Emily llevó su cabeza de un lado a otro, ¿por qué razón le interesaría que la casa hubiera sido elegida a causa de Elisa? Al final de cuentas, era extremadamente gigantesco.
Es más, para la joven se sentía vacía y estaba ocupando un espacio demasiado innecesario.
—Volveré al trabajo — sentenció reproduciendo una vez más su lista predilecta de instrumentales.
Por lo menos con ellos podría limitar un poco su percepción del mundo exterior y centrarse en sus deberes, en lograr transmitir verdadera emoción en sus traducciones, de esa manera los actores de doblaje, se sentirán inspirados a cumplir mejor con su papel.
Para la joven traductora, era realmente difícil concentrarse realmente en sus deberes; su mente viajaba de un lugar a otro sin tener la necesidad de mover un solo dedo.
Por lo cual, cuando menos pensaba, el reloj marcaba un par de horas después, en el que no logró traducir ni un párrafo.
Los ojos de la chica viajaban por la pantalla, trabajar desde casa realmente no era lo suyo. Según su manera de verlo, ella se encontraba realmente estancada, y si no hacía algo, no terminaría antes de que la fecha límite llegara.
Hasta el momento había llegado a una conclusión: debía emplear con ella la «recompensa por tarea terminada», de esa forma, podría focalizar su atención por breves periodos de tiempo; logrando obtener un resultado óptimo y aceptable para ella.
—¿Qué recompensa podré tener? — masculló ladeando su cabeza.
Sus ojos se abrieron un poco más, en el momento en el que una idea llegó a su mente: Había una cafetería a la que ella acostumbraba a ir luego de una gran y productiva jornada laboral.
Esto le daba mucho más ánimo para hacer sus traducciones, terminando en tiempo récord.
Quizá, el principal problema de Emily para su concentración, no era estar en casa; sino, la falta de una recompensa al terminar sus deberes.
Esta era una técnica que una de sus maestras en la secundaria empleaba con sus estudiantes.
De manera que su grupo asignado era el más productivo.
En ese instante, Emily recordó que ella no debería salir sola de casa, ¿Qué sucedería si se encontraba con ese psicópata?
No importaba lo gigantesca que era la curiosidad de Emily, la verdad era que no deseaba saber qué sucedería.
Tomando su celular, le marcó a la persona que definitivamente dejaría de lado su ocupada agenda de secretario y la acompañaría a la cafetería.
Antes de que respondiera, ella dio por terminada la llamada, sintiéndose culpable por poder llegar a interrumpir algo importante.
—Debería conseguir amigos más normales — masculló lanzando su celular lejos de ella.
•
•
•
Maya estaba terminando de prepararse para la entrevista, su corazón estaba realmente agitado y los nervios la invadieron.
¿Qué haría si a Ezra le provocaba comer en ese momento?
¿Con quién podría dejarlo?
La madre soltera había puesto un elegante corbatín en el suave traje de su pequeño niño.
Una pequeña sonrisa se posó en el rostro de esa persona en miniatura que continuaba durmiendo.
«Si llegas a necesitar alguna cosa, ¡cuenta conmigo!».
Esas fueron las palabras que Emily le dijo una vez; sin embargo, temía estar abusando de la amabilidad de esa joven.
•
•
•
—¿Qué acaba de suceder? — preguntó Maxwell frunciendo el ceño.
En ningún momento llegó a pensar que Jeremy irrumpía en su oficina, mucho menos para culparlo de algo.
Sabía que el interés que estaba mostrando por Emily no era nada normal; sin embargo, no sabía que llegaría tan pronto a intentar enfrentarlo.
—¿A qué se refería con que Emily perdió la oportunidad de su vida? — masculló el joven empresario una vez más.
Tom elevó sus cejas, estaba reflexionando acerca de qué manera responder, aun a él le parecía extraña la intervención de ese hombre.
Jeremy dijo que Emily podría viajar a los Alpes ¿No era así? El deseo de la joven era conocerlos, incluso, al compartir esa idea con Tom, se sorprendieron al conocer los similares que eran sus gustos.
—Él… dijo que ella se esforzó demasiado para conseguir un trabajo de traducción en los Alpes y que por culpa tuya ella lo rechazó — respondió el más joven de manera pensativa.
No deseaba decir algo diferente a lo que realmente ese hombre se había atrevido a decir.
En ningún momento Emily mencionó tener la intención de ir a trabajar a los Alpes, era tan extraño que el hombre de melena oscura se atreviera a decir algo al respecto.
Tom estaba seguro de que era una manera de sembrar discordia entre Emily y Maxwell; sin embargo, él no diría nada aún, se mantendría al margen y, de esa manera, nadie sospecharía en las alternativas que llegue a planear.