Me encantan los ojos de las personas.
Dicen que los ojos son las ventanas del alma, y no les falta algo de razón; mi parte favorita es cuando estas ventanas se abren para dar paso a la expresión de todo lo que ocultan: alma, miedo, dolor, vida… siempre que veo un par de estas ventanas abiertas quiero ser lo último que vean, que me permitan ser el testigo de su último instante en el mundo, ver cómo la vida escapa de sus ojos, combinada con el terror de la realidad que se les viene encima, con mi cuchillo clavado tan profundo como mi fuerza me lo permita… la verdad, siempre he pensado que me conecto más fácil con una persona a través de él, y esta conexión aumenta cuando me dan un vistazo de su vida antes de poner fin a ella.
— Jeffrey Hope