Takemicchi estaba completamente sorprendido cuando uno de los miembros de la primera división le había dado la información. Y después de oírla, estaba completamente estático, no pudo dormir y tampoco comer, cuando fue a la reunión con los capitanes, junto con Mikey y Draken, para poder compartir la información estaba más pálido de lo normal.
—Bien, Takemicchi, tu turno —hablo Mikey. Y todos lo miraron, él tragó saliva.
—Lo que encontré fue sobre su comandante —aclaró y todos se quedaron callados—. Al parecer, su comandante es el fundador, nadie sabe su nombre o quién es, así que solo le dicen comandante o “Ángel de sangre”. Pero hay rumores que hablan de su fuerza abominable, y también lo sanguinario que es —comentó.
—Pero eso no es nada, simplemente debió esparcir esos rumores porque es comandante de una pandilla —comentó Smiley.
—Lo sé, pero más de quince personas me dijeron exactamente lo mismo. Que un día se había enfadado tanto, que le había roto las piernas a su pareja, también que le partió los brazos a muchas personas solo por diversión —dijo seriamente, y eso dejó a todos otra vez en silencio.
—¿Golpeó a una chica? —preguntó Mikey sorprendido, y Takemicchi solo asintió.
—Entonces, en resumen —dijo Draken resumiendo toda la información—, es un grupo misterioso que nunca ha llamado la atención, tiene seis divisiones, un subcomandante, y un comandante. Lamentablemente nunca destacaron en nada, y por eso nadie los puede reconocer, y tampoco se sabe la cantidad de personas que pertenecen —repite todo lo que había escuchado—. Entonces, no tenemos mucho —dijo.
—Animo chicos —dijo Mikey con una sonrisa—, sabemos donde encontrarlos, y eso es lo suficiente —comentó animando a sus compañeros.
—Entonces ¿Vamos a ir? —preguntó Takeshi Mitsuya, capitán de la segunda división de ToMan.
—Sí, tenemos que hacerlo —contestó.
ToMan estaba caminando yendo al territorio central, que pertenecía a Bluser. Ese mismo día, viernes. Hiro y Tensu no habían podido ir juntos a la salida, porque Hiro se había quedado a limpiar el salón, está vez con la promesa de que no lo echarán por parte de sus compañeros. Por esa razón, Tensu fue el que vio a ToMan llegar a su territorio, se había ocultado dentro de una tienda de semillas, pidiendo que le permitiera usar el baño.
Estaba preocupado porque se había puesto su uniforme de Bluser justo cuando salía, y no le apetecía llamar la atención de otra pandilla. Cuando se había cambiado completamente, salió con su teléfono en la mano, pues estaba mandando a su grupo el mensaje de: “Están invadiendo nuestro territorio de nuevo.”
Lo peor para Tensu, era que debía pasar cerca de ello porque era la dirección de su camino. Entonces, guardando su teléfono, se acercó a ellos sin mirarlo, pero sin querer chocó con uno de ellos, en específico con Takemicchi.
—¡Cuidado imbécil! —le gritó enojado, y entonces uno de ToMan lo tomó del cuello de la camisa, y lo empujó al piso. Mikey se acercó a él, y se agachó a su altura.
—Oye, ¿Conoces a Bluser? —preguntó tranquilamente. Pero Tensu se quedó callado con el ceño fruncido.
—¡Puedes ir y pudrirte! —dijo seriamente—. ¿Y qué si los conozco? —preguntó enojado.
La golpiza que vino inmediatamente después de su respuesta, fue algo que no pudo evitar. Primero fue Mikey quien casi le rompió la cara de una patada, y todo se había quedado así, si no fuera porque Tensu se había levantado, Draken lo tomó como un reto y le propinó un rodillazo en el estómago.
—¡Vete a la mierda! ¡Hijo de puta! —se quejó, mientras esquivaba un golpe, pero no evitaba otro que le volteo el rostro a la izquierda. Los golpes no duraron mucho, pues todos escucharon un grito que llamó la atención de todos.
—¡Basta por favor! —pidió un chico mientras pasaba por la gente de ToMan, incluso paso entre Mikey y Draken, para detener el golpe a su amigo—. ¡Por favor no lo golpeen! —pidió, de rodillas para poder cubrir con su espalda, el cuerpo malherido de su amigo.
—Hiro —murmuró su amigo, mirándolo confundido. Pero Hiro solo le hizo un gesto para que guardara silencio. Entonces se levantó para encarar a Mikey.
—Oigan, por favor ya no lo golpeen, si él hizo algo para insultarlos, perdónenlo —pidió, mientras intentaba acomodar sus lentes, mirando hacia el piso nervioso.
—¿Prefiere recibir los golpes que se merece por insultar a él subcapitán de la ToMan? —preguntó Draken sonando sus nudillos, causando que Hiro solo tiemble mientras asiente, bajo la atenta mirada de Tensu.
—Esperen, ¡Esperen! —gritó desesperado—. Antes de golpearme —dijo antes de recibir el golpe de Draken—, escuché que estaban preguntando por los B-Bluser —comentó cerrando los ojos esperando el impacto del golpe, pero lo único que sintió fue la mano de Mikey en su hombro, lo que lo hizo sobresaltarse.
—¿Tú sabes algo de ellos? —preguntó.
—Si, yo los vi —aseguró nervioso, mientras bajaba la mirada—. Hace unas semanas, un grupo extraño que vestía de rojo vino aquí y empezaron a intimidar a la gente —le aclaró nervioso con las palabras torpes—. No sé quiénes eran, no entiendo mucho de las pandillas, pero otro grupo que vestía un abrigo azul se había reunido con ellos y empezaron a pelear —intentó explicar bajo la atenta mirada de Mikey.