Capítulo 40

La primera parte y la última están disponibles en el libro de Extras: Los errores que nos separaron.

No quise cortar esa parte, ya que es importante y contiene algunas escenas que son relevantes, aunque no tan fuertes como las que se viene.

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Yara se espantó de un momento a otro, sus ojitos se llenaron de lágrimas cuando una presión se sintió en su pecho. Miró hacia todos lados, viendo que todavía estaban en el tráfico de la ciudad, así que no tuvo de otra más que jalar del brazo a Zeus.

— Vamos a volver —ella lo miró con súplica—. Algo no está bien…

— No, ya vienen todo de camino —él dejó su celular a medio usar—. ¿Por qué estás llorando?

— Algo no anda bien, vamos a regresar —Yara se removió en el asiento—. ¡Quiero ir con mi mamá! 

— No grites —él se quedó en silencio, al verla de ese modo—. No hay necesidad de hacerlo, así que cálmate…

— ¡Quiero irme! —se dio la vuelta para abrir la puerta, pero estaba con seguro—. ¡Papá! —pateó la misma—. ¡Déjame salir!

— ¡Cállate! —gritó Zeus, enojado—. Voy a llamar a mi hermana, ellos iban de salida. 

Yara asintió, secándose las lágrimas y esperando que él llamara a su familia. Ni su hermana, ni mucho menos Kadir respondían a las llamadas. Buscó el número de su padre, pero lo más seguro es que estuviera con su madre, la cual no podía recibir ningún tipo de preocupación.

Marcó el número de su hermano Jadiel, esperando que respondiera rápido.

— Si es para pedirme dinero, no estoy…

— ¿Jasha está contigo? —le puso otra vez el cinturón de seguridad a Yara—. ¿O Kadir?

— No, ellos salieron después de mí como todos ustedes —Jadiel sonaba confundido—. ¿Qué pasó?

— Yara está inquieta ahora —le sacó las lágrimas a la pequeña—. Hay muchas personas en el tráfico y veo que el semáforo está apagado…

— El chofer me indicó que la planta de energía eléctrica le está dando mantenimiento, lo hacen cada ciertos meses…

— Cuando Jasha estuvo encerrada en el elevador, pasó lo mismo… Fue con Yara —Zeus recordó ese momento de la llamada—. Daré la vuelta, porque Jasha no toma el celular, menos Kadir. En la empresa, mucho menos, es como si no estuviera nadie ahí…

— ¿Llamaste a papá?

— No. Él pasó el semáforo hace rato. Me quedé detrás —Zeus estaba preocupado—. Jasha hace meses pasó por un altercado…

— ¿Qué?

— No sé si Kinian te dijo, pero ya se sabe quién es…

— Es el hijo de alguien importante en Australia, bueno, es un bastardo con suerte. Su padre lo quiere incluso más que a sus hijos biológicos —Jadiel sonaba inquieto—. Estoy dando la vuelta, te enviaré un mensaje. No le digas nada a nuestros padres y ve a casa, no regreses a la empresa.

— Avísame cualquier cosa, porque esta niña tiene el doble de potencia que Jasha.

— De acuerdo.

— Mi hermano irá a ver a tus padres —Zeus secó las mejillas de Yara—. Verás que todo saldrá bien…

— Me duele el pecho, algo malo está pasando —Yara dejó salir más lágrimas—. Quiero verlos, por favor… me portaré bien.

«Ellas nunca piden un favor» pensó Zeus, al verla de ese modo. Ella tenía ese aire tan parecido a su hermana. Que ese por favor no le gustaba.

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Repito: 

La primera parte y la última están disponibles en el libro de Extras: Los errores que nos separaron.

No quise cortar esa parte, ya que es importante y contiene algunas escenas que son relevantes, aunque no tan fuertes como las que se viene.