Esposos por obligación

Capítulo # 2

Capítulo # 2

En el hogar Marchetti Conte.

Oliver se sentó en la silla, para aceptar su nueva vida, en una parte quería todo para Saraí, porque no se merecía crecer sin una figura de un padre, de una madre. Rachele no iba a tener un matrimonio nada tranquilo, no va a permitir que siendo su esposa esté con otros hombres.

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En casa Basile.

Rachele acostó Saraí en la cuna que tiene en una habitación, se sentó en la cama, no podía creer lo infantil que se había comportado y lo peor que lo hizo delante de la niña. Se sentía realmente mal, cuando tuviera una discusión con Oliver, tratara de hacerlo en su habitación o en otra parte, jamás delante de la niña que no puede presenciar alguna agresión o discusión. Tiene que hablar con él, no pueden llevar un matrimonio en puras peleas, insultos o malos tratos, tienen que encontrar una armonía para los dos.

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Unos días después.  

Rachele y Oliver se habían casado, no fue nada romántico, se fueron para una prefectura, firmaron como si estuvieran sellando un contrato, fue el momento de darle un beso, ella colocó la mejilla para que no la besara, él le dio el beso en la mejilla y será el inicio de todo.

Oliver llevó todas sus pertenencias a la casa de Rachele, al principio no estaba muy seguro cuando entró, quedó encantado, ahí había un jardín muy bonito, con parque de juego, Saraí podría disfrutar unos meses más, terminara de caminar bien, tiene colores muy cálidos dando una casa muy acogedora para cualquier niño, camino las escaleras y se alarmó solo ver cinco habitaciones, todas ocupadas. Una para la niña, para sala de juegos, para guardar pertenencias, un mini gimnasio y la otra la habitación de ella. ¿En dónde va a dormir?  

—Rachele. —dijo él soltando las maletas y dirigiéndose a la cocina, ahí se encuentra ella, preparándole la comida a su sobrina, se quedó mirando, como Rachele se sentó para alimentarla y se sorprende cuando Saraí escupe la comida y ella con esa calma intenta dárselo. —Creo que hay un problema.

Ella lo había escuchado llegar, en cualquier momento se acercará a ellas y lo escucho hablar.

—Tenemos un problema. —comenta él seriamente.

—Lo sé. —dijo ella suspirando y sonriéndole a la niña. —No existe una habitación para ti, puedes dormir en mi habitación, tengo una cama para las visitas, tienes que colocarla en el suelo.

Él se molestó.

—No voy a dormir en el suelo.

—Duermo en el suelo. —le dijo ella seria, no va a discutir delante de la niña.

Oliver quedó desconcertado, tampoco era un inhumano que va a permitir que una mujer duerma en el suelo.

—Podemos dormir, juntos, en la misma cama. —le dijo mirando como ella se sorprendió. —Tranquila, no eres mi tipo.

—Tú tampoco eres en mío. —le aclaró ella seria.

—Tú, casa es muy hermosa. —dijo él con sinceridad. —Se nota que te has esforzado mucho.

—Sí, lo hago desde que tengo diecisiete años. He reunido, hasta que pude graduarme y conseguir rápidamente un trabajo, pude realizar mi sueño.

—Sí, ya me imagino. —dijo él imaginándose a Rachele de cama en cama con esos tipos.

—No es lo que estás imaginando. —le aclaró limpiándole la boquita Saraí y sacándola de la silla. —Ven amor, vamos para el corral y juegas con tus muñecos. —dijo sonriéndole, Saraí se emocionó.

Ella la llevó al corral y la dejó ahí entretenida con sus peluches.

—Ven, vamos para la sala. —dijo ella agarrando la radio especial para bebés. —Estará bien. —mirándolo con seriedad. 

—Vamos. —dijo él.

Los dos caminaron hacia la sala y se sentaron, Rachele se sentó lejos de él, pero mirándolo y él quedó mirándola a ella.

—Quiero explicarte, que no soy ese tipo de mujeres que piensas. —expresa ella seria. —No soy drogadicta. —habló muy seria, él iba a hablar, ella no lo permitió. —Lo que sucedió con el señor Francis fue muy desagradable, me beso a la fuerza. Su esposa nos vio, se le hizo más fácil, sacarnos una foto sin flash. Y yo no me di de cuenta, pero si presencio como golpee a su marido y cómo lo insulte, se vengaron de mí porque les dije sus verdades en la cara. Les dije, padres irresponsables por dejar a sus niños sin ninguna protección en su casa. Por favor, primero conoce a una persona, antes juzgarla, sé que no te caigo bien. Se te ve en la cara, tú tampoco me caes bien. Así que… vamos a tratar de llevar la fiesta en paz, por el bien de Saraí que se merece un futuro mejor. Si me preguntas por qué Dominic me eligió ¡Yo! Misma, no lo sé, una cosa estoy segura. Quiero que Saraí tenga una segunda mamá que pueda querer y ser feliz a nuestro lado.

Oliver no sabía qué decir, sería cierto. La verdad que ella estaba muy seria y no se reía, algo le dice que crea en ella. 

—Te creo, es verdad. Soy así, voy por las acciones y no me preocupo en preguntar si es verdad o mentira. —le dijo él sinceró. —Vamos a conocernos. —le sonrió —Soy Oliver De Simone tengo veintisiete años, soy modelo desde los diecisiete años. Soy muy serio y reservado. —confesó mirándola. 

—Soy Rachele Basile, tengo veinticuatro años, soy tranquila y hogareña. Me encantan los niños.

—Pensé que tenías, veinte. —dijo él asombrado. —Tienes cuerpo infantil —expresa con seriedad.

Rachele ofendida

—Lo siento, por no ser Ninel Conde. —dijo ella furiosa.

—Perdón. —dijo él arrepentido. —Solo que es extraño, conocer a una mujer que. No esté bien formada, sin ofender.

Ella lo miró con seriedad, la verdad que tiene los senos grandes. Lo ocultaba con vendas y ropa grande para ella, desde su juventud, tuvo muchos problemas con llamar atención, su padre le dio esa idea, ahora está ahorrando dinero para operarse los senos, se los quiere dejar pequeños, reconoce que los maltrata por ocultarlos, prefiere eso para evitar miradas lujuriosas. Vale la pena. 




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