Mikey estaba comiendo un helado mientras sus compañeros estaban hablando sobre lo que había pasado.
—No confío en ellos —aclaró Chifuyu mientras tomaba asiento—. Algo no está bien, y no sé si son ellos o algo más —comentó.
—Ese comandante suyo, no se parecía al de los rumores —comentó Pah-chin mientras devoraba una paleta de chocolate—. Puede que no sea muy inteligente, pero puedo saber cuando alguien no está a la altura de lo que dicen de él.
——Eso es cierto —dijo Draken serio—, pero aun así, no parecía estar preocupado por nosotros, se veía más concentrado en otras cosas —eso llamó la atención de Takemicchi.
—Ese chico tenía una herida cerca del cuello —comentó recordando el moretón que le llamó la atención cuando él se había estirado para escuchar mejor a Chifuyu.
—Eso solo significa que se había metido en una pelea —aclaró Mikey, con un tono tranquilo—. Supongo que es algo normal, creo —murmuró.
—De todas maneras dijo que se encargaría, y está muy seguro de que él no mandó a nadie a atacar a nadie —aseguró Mitsuya.
—¿Cómo planea hacerlo? —preguntó Pah-chin confundido.
—Eso es… —pero las palabras se quedaron en su boca, cuando escucharon una moto acercándose.
A lo lejos, en la calle, una moto se acercaba con dos personas, a lo lejos nadie podía identificarlas, menos con los cascos negros que tapaban toda su cabeza. Pero lo que sí podía reconocerse, era su uniforme de ToMan. El chico que iba conduciendo se había desviado de la calle, y se había subido a la acera, sin pensarlo chocó su moto contra un muro, pero ninguno de ellos salió volando por el golpe. Eso asustó a Takemicchi y a todos sus compañeros, Mikey fue el primero en reaccionar y así le siguieron todos. Cuando lograron acercarse, se dieron cuenta de que el chico que estaba de copiloto, estaba atado a la moto y al asiento, y se encontraba también atado a la espalda del piloto, ambos parecía estar desmayados. En el caso del piloto, tenía las manos sujetadas con cinta adhesiva al manubrio de la moto, y cuando Mikey le sacó el casco, pudo ver la mirada traumatizada de aquel chico, su rostro golpeado y su respiración agitada era lo más llamativo.
—Mikey —murmuró, sollozando por el susto—. Nos atacaron, ellos… Nos hicieron esto —dijo entre tartamudeos temerosos.
—Tranquilo, mírame y dime que paso —pidió tomando su cabeza para que lo mirara. Sus ojos se conectaron y el chico, entre balbuceos y palabras a medias, pudo pronunciar algo que para todos fue muy claro.—. Fue Bluser —Ayudaron a despegar a esos chicos de la moto, y Pah-chin junto con Chifuyu los llevaron al hospital, por otro lado, Mikey y el resto siguieron caminando buscando el lugar del ataque, y lo encontraron. En un callejón, quince miembros de ToMan se hallaban totalmente noqueados, algunos dentro de los basureros y otros tirados en el piso sucio, en la pared del fondo se podía leer con letras muy claras “Bluser manda”. Todos ayudaron a los chicos que estaban desmayados, y los llevaron al templo Musashi, donde se convocó a todos los miembros de ToMan a una reunión urgente.
En la tarde noche, justo cuando el sol se estaba ocultando, el templo Musashi estaba completamente lleno de gente enfurecida, que hablaban, gritaban, murmuraban y por sobre todo estaban quejándose. Mantener tranquila a una multitud de toros enojados era mucho más fácil que intentar tranquilizar a la enorme ToMan, y mucho más difícil se volvía la tarea cuando uno de sus miembros era atacado, pero eran incontenibles cuando un grupo de ellos era atacado injustificadamente.
Pero el silencio reinó en el momento en que Mikey se levantó, al principio estaba sentado junto con sus capitanes para poder esperar a todos los demás miembros, pero ahora después de asegurarse de que todos estuvieran presentes, se puso de pie. Todos miraban a su comandante impaciente, preocupado y lleno de ira.
—Hoy, nos atacaron —dijo Mikey con la voz neutra—. Unos cobardes se atrevieron a atacar a ToMan. Y es nuestro deber responder —dijo y todos gritaron “Si”, en respuesta—. ¡Tenemos que hacerles entender que con ToMan no se juega! —gritó y todos alzaron sus puños y empezaron a corear “ToMan, ToMan”—. Es nuestro deber devolverle el honor a ToMan y vengar a todos nuestros amigos —aseguro y eso elevó el espíritu de pelea de todos sus compañeros.
Pero entre el orgullo, la emoción y los gritos desesperados por tomar venganza en nombre de sus compañeros, el sonido de unas palmadas irónicas llamó la atención de todos, además de hacer que Mikey, Draken, Chifuyu y Pah-chin, por sobre todas las cosas, fruncieron el ceño. En lo último, bien alejado de todos, estaba Hiro vestido con su uniforme.«Se quiere suicidar» Pensó inmediatamente Takemicchi asustado, pero el comandante de Bluser estaba completamente serio, mientras se abría paso entre las malas miradas, las amenazas implícitas y explícitas que le decían todos los miembros de ToMan. Con las manos en los bolsillos, se acercó a Mikey y se quedó solo un escalón abajo.
—Buenas tardes, lindo discurso por cierto —saludó con una sonrisa—. Necesito hablar con Chifuyu —comentó sin perder la sonrisa, mientras miraba al mencionado.
—¿Por qué quieres hablar con él? —preguntó, Hiro solo sacó su teléfono para mostrarle una imagen, de varias personas heridas y de rodillas.
—Miembros míos, dicen que ToMan los atacó —aclaró. Dejando a Mikey totalmente sorprendido—. No voy a aguantar estupideces de gente que quiere joderme, y supongo que joderte a ti, ahora permíteme terminar con esta mierda de una vez por todas, por favor —pidió tranquilo, mientras daba un paso al frente, quedando a centímetros del rostro de Mikey, dejando claro la diferencia de altura entre ambos, a pesar de tener la misma edad.