Para Takemicchi todo eso lo había dejado sorprendido. Él había ido con su novia Tachibana Hinata, y estaba tranquilamente caminando hasta que vio a ambos grupos enfrentados.
Dejando a todos sorprendidos, Tensu se inclina y con una voz firme le dice ¡Muchas gracias por su ayuda!, seguido de los demás capitanes y los miembros de cada división. Dejando a todos sorprendidos, cuando todos se levantaron, empezaron a retirarse tranquilamente, dejando solo a los capitanes.
—¿Por qué tanto alboroto? —preguntó Sano Emma, mientras miraba a Tensu, quien solo sonrió.
—Porque ToMan nos ayudó a recuperar a uno de los miembros más importantes de toda nuestra pandilla —aclaró, mientras sacaba su teléfono—. Hiro nos contó lo que hiciste por él, muchas gracias Mikey —volvió a repetir.
—¿Todo está bien? —preguntó Takemicchi preocupado, mientras se acercaba al grupo seguido de Hinata.
—Si, los miembros de Bluser solo vinieron a agradecer a mi hermano —aclaró Emma tranquilamente.
—¿Agradecer? —preguntó el falso rubio sin entender.
Antes de que Mikey pudiera contestar, sonó el teléfono de Tensu, quien con tranquilidad le pasó la llamada al comandante de ToMan, quien se sorprendió al ver que era Hiro quien lo llamaba.
—Hola —saludo Mikey, con una sonrisa inoportuna.
—Ey, rubiecito ¿Cómo te encuentras? —preguntó. Mientras Mikey hablaba por teléfono con Hiro, Draken se acercó a Tensu, al igual que todos los capitanes.
—¿Esto era necesario? —preguntó Emma justo al lado de Draken.
—La verdad, es que no tenemos palabras para expresar lo agradecidos que estamos con Mikey, por hacer lo que hizo por nuestro Hiro —aclaró el pelirrojo acomodando su traje tradicional.
—Hiro, es el corazón, y la cabeza de nuestra organización —comentó Jun, mientras bostezaba—Sin él, no sé qué sería de nosotros.
—Es la persona más atenta de todos nosotros, sin él Bluser podría ser cualquier pandilla corriente y ridícula —dijo Mimi, mientras se acomodaba un vendaje.
—Sin mencionar que es nuestro miembro más fuerte —comentó Dai, antes de sacarle la lengua a Pah-chin con la intención de buscar pelea, de forma totalmente infantil.
—Hiro es algo muy importante para nosotros, si lo llegáramos a perder, posiblemente Bluser se caería en pedazos —aclaró Homi, mientras abría una libreta negra—. Él es el espíritu de todos nosotros.
—En conclusión, ese hijo de puta, se hace querer y se vuelve alguien muy importante para nosotros —aclaró Tensu, mientras se acercaba a Mikey, quien había colgado.
—Eso es muy adorable —comentó Emma y Hinata al mismo tiempo.
—Bien, ya que están aquí, porque no pasamos el festival de año nuevo juntos —dijo el rubio mientras le entregaba el teléfono al pelirrojo.
—Oye, Pah-chin, porque no vemos quien es más fuerte. Así te queda claro que yo soy mejor —comentó de forma infantil Dai.
—Puede que no sea muy listo, pero no me superaras —aseguró el más alto.
—Si, Pah-chin tiene el cerebro como una pulga, pero es increíblemente fuerte, por eso es mi capitán —comentó enojado Peh-yan.
Ese festival de año nuevo, se vio algo único en la historia, porque ahí no se veía a ToMan o Bluser, sino que se encontraba un grupo de amigos, divirtiéndose y hablando. Simplemente compartiendo el tiempo. En ese día, los lazos empezaron a formarse, Tensu y Draken se veían más unidos, Pah-chin, Peh-yan y Dai se encargaban de discutir para ver quien era mejor, pero jamás pasan de la línea amistosa. Jun, hablaba con Mitsuya y Hakkai porque le interesaba compartir y combinar su interés por el anime y la costura. Por otro lado, Smiley y Angry estaban con Homi y Hashi, comentando sobre distintas combinaciones de comida y por último, estaba Mimi quien hablaba con Hinata, Emma y Takemicchi sobre cuidados para después de las peleas. Lejos de ese lugar, en una cama de hospital, Hiro estaba mirando la hermosa vista que le propinaba la ventana. A su lado, estaba su mamá totalmente dormida.
—Feliz año nuevo —murmuró, con el deseo de que todo estuviera bien con sus amigos.
Había pasado una semana, y Hiro solo debía guardar reposo unos días más para poder salir del hospital. Su mamá pasaba a verlo todos los días, sus amigos por otra parte, fueron a visitarlo los primeros días, pero Hiro le había pedido que se encargaran de Bluser y que personalmente le había pedido a Jun, que venga a hablar con él a solas.
Jun, estaba completamente serio, pero intentaban mantener controlado el temblor de su cuerpo. Hablar con Hiro, era algo que para muchos podía ser un honor, y más conociendo todo lo que había logrado, pero en ese momento para el capitán de la sexta división, solo era una tortura, él creía que sería echado, que lo alejaría y eso provocaba un fuerte dolor en su pecho. Aunque no lo demostraba, se había esforzado mucho para poder proteger a todos, y aunque toda la extorsión provocó que traicionara a Bluser, y lo entendía, claro que lo entendía, pero aun así le parecía imposible aceptar el hecho de que lo iban a echar de su segunda familia. Tomó mucho aire antes de abrir la puerta, y cuando vio a Hiro intentando alcanzar su teléfono, mientras procuraba no caerse de la cama.