Estar contigo

CAPITULO 13

 

NOELIA.

 

Parece que Víctor no lo sabía todo, Morrison no se intimidó fácilmente, tal como dijo hay algo grande detrás de todo esto.

Necesitan a Levis fuera de juego, pero no sabemos para qué, claro que el con su carácter de mierda se lo pone bastante fácil.

Ahora no sé si por librarlo a él, me he sentenciado yo. Él hace que pierda el control, no sé cómo lo hace pero caigo en sus provocaciones como abeja en miel.

Va muy serio, debe de estar molesto por tener que aguantar a la niñera seis meses mínimo más.

—¿Vas en tu coche y yo en el mío? —Le pregunto.

—Vamos juntos si te parece y después venimos a recoger mi coche, ahora hay muchos periodistas cerca esperando.

—Claro, pero yo tengo que pasar un minuto por el bufete, luego te acompaño a la constructora. ¿Te parece?

—Me parece bien, me llevarás al bufete ¿como si fuese un niño reñido? —me dice riendo. 

—Mike no le veo la gracia, no tiene ninguna. —bufo —te quiere meter preso.  

—Noelia qué más da, no lo ha conseguido. Y si lo hiciera ¿a quien le importa? —pregunta con unos ojos completamente apagados por la tristeza.

—Levis piensa… Victor, los trabajadores de tu empresa..

Me mira intensamente, parece que quisiera decirme algo, creo que después de todo empiezo a leerlo correctamente, lo voy conociendo.

 De repente cambia su mirada, sus ojos grises se oscurecen  y se vuelve de nuevo frío.

—¿Nos vamos, niñera? —pregunta seco.

 —Ohhh, estupendo no llevas ni media hora fuera y vuelves a ser un imbécil.

—Nunca he dejado de serlo, no te equivoques. —gruñe.

Si pudiera en este momento, lo ahogaba con mis propias manos.

 

MIKE.

 

La rubia me agrada más de lo que puedo admitir. 

Pero no voy a dejar que se acerque demasiado, no quiero que se encariñe conmigo, al final se cansará de luchar como dice Morrison por causas perdidas.

De nuevo no me habla, está en modo sargento que para mi eso es peor porque me resulta jodidamente sexy.

Acabamos de entrar en el bufete de Victor, llevo mucho tiempo sin pasar por aquí, en la primera planta sigue la misma recepcionista que antiguamente, si no recuerdo mal se llama Elsa. Un par de veces me invitó a tomar una copa que educadamente recline, no quería problemas con Victor y esta chica no parece de las que se conforman con una noche.

Al verme sonríe levantándose de su silla.

Noelia ha avanzado hacia el ascensor, como va molesta no me espera.

—¡¿Levis?! ¿Mike Levis? Que gusto verte por aquí, ¿A que se debe tu visita? —habla rápido —Victor no está pero puedo atenderte en lo que necesites… —me dice coqueta.

—Realmente vine con Noelia —me mira dudosa —con la letrada Millas.

—Oh claro, Victor deja a muchos de sus clientes en sus manos. ¿Ahora es tu abogada?

—Bueno si… ella —Noelia viene a coger mi mano dejándome sorprendido por la acción.

—Cariño tengo prisa, ¿podemos subir ya?  —dice pestañeando inocentemente.

Intento realmente ahogar una carcajada por su actuación, esta mujer es increíble, una caja de sorpresas.

—¿Cariño? —Elsa hace una mueca de sorpresa.

Noelia no me deja hablar, tira de mi brazo y con el rodea su cintura.

—Elsa, ¿no sabia que conoces a mi prometido? —dice con voz suave.

—Si, lo conozco… —Noelia no la deja continuar, la interrumpe.

—Perdona que os corte la conversación, pero tenemos prisa. —sonríe falsamente.

Me despido de Elsa que no sale de su asombro, su mirada nos acompaña hasta que nos montamos en el ascensor juntos.

 

NOELIA.

 

No la soporto, es una barbie natural de tamaño real. He visto que coquetea con Levis como lo hacía con Victor hasta que Nerea, su prometida le cortó las alas y se puso seria con ella.

No es que me importe, pero me molesta que Levis le sonría de esa forma, ella es una cazafortunas y este que sube al ascensor conmigo un idiota.

—Increible actuacion rubia —dice un sonriente Levis.

—Si, soy buena actuando, es parte de ser una buena abogada.

—Me gusta, ha sido bastante creíble. —guiña un ojo.

Mike me mira sonriente y eso me molesta de sobre manera.

—¿Qué te pasa Levis? 

—¿Estás celosa  rubia? —pregunta ganándose una mala mirada por mi parte.

—Nada de eso pero debemos tener cuidado imbécil, desde esta mañana eres mi prometido, no me faltes el respeto aunque sea ficticio, para todos debe ser real. Los únicos que saben de esta falsa son Alex y Victor , espero Levis que no se entere nadie más de esta farsa. Nadie Levis. Yo tengo mucho en juego.

 

MIKE.

 

—Está bien rubia, no te alteres. Fingiré que soy tu pareja, te lo debo… —Al responder eso se relaja.

El ascensor para en la cuarta planta, que es dónde debe de tener su despacho cosa que corroboro al ver salir a Álex de una de las estancias.

—¡Pero si es la pareja del momento! —exclama divertido.

Miro a Millas que solo rueda los ojos, le da unas indicaciones y me pide que la siga.

Al entrar al despacho cierra con llave, al tiempo que se deshace de su chaqueta.

—Mira Levis, se que a ti no te importa nada en estos momentos, que lo que pase a los que te rodean te tiene sin cuidado, a mí no me debes nada solo hago mi trabajo, te pido porfavor que nos ayudes acabar cuanto antes con todo esto, que pongas de tu parte por una jodida vez. ¡No es un juego! —Me grita enfadada.

Irremediablemente esas palabras me apuñalan, como  yo pensé no le importa nada más que su trabajo. 

Una pequeña ráfaga de rabia sube por mi estómago, solo hay algo que no entiendo.

—¿Por qué me ayudas con tanto esmero Millas? —pregunto muy molesto —tu trabajo acaba, en el momento que se dicta sentencia en un juicio, ¿cierto? en cambio tu sigues conmigo, ¿Que soy? ¿Tu obra de caridad navideña? —escupo.

—Levis no te lo tomes así, no tergiverses las cosas —la corto serio. 

—¡Contesta! ¿Por qué me ayudas de esta manera? arriesgas demasiado, ¿que buscas? ¿mi dinero?




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