26 de abril 2015
Mientras la lluvia cae sobre mi cuerpo, mezclándose con mis lamentables lágrimas y mi profundo dolor, me pregunto si lo que hice estuvo correcto. Tal vez no, pero ya es imposible devolver el tiempo.
Capítulo 1
Rodee los ojos cuando Linsy me hizo la misma pregunta de siempre. Es que no se cansaba de recibir la misma respuesta, o solo lo hacía para dejarme más y más en vergüenza delante de todo el grupo, y yo me inclinaba más por la segunda opción. Linsy era bien conocida por lo bufona, bromista e inaguantable que a veces era.
Al quedarme en silencio, comenzó a reírse.
- Así que todavía no te hechas un novio. ¿Te quedaras sola como Rebecca? – Por esta razón es que esta chica no me gusta para nada, vi como Rebecca bajo la cabeza y trató de ignorarla, aunque era predecible ver lo molesta que estaba. A Linsy no le importaba que tan amigo eres de ella, si quiere bromear lo hace sin importarle los sentimientos de nadie.
- Y tú seguirás tan de payasa como todos los días. Lo mío se puede cambiar lo tuyo no. – Le respondí antes de levantarme.
- Esta es la razón por la que sigues sola, nadie puede jugar un poco contigo. Eres demasiado aburrida… - Cada vez escuchaba menos sus palabras mientras más me alejaba.
En realidad, me da algo de lastima, solo sentirse bien bromeando con los defectos o las cosas diferentes de los demás para que la acepten en un grupo que a sus espaldas la juzgue., gracias, pero paso de eso, prefiero ser como soy al que le guste bien al que no, qué más da. Esa es la gran diferencia de ser como eres y ser como los demás quieren que seas.
- ¡Cel! ¡Cel! – Escuche gritar a Rebecca tras de mí, me detuve a esperar que llegue a mi lado para seguir caminando. – Sabes que Linsy es así, simplemente ignórala.
-Si hiciese eso la tomaría más contra mí. – Le dije dejándole bien en claro que eso era lo que Linsy hacía con ella.
Rebecca soltó un bufido antes de cambiar de tema, pues sabía que no lograba nada si intentaba defenderse. Estuvimos hablando cosas sin sentido hasta llegar al aula de clases. Historia Universal era la única materia que tenía los miércoles, lo malo es que era al medio día, momento en el que todos estábamos cansados y perezosos. Me senté en mi habitual asiento en el medio, ni tan adelante para que me vean como alguien muy inteligente, ni tan atrás para que me vean como alguien muy dormilona y tonta. A los del medio nadie le pregunta y nadie le presta atención. El mejor asiento para las personas amargadas como yo.
Roma. – Dice el profesor tan solo entrar. – Quien empieza.
Como era de esperarse Gabriela comienza hablar. No entiendo nada de lo que dice, pero hago creer que lo entiendo todo. El tiempo pasa cada vez más lento mientras la voz de Gabriela hace que el sueño sea más grande aún. Entiendo que sea inteligente y que le guste la materia, pero realmente aburre cuando habla tanto, su voz es dulce, pero ella siempre la cambia para hacerse ver más inteligente, dando énfasis en cada palabra, es como si estuviera exponiendo delante de todo el país y temiera que alguien no le entienda.
- Leanz puede hacer un breve resumen del aporte de la señorita Folt. – Dijo el profesor a Santiago, la persona más despistada que podría existir.
- ¿Qué? – Pregunto haciendo marcar su acento francés.
- Si pusiese más atención a lo que se habla entendería.
Santiago solo rodo los ojos, me miro por unos muy breves segundos antes de bajar la cabeza nuevamente. Después del profesor dejar un trabajo sobre la historia de Roma y un ensayo sobre la literatura romana nos dejó salir de clases.
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Caminaba a paso lento en la acera, mi mirada perdida, los auriculares puestos a un volumen bastante elevado y un huracán de pensamientos totalmente desorbitados invadiendo mi mente a tal punto que mi cabeza duela, sin poder detenerlo. Algunas personas piensan que soy fuerte. No lo soy. Solo oculto mis sentimientos. Los escondo. Tratando de no aferrarme a ellos, pues con sentimiento todo es peor, así que simplemente trato de no tener más del que ya poseo. Pero a veces me lamento de eso. Lamento ser demasiada fría y que las personas se vayan de mi lado por tal razón, lamento no saber demostrar lo que siento.
He trabajado años y años en hacer de mí una fortaleza tan fuerte que nadie pueda destruir, que ninguna partida de alguien pueda abolir, me he escondido tanto tiempo en las sombras que ahora es imposible salir. Me adentre a la oscuridad siendo sombra, y ahora estoy en un mundo que sin conocerlo es parte de mí. Estoy en el mundo de los muertos vivientes y no sé si alguien será lo bastante fuerte en ayudarme a salir.