomó un poco de aire, recordando que esto también afectaba a su amigo.

Además de que, si mantenía a Emily ocupada, tendría menos tiempo para tener encuentros con «Berremy» lo que le permitiría vivir más tranquilo.




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