Esposa sustituta

• Todo está destruido •

Las miradas de Jeremy y su asistente personal, se elevaron, al encontrarse estas con la de la pareja, una gran sonrisa se posó en sus labios y sacudieron sus manos enérgicamente; era uno de los planes de Charlotte para descubrir qué era lo que había entre Emily y el joven empresario.

—Oh, vaya — masculló Emily esbozando una ligera sonrisa. 

—Considero que hoy será un largo día — dijo Maxwell dejando escapar un pesado suspiro. 

Ellos saludaron de la misma manera; pero fingieron ser llamados por alguna otra persona, se instalaron un poco lejos de los mencionados, porque, ellos deseaban ayudar, no entorpecer los intentos de ayuda de los demás. 

—Es extraño — susurró Emily señalando en dirección al equipo de Jeremy y Charlotte. —A ella jamás le han interesado las obras de caridad, algo me dice que le ofrecieron una buena suma de dinero —dijo ella con un poco de molestia, la cual desapareció rápidamente mientras ella inclinaba a un lado su cabeza. —Pero es bueno que haya más manos dispuestas a ayudar, sin importar qué cosa las trae. 

—¿Sabes qué es lo más extraño? Que Berremy esté aquí, justo en el mismo lugar en el que estaríamos nosotros ¿De casualidad le dijiste algo? — preguntó elevando una de sus cejas. 

Emily, como respuesta, sacudió su cabeza de un lado a otro, con un poco de extrañeza, ella tampoco podía comprender qué hacía su jefe en el sitio, él era el mismo al que no le agradaban las partes con «tierra» y ahora, para ser exactos, había gigantescos pantanos que por poco habría que atravesarlos nadando. 

—Puede que te esté siguiendo — dijo Maxwell frunciendo el ceño. —solo espero que tropiece y caiga en el charco de al lado — señaló con un poco de desprecio.

La boca de Emily se abrió ampliamente, mientras llevaba su mano para cubrirla.

Justo delante de sus ojos se había desarrollado la escena que Maxwell había descrito. 

—¡Eres un brujo! — sentenció la chica señalando, al mismo tiempo estaba conteniendo su risa. —Solo no vayas a decir nada de mí, por favor — señaló de manera amenazante al rubio, el cual, sonreía satisfecho. 

—¿Y si digo que tropezarás y caerás sobre mí? Así como esa serie que estaba video, Tom — llevó sus manos a los bolsillos al mismo tiempo que elevaba sus hombros.

Una sonrisa traviesa se había posado en sus labios, debido a que la pareja de la serie, terminaba besándose accidentalmente. 

—Muy divertido — respondió la chica rodando sus ojos, pero, a diferencia de lo que sus palabras decían, sus mejillas estaban ruborizadas por completo.

La pareja de enfrente, estaban observando a sus contrarios, intentando descifrar qué era lo que su lenguaje no verbal estaba diciendo; Emily parecía estar bastante cómoda al lado del chico de melena dorada, eso era completamente notorio para la mujer de cabellera rojiza. 

—Creo que la están pasando bien — comentó la mujer, la cual apretó con fuerza sus labios mientras rezaba para que su jefe no la hubiera escuchado. 

Jeremy, por su parte, estaba limpiando meticulosamente su traje, él, había decidido no prestar atención a cada una de las advertencias de Charlotte, que le repetía una y otra vez que no era conveniente que fuese a prestar su ayuda con un traje de marca.

Él solamente estaba dispuesto a lucir impecable para Emily, cosa que terminó siendo un gran desastre. 

—¿Qué dijiste? — preguntó Jeremy dejando a un lado lo que estaba haciendo y posó su mirada sobre su asistente. 

—¿Dije algo? — elevó una de sus cejas con confusión; ella no estaba dispuesta a ser despedida. 

Despedir a Charlotte era una de las pocas cosas que no habían llegado a pasar por la mente del joven CEO, él estaba convencido de los beneficios que le traía trabajar con Charlotte.

Ella era la única que lo trataba como una persona normal y que, a pesar de no conocer a la perfección la sombra de su pasado, era capaz de ser la voz de la razón en ocasiones… casi la mayoría. 

Despedirla era un completo desperdicio, para ser honestos, ella era una de las pocas personas en las que Jeremy había llegado a confiar y que, ahora, le estaba ayudando a descubrir qué era lo que había entre Emily y Maxwell. 

—Me pareció, quizá estoy enloqueciendo — añadió el hombre elevando sus hombros. —¿Has notado algo entre los dos? — cuestionó después de que su mirada se elevara y sus ojos observaban en dirección a la pareja que, al parecer, se estaba marchando. 

—Parecen ser cercanos, puede que hayan sido amigos desde antes, honestamente, se me hace muy extraño aún. Debemos investigar más de cerca. 

—¿A dónde vas? — dijo Jeremy al notar que ella se estaba alejando del lugar. 

—Voy a ver a dónde se dirigen, espérame aquí mientras limpia su traje, cuando lo sepa, regreso a informarle — expuso con seguridad. 

Ella sentía que, de alguna manera, Jeremy podría entorpecer su investigación, ya que era claro que Maxwell huiría de él a toda costa, y Emily, bueno, a ella no le costaba fingir interés en la chica de cabello rojizo para no portarse de una manera maleducada.

La pareja mencionada se había marchado en dirección al colegio en el que la pelinegra había trabajado como maestra de idiomas.




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