Están Aquí

Capitulo 2

A veces me gustaría tanto que esto fuera solo ficción, que fuera solo producto de mi cabeza, cuando hay una perdida así, cuando alguien decide que no pude más, la reacción de los familiares comúnmente es pensar que la familia tuvo algo que ver, que la familia es la culpable, que la familia pudo haber hecho algo para impedirlo, a nosotros nos pasó de repente nos vimos más solos que nunca, la familia de mi madre prácticamente dejo de preocuparse por nosotros desde el funeral, mi madre jamás les conto lo que en casa ocurría, y seamos realistas, quien de su familia podría salvarnos de ese ser que nos atormenta en casa, en esta soledad esa cosa con apariencia de niña parecía fortalecerse comenzó a parecerse ahora a mi hermana que se volvió su persona favorita para molestar de alguna forma ese ente reviso las cosas de mi hermana, fue un sábado cuando estábamos de regreso en casa después de haber asistido a una comida en casa de un amigo de mi padre para encontrarnos con el diario de mi hermana abierto, con cartas y recuerdos tirados por todos lugares, en pocas palabras ese espíritu había hecho un desorden en las cosas de mi hermana, mi hermana enfada lloraba mientras le ayudábamos a reordenar todo mi padre fue en busca de una escoba y recogedor para levantar algunos pedazos de porcelana, cuando regreso tenía la cara pálida y en sus brazos tenía el vestido de confirmación de mi hermana en la oscuridad de la sala dijo haber visto el vestido flotando de pie como si alguien apenas invisible lo llevara puesto, al encender la luz el vestido ya estaba tirado en el piso, con un penetrante, con un asqueroso y horrible olor a putrefacción, hemos pensado en cambiarnos de casa pero sinceramente es algo que no podemos costear, es algo que incluso esta fuera de discusión sobre todo porque esta es la casa de mi madre es la casa donde crecimos y no vamos a dejarla porque está porquería allá  decidido quedarse aquí, no va a ganarnos, rezar, bendecir, limpiar la casa, mi hermana y mi mama ya lo habían notado, cuando ellas se asustaban demasiado y comenzaban a rezar a este espíritu parecía divertirle, parecía aprovechar para burlarse de ellas, a pesar de que nunca pensamos que fuera a resolver algo mi padre hablo con una madre , era muy amiga de la familia de mi mama, ella acepto venir de mala gana y así fue vino a bendecir la casa, evidentemente mi padre no le explico bien que era lo que sucedía en la casa y al parecer la madre  pensaba que era lidiar con la pérdida de un ser querido y del lugar en el que decidió quitarse la vida, llego acompañada de un señor  don Agustín  él le ayudaba con las labores de la iglesia, recorrió la casa lanzando bendiciones en idioma español alguna en latín y se fue esa misma noche ya muy tarde, muy tarde en verdad alguien llamaba en la puerta, nos sorprendimos ver que se trataba de don Agustín nos pidió pasar y le invitamos un café, nos pidió a todos que fuéramos sinceros  y que le contáramos que era lo que en realidad pasaba en la casa y creo, bueno estoy segura de que esa fue la primera vez que fuimos verdaderamente honestos con alguien fuera de la familia, la primera vez que fuimos honestos al respecto, don Agustín nos inspiró  tanta confianza y demostró verdaderamente creernos que terminamos en lágrimas, contándole absolutamente todo lo que había sucedido, la niña no paraba de reír, a las 4 de la mañana don Agustín decidió irse a su casa y aunque mi padre se ofreció a llevarlo él se negó, tienen que ser muy fuertes y cuidarse más que nunca nos dijo, a la mañana siguiente llego a la casa con agua bendita, figuras religiosas y con una señora ya muy grande de edad pero en verdad ese señora  nos hacía sentir una calma inmensa  que en verdad nos hacía falta, se trataba de una madre retirada y don Agustín la había puesto al tanto de nuestra situación a la señora le preocupaba que esta cosa que se apoderaba de mi casa hubiera podido detener físicamente la puerta en aquella ocasión mientras mi madre agonizaba, he visto muchas cosas en mi vida y muchas de ellas aun no las entiendo nos dijo creo en dios y he visto al diablo y entre nosotros hay muchos seres que vinieron escapando del infierno ellos se quedaron todo el día mientras mi padre mi hermana y yo nos salimos gran parte de la tarde y regresamos hasta en la noche, aún seguían en la casa se miraban ya muy agotados y nos dijo la señora que a estas alturas ya le faltaban fuerzas para darle en la cara  a un ser así a pesar de eso prometió volver cada mes a la casa para bendecirla y tratar de librarla de esas energías de esas cosas cuantas veces fuera necesario, después de eso fueron  cuatro días los que estuvimos en paz, cuatro días en los que la paz y tranquilidad se sentía por primera vez después de mucho tiempo en mi hogar, hasta que llegaron los demás, buscábamos salir todo el tiempo de la casa, visitábamos incluso a personas conocidas a las cuales teníamos muchísimo tiempo sin ver y en una de estas visitas mi padre recibió una llamada, era un vecino, algo ocurría en la casa yo recibí un mensaje a mi teléfono de mi primo Antonio sobrino de mi madre que tiene una pequeña tienda de ropa a unas cuantas cuadras de la casa, nos pedía que fuéramos de inmediato para allá al llegar a la casa nos encontramos con muchas personas que estaban fuera de nuestra casa que estaba con todas las puertas abiertas con todas las luces prendidas y sombras caminando por las ventanas, nos comentaban diferentes vecinos que unas horas antes gritos horribles salían de mi casa, gritos desesperados de dolor y otros llenos de maldad y macabros, las personas salieron de sus casas y se acercaron a mi casa pero nadie se atrevía a entrar, un vecino que conocía muy bien a mi primo corrió a la tienda de el para avisarle que algo ocurría con nosotros o al menos eso pensaba  el de inmediato se dirigió hacia la casa y sin pensarlo entro se perdió en la oscuridad mientras los vecinos observaban desde afuera los gritos se callaron poco después pero él no salió, cuando nosotros llegamos vimos a mi primo inconsciente en una ambulancia en la cual recibía atención, miramos sombras las cuales eran de tres agentes que revisaban la toda la casa, mi primo cuando nos miró nos abrazó como hace mucho que no lo hacía, nos abrazó fuerte nos dijo que entro a buscarnos y la casa estaba mucho muy oscura de lo que sería normal a pesar de ser una noche de luna llena dentro de la casa no se miraba absolutamente nada, las luces no encendían, corrió al segundo piso de donde provenían los gritos y ahí justo en la entrada del cuarto de mi abuela  iluminada por la ventana  que estaba junto al final del pasillo, una niña ,una niña con cara de anciana  sonriéndole de oreja a oreja, la niña le daba la mano a un hombre muy alto un hombre al cual se le caía la piel de su cuerpo, no creía lo que veía, encendió la lámpara de su celular  para cuando lo hizo ya no había nadie, intento correr hacia el primer piso pero algo lo golpeo muy fuerte en el abdomen, se había topado con algo o con alguien y aunque ese algo lo tenía enfrente no lograba verlo la oscuridad era inmensa que parecía que tenía los ojos cerrados, pensó que era un mueble y extendió sus manos para tocarlo toco una bola húmeda, dura sintió entonces unos cuantos cabellos en ella y piel cayéndose al contacto de sus dedos, algo se rio, algo enfrente de él se reía con una risa que verdaderamente causaba pánico, el sintió en sus manos las carcajadas de la niña mientras le sostenía la cabeza, lo siguiente que supo o lo siguiente que vio fue a un policía tratándolo de reanimar, nunca lo había visto así ni siquiera en el funeral de mi madre, mi primo lloraba mientras nos contaba lo que había sucedido lloraba como un niño, mi padre le pregunto que ante esos gritos que demonios le había hecho entrar a nuestra casa a oscuras a buscarnos en lugar de esperar a la policía, nos miró y nos dijo que entro porque una de las voces que gritaba era la mi madre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.