MIKE.
Llegamos al parking del edificio, el sitio donde pone presidencia está ocupado por Pedro, a mi personalmente no me importa todo lo contrario que a Noelia.
Pide al chico de seguridad que haga el favor de mover el coche de Lopez a su lugar para aparcar el nuestro.
Ella me dice que es necesario que me haga respetar para que me respeten.
En la entrada principal se encuentra Lily recepcionista a la que tengo un gran cariño, la conozco desde que era un crío que corría por los pasillos, molestando en cada oportunidad que tenía, para Samuel y para mi fue muy parecido a una nana, se podía haber retirado hace un año pero no quiere hacerlo.
Es lo más real que queda en la empresa.
Al verme se levanta como cada vez a darme un abrazo.
—Hola Lily, ¿cómo vamos?
—Descarado, días que no te apareces ni respondes llamadas que crees que es esto un cafe? —me abraza —aquí tienes responsabilidades muchacho.
—No me regañes tanto Lily, me dejas en vergüenza delante de mi prometida.
—¿Qué dices muchacho? —me mira sorprendida.
—Te presento a mi pareja, Noelia. —digo abrazando su cintura.
—¡Oh, mi Dios! Por fin mi chico centró un poco la cabeza.
NOELIA.
Esta mujer aparenta ser realmente buena, y parece que está en el bando de Mike.
—No me avergüences por favor Lily. —rie Mike.
—Esto no es nada deja que algún día esté con esta niña a solas.
—Cuando guste Lily tomaré café con usted.
—No será pronto si sigues tratándome de usted —finge molestia.
—Entonces cuando gustes Lily. —digo riendo.
—Me gusta esta muchacha Mike.
Mike la abraza indicando que tiene que subir a su despacho. En este momento dudo si debo subir con él o quedarme aquí abajo, esa duda se disuelve rápido cuando Mike me toma de la mano y me guia con él al ascensor una vez dentro me mira sonriente.
—¿Qué pasa ahora Levis?
—Nada, creo que eres la primera mujer que le presento a Lily que le agrada.
—Por algo será Mike, por algo será…
Al llegar a la planta, en una mesa cerca de la puerta de presidencia una pelirroja que estaba sentada, se levanta a saludar a Levis efusivamente, no se que es lo que tiene este hombre, pero ella se lo come con la mirada.
—Buenas tardes señor Levis, que placer verlo por aquí.
—Buenas tardes Marga, te presento a la señorita Millas.
—Hola —responde seca —sin apartarle la mirada.
—A partir de ahora la señorita millas tiene libre albedrío para andar por la constructora.
—Disculpa Levis, pero necesita un permiso… —Mike la calla.
—Marga, la señorita Millas, Noelia es mi prometida y no necesita nada. —Esta chica me fusila con la mirada mientras su boca muestra una mueca a modo de sonrisa.
—¿Algún mensaje o correo para mi? —pregunta.
—Señor Levis sus mensajes se le pasan al señor Lopez diariamente —contesta sin mirarme ni un momento.
—¿Quien dio permiso para que mis correos pasarán a López? —La pelirroja cambia el gesto de su cara.
—Usted señor no venía a la empresa… así que yo supuse…
—Tu no tenias que suponer nada. —bufa seco.
Doy otro apretón a su mano para que se relaje, no nos interesa que se remuevan las aguas hasta saber qué es lo que pasa.
—Cariño, no seas así. La “chica” no te esperaba. —digo melosa. —A partir de ahora los correos se los envías a su cuenta personal, nos vamos por unos días pero queremos estar informados.
—Ya la has escuchado, todo lo que venga a mi nombre a mi cuenta de correo.
Marga me fulmina con la mirada, se nota de lejos que mi petición no le ha hecho ninguna gracia, hay dos opciones por las que puede ser esto, la primera le gusta Levis y no le agrada que esté por aquí, la segunda que hay problemas ocultos en la empresa.
No lo sé de cierto, pero en la abogacía se aprende a leer expresiones cada día y esta pelirroja no es trigo limpio.
—Como ordene jefe. Los de hoy ya… la interrumpo.
—Marga los de esta semana se los envías, estabas tomando café no creo que te lleve mucho tiempo —le sonrío.
—Disculpa mi atrevimiento pero será lo que diga el jefe. —lo mira.
—Lo que diga Noelia, Marga. Además de ser mi prometida también es mi abogada, es mejor que esté al día sobre las cosas de la empresa.
Cuando Mike pasa su llave para entrar a la oficina esta se encuentra abierta, dentro está el hombre que en el restaurante discutía con Mike.
—Mike, hola. —dice sorprendido. —¿Qué haces por aquí?
—He venido a por los contratos que tengo que firmar con los Matte. —¿Qué haces en mi oficina?
—Hijo, cómo no vienes he pensado en pasarme a tu oficina, espero no te moleste. ¿Quién es esta chica?
—Hola soy Noelia, Noelia Millas —digo alargando mi mano.
—Exactamente te presento a Noelia Millas mi prometida.
Vaya que callado te lo tenias. —Le sonríe.
de lejos se ve que su sonrisa no es sincera.
—Bueno pues ya que estás aquí firma los contratos —le dice.
Otra vez el iluso de mi falso prometido, hace amago de firmarlos, pero al tenerlo abrazado un pequeño pellizco en la cintura lo detiene. Hace las cosas sin pensarlas.
—Mejor nos llevamos los contratos cariño, tenemos prisa. —digo de forma inocente.
—Si tienes razón, mejor les doy un vistazo en casa.
López me da una mala mirada.
—Levis son contratos confidenciales, no debes llevarlos a casa. tienen que estar listos antes del cinco de Enero, no sabemos cuándo vas a poder traerlos.
—No se preocupe ¿Lopez? —sonrió —ahora a parte de su pareja soy su abogada, y porque sean devueltos el día dos de Enero MIke retomará sus funciones en presidencia.
Editado: 26.01.2024