10 horas de viaje y llegamos a New york. Fue bastante pesado ya que Lucho babeó todo mi hombro durante el viaje, sin nombrar las veces que intentaba seducir a las azafatas. La verdad no me molesta que intente conquistar a chicas pero sí que lo haga en mi presencia. A mi hermano le hace falta mucha práctica claramente.
-¿Sofía estas aquí?- pregunta mi madre trayendome a la tierra.
-Sí madre, ¿Qué sucede?- pregunté con la intención de entablar una conversación ya que no hablamos desde que salimos de Argentina.
-Sólo decía que nos quedaremos con tu tía hasta que desocupen nuestra futura casa, mantente atenta niña-
-Por...- mi padre me interrumpe, cual es su maldito problema?
-Lucrecia, Sofía el taxi vamos, no lo hagan esperar- nos dice con un tono muy fuerte y le hecho una mala mirada a mi madre.
Por la reacción de ella supongo que en esa mirada le dijo más de 100 cosas, mi madre nunca suele verse nerviosa ni enojada. Soy la niña de sus ojos no entiendo porque me tratan así, yo no hice nada. Maldigo el misterio tan horrible que se genera.
Me subo al taxi, yo al medio, mama y lucho a mis costados. Papá subio al copiloto.
Nos dirigimos hacía la casa de mi tía la cual se encontraba en un barrio muy bonito, mis primos son los autenticos Tinchos como se dice en mi país. Pero eso sólo es en su colegio de caretas. Jamás, pero jamás encajaría en una institución así. Con nosotros son los mejores primos que se puede pedir, aunque son los únicos nuestro padre jamás nos presentó a su familia.
De algún modo no se puede tocar el tema de la familia de mi padre porque se genera un horrible momento del cual no salgo con más de dos semanas de castigo.
-Al fin, llegamos!- grito mi hermano muy feliz por lo que veo
Corre hacia la entrada y cuando llegó un chico castaño de ojos tan celestes como el cielo mismo de piel muy blanca abre la puerta.
Mi hermano frena en seco y lo mira con una seja arqueada.
-Y tu quien diablos eres?- soltó sin más mi hermano, por lo que veo ya no le agrada.
-¡Luciano!- exclama mi madre fulminandolo con la mirada- Lo siento, mi hijo es un poco...- el chico interrumpe a mi madre
-Tranquila, no hay de que preocuparse- dice con tal vez la sonrisa más hermosa que vi en mi vida- Soy Luck, vivo con Thomas ustedes deben ser sus tíos, no?-
Si el era hermoso
-Muchacho, mi nombre es Alberto Bakaut, puedes llevarme con mi cuñada?- dice mi padre luego de estrechar su mano con el apuesto chico
-Por supuesto, adelante- dice y me mira
Creí ver enojo o tal vez confucion pero su mirada me dejó helada tan asi que se me cayó la valija, ABIERTA, así es vio mis calzones de unicornios.
El se empieza a reír y al darme cuenta estaba más roja que un tomate, ¿Entienden que vio mi ropa interior?
El sólo me ignoro y entró adentro sin ayudarme obviamente.
Luego de saludar a mi tía y primos me llevaron a mi habitación la cual era muy bonita, está casa está llena de habitaciones.
La mía estaba pintada de color durazno con luces en las paredes y un espejo enorme. Tiene baño personal lo cual me fascina.
Decidí darme un baño para sacar este horrible olor a avión, luego tratare de investigar el motivo de este viaje.
....
Cuando salí del baño envuelta en una toalla me decido por buscar mi ropa, cuando de golpe entran Luck y un amigo supongo muy de golpe haciendo caer mi toalla.
Si me vieron como Dios me trajo al mundo.
Cuando reaccione ellos se me habían quedado viendo al cual tome la toalla y los saque de mi habitación.
Ya no me podía pasar nada más me vio la ropa interior y ahora sin ella.
Me coloque un short negro y una básica blanca con unas vans negras, ate mi pelo en una colita y aplique un poco de base.
Salí tratando de olvidar ese incomodo momento, cuando mi hermano pasa corriendo con Thomas. Generando así que caiga de la escalera de pera al piso. No fue muy duro el golpe lo duro fue ver a mi hermano y a mi primo junto con Luck riendose a más no poder de mi.
¿Está escrito que me tiene que ver en todas las ocaciones vergonzosas acaso?
-No te vallas a caer hermanita- dice lucho tratando de contener la risa
- Ja ja que gracioso- digo en tono sarcastico y golpeando su brazo.
Voy a la cocina en busca de algo que me bajé un poco ósea un chocolate cuando me detiene escuchar mi nombre, venía de el despacho de mi tía. Me escondo para escuchar lo que sucede.
¿Que? ¿Esto no puede ser?