Me sentía extraña, nunca imaginé que un día yo trabajaría en una agencia menos de modelo.
Cierro los ojos para que los maquillen, la palma de mi mano está sudada.
Gardenia no para de hablar, sólo respondo con monosílabos.
— Ábrelos — lo hago y me miró en el espejo — ¿Te gusta?
Me estoy contemplando en el espejo, no parezco yo. Mi rostro se ve... bonito, el cabello está suelto.
— No me parezco — ella enarca una ceja y sonríe.
— eres tú querida — ella empieza a ordenar el maquilla, sigo contemplándome en el espejo, a través del veo la portada de una revista, colgada en la pared.
— no sabía que Gigi fue modelo, es una foto preciosa.
— no es Gigi, es su gemela Giselle que en paz descanse.
— ¿Está muerta? ¿Qué le pasó?
— parece que enfermo, su prometido fue quién la encontró muerta en su habitación.
— Pobre hombre, debió ser duro para él— Gardenia me mira con curiosidad.
— Supongo ya lo ha superado, anda contigo, eso es bueno porque se está dando una segunda oportunidad — me da la espalda y me quedé atónita, Alejandro era el prometido de ella.
Era una mujer preciosa, estaba en la portada con un precioso vestido rojo, su diminuta cintura podía abarcarse con una mano a mi parecer... yo, era lo opuesto a ella. Ante mis ojos estaba el tipo de mujer que le gustaban a Alejandro... no entendía nada.
— el vestido que usaras esta en el vestuario — Gardenia me sonríe — te verás preciosa, tienes cinco minutos para salir.
Lentamente me dirijo hacia el vestuario, mi mirada se dirigió por última vez a Giselle quién sonreía.
Alejo
— ¿Quién tomará la foto?— su mirada de desagrado recorre mi rostro — no entiendo qué rayos haces aquí.
—Te recuerdo que soy socio de esta revista — Rafael hace un gesto de molestia y se dirige a las chicas. Lucia y Paola están conversando, aprovechando el breve receso.
— Sigamos — ellas asienten y empiezan a modelar para la cámara. Me cruzo de brazos y observó la sesión de fotos...me siento mientras están retocando el maquillaje de las chicas.
Rafael estaba molesto por mi presencia, hizo repetir varias veces a las chicas poses, respire hondo y no interferí pero si estaba pendiente de que no las tratará mal.
— Alejo — Gigi se sienta junto a mi — ¿Cómo va la sesión de foto?
— las está haciendo repetir, está molesto por mi presencia pero no me iré Gigi.
— No tienes por qué hacerlo — ella baja un momento la mirada, luego me observa — mi editor me ha pedido una cita.
— ¿De trabajo o cita?
—Cita— muerde su labio inferior — estoy nerviosa, ese hombre tiene una mirada que te hace sentir que está desnudando tu alma para descubrir tus secretos más profundos — enarco una ceja.
— ¿Te emociona?
—Alejo— extiende su mano y toma la mía — no sé qué me pasa con ese hombre, quizás ha sido por el abierto desagrado que ha manifestado conmigo.
—algo muy extraño, ya que eres la dueña de la revista.
—me conoces y sabes que respeto el puesto de cada quién.
—lo sé— el susodicho mencionado está entrando al estudio. Era alto, cabello castaño, su cabello peinado hacia atrás, mandíbula cuadrada. Su mirada recorre el salón y antes que se pose en nosotros, suelto mi mano de la de Gigi. Ella me mira con curiosidad pero no comentó nada, ya que el hombre se dirige hacia nosotros.
— Buenos días — saluda, su mirada era fría, no entendía por que Gigi la veía cómo si fuera de rayos X.
— Buenos días — saludo y extiendo mi mano — Alejandro Blanco.
Él asiente.
— Fernando Velasco, he oído hablar de usted pero no había tenido el gusto de conocerlo, no nos había visitado.
— La revista está en buenas manos — Gigi está revisando su móvil y me doy cuenta que Fernando no deja de observarla, me sentía mas tranquilo. Creo que las cosas para mi amiga iban a cambiar favorablemente.
Agustina entra en ese momento, caminaba despacio y con sus brazos cruzados. Llevaba un vestido corto y escotado.
— Vamos muchacha — grita Rafael. — No tenemos todo el día — en dos zancadas estoy junto a ella.
— ¿Pasa algo?
—No me siento cómoda con este vestido— levantó su barbilla y ella se niega a mirarme a los ojos — me veo ridícula, me veo más gorda.
—shhhh — susurró mientras la miró a los ojos —me gusta cómo te queda.
— Ni siquiera se me ve cintura, deja de mentir Alejandro — se da la vuelta y se dirige donde están las chicas, su respuesta ha sido llena de molestia.
Rafael comienza a explicarles lo que desea, Lucia y Paola lo están haciendo bien pero Agustina no colabora mucho, ya que está tratando de taparse.
— ¡Por Dios no tengo todo el día! — le grita Rafael, ella se ha quedado quieta.
— no le grites — le indico.
— tú no me dirás como haré mi trabajo Alejo, si está no colabora con la foto que se vaya a la mierda.
Lo sujetó del cuello de su camisa, todos en el estudio se han quedado en silencio.
— ella tiene su nombre y la tratarás con respeto, es su primera vez posando ante la cámara. Así que por favor la tratas con respeto.
— no te metas Alejo.
— me meto y lo seguiré haciendo si le gritas.
— Alejo — Gigi trata de separarnos— déjalo, Rafael por favor tratas con respeto a las chicas.
— mientras tomó yo las fotos, las trato como yo quiera.
— no lo harás, le vuelves a gritar y te sacó a patadas del estudio.
— eso es lo que quieres maldito, sacarme de aquí. Sabes que soy mejor que tú y te excusas con esta mujer.
—no me interesa si eres bueno o malo, lo único que me interesa es si le gritas o no a mi chica.
Agustina
La exclamación de todos en el estudio han llegado hasta mis oídos, él dijo que soy su chica.
— ¿que? — Rafael frunce los labios — suéltame.
—Suéltalo por favor Alejandro — no deseaba más problemas con Rafael, yo tenía culpa de su mal humor ya que no estaba colaborando con las fotos, pero me sentía extraña y nada cómoda con el vestido.