Estar contigo

CAPITULO 10

No sabía como decir a Mike que es lo que había pasado, no sé por qué Morrison está empeñado en meter en la cárcel a Levis, han presentado testimonios declarando que Levis acude a bares y se alcoholizó durante el curso, una falta leve a mi parecer, pero a la de ellos no.

Tengo que llamar a Víctor, no soy tonta y aquí hay un gato encerrado. Porque se toman tantas molestias para encerrar a este hombre por nada, en cualquier otro caso no habría ni curso ni multa, solo un primer aviso. 

Ahora se excusa en que no es de fiar para enviarlo a la cárcel durante seis meses, esto ya no es normal. 

Morrison ha sido demasiado duro en este aspecto. 

Flashback

—Tiene diferentes acusaciones tales como alterar el orden público, además de infracciones por atentar contra la seguridad ciudadana, según el artículo 185 del código penal la pena será de hasta dos años de prisión, no entiendo tanto revuelo.

Los hechos están aquí recogidos.

—No estoy de acuerdo, mi cliente ha cumplido con las órdenes impuestas por usted señoría, y desde ya le comunico, que enviaré una reclamación escrita ante la oficina de Atención Ciudadana del Consejo General del Poder Judicial, ya que no creo que por una pelea estando ebrio deba entrar a prisión. 

—Esto no se trata de lo que usted crea letrada, se trata de cumplir la ley.

—Perfecto, entonces veremos que piensa la Comisión De Disciplina Judicial de su departamento.

Fin del flashback.

Sé que Morrison no está nada contento conmigo, lo he desafiado delante de otro letrado, pero no dejaré que Levis sea la cabeza de turco de algo que no sé qué es, pero, Víctor, me va a explicar qué es lo que pasa aquí. 

Alex se acerca a la puerta cuando salimos. 

—¿Qué ha pasado ahí dentro Millas?

—eso quisiera saber yo —digo mirando a Mike, que está saliendo ahora por la puerta.

—¿Millas qué pasa? —pregunta de nuevo Mike.

—Vamos a comer, tenemos que hablar seriamente tú y yo solos —Recalco mirando a Alex.

Este se despide de nosotros, acordando que vendrá en tres horas.

MIKE

No sé lo que está pasando, pero entiendo que no es nada bueno por la mirada que me dedicó el Juez Morrison.

No entiendo su enemistad conmigo, en su día nos conocimos por mi cuñada Allison, no nos caímos bien aunque tampoco mal.

Noelia sube a mi coche y me indica dónde dirigirnos a comer, hemos venido cada uno con el suyo, ya que la idea principal era que después del juicio iríamos cada uno hacia su oficina.

Mi abogada no me dirige la palabra en todo el camino, va murmurando cosas para sí misma, perdida en sus pensamientos.

Al llegar al restaurante pide al que parece ser el encargado que nos aleje del centro y haga el favor de ponernos en un lado del salón, ya que es una reunión de negocios. Debe de venir seguido porque el chico asiente al momento.

—Voy a ir directo al grano Levis, ¿qué pasa contigo y Morrison? —pregunta molesta.

—Ni yo sé lo que le pasa, como quieres que te lo diga. —bufo.

—Mira Levis, esto es serio, ese hombre está decidido a mandarte a la cárcel por una pelea callejera, está cegado, no me puedes decir que no sabes el porqué.

Realmente no lo sé. Me tomo unos segundos antes de hablar.

No me gusta, pero tengo que hacerlo, volver al pasado es doloroso y explicarle a Miller que es lo que pasó en su día, es algo que me duele, me cuesta hablar, Noelia es de las pocas personas en las que puedo confiar ahora mismo y confío. Así que empiezo.

 

—Tal vez sea otro de los que creen que soy el culpable de la muerte de mi hermano y por eso quiera castigarme, Morrison tenía amistad con mi difunta cuñada Allison, ¿sabes? Era yo el que debía ir en ese coche, no ella, ni mi hermano. —suspiro agobiado.

—Levis… —suaviza el tono de voz—. Por esa razón Morrison no te encerrará, creo que lo conozco, además tú no tienes la culpa de nada… Levis escucha, tú tomaste una decisión y ellos tomaron la suya.

—Pero estaba embarazada Noelia… —me calla, negando con la cabeza.

—No Levis, cada uno somos responsables de nuestros actos, lo sé bien, soy abogada, no pueden encerrarte por cambiar de coche, aquí, en todo esto hay seguramente algo más. —-dice pensativa. —¿ibas borracho ese día?

—No Miller, nunca antes había bebido en horario de oficina, pero desde ese día…

El camarero interrumpe nuestra conversación, con el menú en la mano, mientras Noelia me pide que decida por los dos, indicando que va a hacer una llamada.

NOELIA

Esto me huele mal, antes llame a Víctor, pero no me respondió la llamada, ahora que es la hora del almuerzo tengo la esperanza de que me responda.

Efectivamente, al segundo toque este responde.

—Mi querida niña, iba a llamarte, he visto que me has llamado antes.

—Víctor necesito que me respondas algo y además necesito que lo hagas muy sinceramente. ¿Qué mierda pasa con Mike Levis? —Alzo un poco la voz.

——Noelia no… —balbucea.

—Y no me digas que nada, porque perderemos toda la amistad que tenemos en unos pocos minutos —lo corto.

—Realmente no sé qué pasa con él, pero sí sé que pasa algo. Le pasan cosas muy raras, una de ellas fue la pelea en el bar, Levis no es agresivo, no mataría a una mosca, antes de llamarte confirmé con los testigos que los tipos no lo dejaron de invitar a copas y después lo provocaron hasta que les dio de golpes. —explica. —Más tarde le informé que la directiva de la empresa se había subido el sueldo según hacienda, teniendo pérdidas, y me contestó que no le importaba. 

—-¿Me estás diciendo que todo es una trampa?

 

—¿Qué ha pasado con él ahora? ¿Otra pelea? —pregunta.

—Quisiera que fuese eso, pero hoy después de que cumpliese con su condena, que fue el curso más la multa, cosa que ya sabes, me encuentro al llegar al juzgado que hay unos tipos que lo denuncian porque alegan que le siguen teniendo miedo, ya que lo han visto en el bar seguir bebiendo.




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