CAPÍTULO SEIS: ESPÍRITUS

 PERSPECTIVA DE ARTEMISA: (horas antes)

Mis pies pedían a gritos que parara al igual que mi cuerpo pero me decía a mí misma "espera un poco más por favor" por suerte la adrenalina que recorría todo mi cuerpo desde los talones hasta mi corazón que bombeaba cada vez más rápido evito que cayera.

A lo lejos vi una entrada a lo que parecía un parque me pare enfrente de él y empuje con la poca fuerza que tenía la reja de color negro con adornados góticos, el parque a simple vista se nota descuidado y viejo pero eso le daba un toque de hermosura que tenía mire a mi lado derecho mientras caminaba. Había una gran jardinera con hermosos lirios de diferentes colores desde colores como el blanco, el rojo, morado, rosado, algún que otro de color naranja y amarillo. Mire del otro lado, este era muy diferente al anterior.

Desde flores marchitas al igual que los pocos arboles pero había algo más peculiar algo estuvo caminando por aquí pues se refleja fácilmente las pisadas mediana que había ahí. Le reste importancia quería descansar y eso voy hacer, más adelante me senté en una banca algo vieja mi cabeza ya daba vueltas comencé a dar bocanadas de aire.

Cerré los ojos un momento me sentía muy mareada como para seguir de pronto escuche como alguien reía era una voz chillona que se escuchaba de fondo mire a mi alrededor no había nadie pero sentía como me miraban desde lejos.

Tome valentía y camine cercándome a un árbol de roble alto y viejo, lo mire detenidamente sentía como si algo hubiera en este árbol lo toque sin pensarlo, sentí una punzada horrible en el pecho quite mi mano de golpe llevando ambas cerca de mi corazón.

–Hola...–

Mire hacia arriba había un niño pequeño parado en una rama tenia puesto un pequeño overol de jeans seguido de su camisa azul cielo, unos tenis de color rojo y unos calcetines largos de color blanco.

– Hola... ¿estás solo?–

–si llevo años viviendo aquí mi alma aun quiere ver a mi mama por eso estoy aquí con esa esperanza–

Dijo mientras flotaba para ponerse a mi altura.

–tú debes ser Artemisa verdad?–

Eso sí que me asusto y me aleje un poco asintiendo.

–no hay necesidad de tenerme miedo yo no soy un espectro malo–

Dijo mientras comenzaba a jugar de un lado a otro flotando "de seguro es una visión mía los fantasmas no existen"

–No artemisa ahora mismo estas cuerda... oh! Mira haya esta Kerry y su esposa–

Gire de golpe atrás mío había un señor más grande de unos 70 años y al lado suyo una mujer anciana de parecida edad ambos parecían muy melosos entre ellos hasta que se dieron cuenta de nosotros saludaron felizmente el anciano o bueno Kerry hizo señas para que fuéramos hacia él, el niño fue entusiasmado yo me quede en mi lugar pensando seriamente si es mi mente o son espectros reales.

–ven acércate querida no somos espectros malignos–

Guarde mi miedo, con valentía y poca que me queda me senté al lado de la mujer me extendió su mano derecha y puse la mía con la suya era fría pero a la vez rechoncha pero no sentí nada al tocarla eso me hizo sentir alivio total. Suspire tranquila por otra parte los demás se rieron al verme así.

–Y bien que te trae aquí niña– Dialogo Kerry con una sonrisa tranquila y despreocupada

–Me escape del psiquiátrico cerca de aquí... pero no sé a dónde ir–

–Oh por eso dudabas de nosotros JAJA–

Rio el hombre con gracia me encogí de hombros casi nunca interactúe con los ancianos puesto que la mayoría eran agresivos y muy pocos parecías niños jugando hable un poco con los señores, me contaron de su vida cuando seguían vivos

Kerry de joven fue un trabajador social que ayudo en la construcción del parque el cual fue donde conoció a su esposa Cherry solo que ella fue ingeniera se conocieron a mitad de la construcción y decidieron casarse lamentablemente años después Kerry murió cerca de aquí por un atentado a los cincuenta casi sesenta años y su esposa por causas naturales a los setenta años.

Por otro lado el niño no es un niño su nombre es Masato y murió de una manera heroica, ese día masato fue con su madre a este parque a jugar y él estaba en el árbol donde me saludo su madre estaba en la banca de a lado mirándolo jugar lo triste es que su madre la intentaron asaltar y el niño se puso enfrente recibiendo un golpe en el graneo matándolo instantáneamente y ahora el vaga aquí en espera de su madre todo esto paso por los años del setenta y nueve así que según él tiene entre cuarenta y uno o cuarenta y cuatro.

Cherry quien tenía aun mi mano me miro con angustia.

–querida no has tenido problemas de corazón?–

–mm no –

–Tienes algo que perturba tu alma –

Los tres asintieron al mismo tiempo como si estuvieran de acuerdo pero yo no tenía ni la más mínima idea de lo que hablaban nunca tuve problemas del corazón además de tener una enfermedad que me condena a alucinar y otras cosas ya es suficiente.

–tenemos que irnos alguien vino por ti– Dijo masato mientras se desvanecía al igual que los ancianos – espero que vengas a visitarnos algún día adiós!–

Mi cuerpo se sentía pesado al igual que mis ojos cherry, Kerry y masato ya no estaban.

Mire hacia al frente estaba una mujer esbelta e increíblemente hermosa con un vestido negro y pelo largo mirándome desde la distancia mientras me dormía poco a poco.