Capítulo 15

Jasha cruzó las piernas, tomando una de las tostadas que su abuela Nicole le dio para que comiera. Estaba en su casa de modas, la cual tenía la sede principal en UTAH. Vio al pequeño demonio prestarse para ser una modelo de su abuela, más aún, quería que le comprara ropa. Iría mañana a trabajar después de tomarse dos días de descanso luego del puente festivo. Sin embargo, su cuerpo todavía tenía estragos que en ocasiones le parecían ser una mentira sentirlos.

Yara se quedó con ella durante esos días, hasta se podía decir que se acercó más el demonio que decía que era su hija. Sin embargo, la boda de Kadir se llevaría a cabo ese fin de semana, por lo que quería que todo saliera perfecto. Ella apagó su celular para que nadie la llamara, Kadir solo le envió uno que otro mensaje por correo para saber de su existencia y eso fue todo.

— Mami —Yara dio la vuelta—. Me gusta.

— Hm —Jasha probó un poco de su tostada—. También me gusta —sonrió hacia la pequeña—. Come, no quiero que te mueras por no querer comer.

— ¿Irás a trabajar mañana? —Yara abrió la boca.

— Sí, ya tengo que ir a molestar a tu papá —le limpió los labios—. El fin de semana, tengo que detener una boda. Ya sabes, me casaré con él.

— Yo quiero ir a la boda…

— La boda se llevará a cabo en una prisión, pero luego será por la iglesia —le dio un poco de jugo—. Esa Anne es un grano en el culo, alguien me está ayudando a buscar información.

— Pero…

— La cuestión es que se busca información en un sitio de procedencia dudosa —le dio más del desayuno—. Mi abuela es buena en esto de la moda, pero se va a retirar en unos años. No sabes la tristeza que tengo porque ya no podré vestir a la moda.

— La abuela Nicole es bonita y me da muchos regalos —Yara habló con la boca llena—. Quiero conocer a mis abuelos… a tus papás…

— Si mis papás te conocen, lo más seguro es que se arme un divorcio —rio entre dientes—. Vamos a pedir más ropa. Vianny vendrá a buscarte más tarde.

Yara asintió y fueron hasta dónde están los otros pares de ropa. Cerró los ojos un momento, sintiéndose tensa y con un leve dolor en dónde no tiene que sentirlo. Su abuela Nicole estaba junto con otras chicas, dándole indicaciones de las cosas que debían realizar para los desfiles de moda que se llevarían a cabo pronto, y que sería uno de los últimos.

— Mi nieta es tan hermosa —Nicole se agachó a la altura de Yara—. Cuando quieras, puedes venir a visitarme, preciosa.

— Vendré siempre, abuela —Yara la abrazó—. Mi mamá se casará con mi papá pronto, así que seremos familia. Le diré a mi papá que se mude a la casa que mi mamá tiene en la playa, esa me gusta más que la otra.

— Tu padre hará todo lo que Jasha le diga —su abuela la miró—. Veo que sigues con eso de la boda. Estás más empeñada en casarte con Kadir que Jedward con tu madre.

— Bueno, es que ese hombre es mío, yo lo vi primero —se encogió de hombros—. Además, nadie le dio el permiso de que debe casarse con una mujer y a mí dejarme abandonada por gusto.

— Cariño…

— Ahora no es un buen momento abuela —Jasha negó con la cabeza—. Tengo que irme a casa. Mañana me integro al trabajo. Debo hablar sobre algunas cosas con Kiral.

— Bien, se hará como digas.

Por el resto de la mañana, ellas se quedaron con su abuela en la casa de modas. Ya ese engendro del mal tenía ropa, tenía todo un closet para ella, pero quería más y más. Literalmente, tuvo que acondicionar una habitación para ella en su hogar y que tuviera una buena vista hacia el mar.

Encendió su celular, en cuanto llegó a la casa, viendo el montón de mensajes con las llamadas perdidas de esos días en los cuales no quiso salir ni ver nada, era obvio que la iban a estar llamando para cualquier disparate que se presentara en la empresa.

— Mami —Yara la tomó de la mano, en cuanto llegaron a su casa—. ¿En verdad quieres a mi papá?

— Sí, lo amo mucho —respondió sin sentir remordimiento alguno—. ¿Por qué lo preguntas?

— Solo quería saberlo.

Iba a decirle algo, pero entraron a la casa y en ese momento su celular sonó. Dejó que el chofer entrara las bolsas con la ropa, ya luego iba a organizar todo en sus respectivos lugares.

— No sé qué demonios quieres de mí, pero estoy haciendo algo realmente importante —Jasha dejó sus llaves en la mesita de la entrada—. ¿Desde mi salida del país ya me extrañas? —le hizo una seña a Yara para que no hablara—. ¿Qué quieres de mí?

— Necesito que regreses al trabajo, esto se me está saliendo de las manos —Kadir se notaba irritado—. ¿Por qué luego de un mes decidiste tomarte unas vacaciones?

— Pues porque quise —fue hacia la cocina—. Kadir, duraste más de diez años haciéndote cargo de la empresa, mis padres te ayudaban desde allá —abrió la nevera—. Acabo de llegar al país…

— Entonces, mañana a primera hora ven a trabajar —propuso él—. No sé qué demonios es lo que pretendes con quedarte.

— Iré mañana a trabajar —masculló irritada—. Ya te envié las correcciones de los planos por correo, los chicos en Arizona regresarán en menos de un mes, puesto que los trabajos allá están bien —le pasó algunas cosas a Yara para que las pusiera en la encimera—. Deja de molestarme, porque me quedaré sola durante tu luna de miel.

— Jasha…

Terminó la llamada, sintiéndose más irritada de lo normal, pero de todos modos trató de calmarse un momento. No podía darse el lujo de perder los estribos, ya debía enfrentarse a la cruda realidad.

— Mami —Yara tocó su pierna—. ¿Mi papá te hizo algo malo? ¿Qué tienes?

— No me hizo nada, solo ando un poco mal —se encogió de hombros—. Vamos, tu tía Vianny vendrá a buscarte pronto y yo debo prepararme para ir a trabajar mañana.

Yara asintió y ella se quedó a darle algo de comer. Durante el transcurso de la tarde, fueron a una de las habitaciones a preparar todo lo de esa mocosa. Tampoco era tan mala la mocosa, solo necesitaba atención que al parecer Kadir no ha querido darle y a saber por qué. Yara sabía muchas cosas y una de ellas era el hecho de que su madre murió, también que esa mujer le echaba la culpa de muchas cosas, y lo que más temía era que perteneciera a ese culto que le destruyó la mente a su madre hace años.