28 de abril del 2015
¿Por qué cuando uno está sufriendo escucha canciones tristes? Tal vez porque queremos consolarnos con la idea de que no somos los únicos que sufrimos.
Capítulo 2
If I 'm crying not bemoan me, because I am suffering,
This stormy pain I feel today,
Consequence of having such inner demons.
Help me to break free, please ... (Oh, oh, oh)
I'm drowning in pain... (Oh, oh)
It is so difficult to escape from the bonds that hold me.
So hard to be like really am.
Rather I die once and never see the sunshine, (Oh, oh) I am how hard you ever imagined.
I'm not like before, I am not like before, I'm not like before. I promise I'm worse. (Oh, oh, oh) I promise I 'm worse.
Dejo de cantar y tocar el piano al llegar a la última parte de la canción no terminada ni bien empezada, rápidamente la escribo, antes de olvidarla como suelo hacer la mayoría del tiempo. No soy la mejor de las cantantes, pero en realidad acepto que se me da bien cantar, pero no es algo con lo que pueda vivir de ello por lo que solo me dedico a hacerlo cuando necesito desahogarme. Dejo a mis dedos tocar sea la guitarra, el piano o cualquier otro instrumento, es la única manera de poder expresarme por lo que no dejaba que nadie me escuchara. Después de escribir la letra de la canción me acosté en la cama para ver una película. No había pasado una hora cuando escuché los gritos fuera de la habitación y el sonido de algo romperse, solo me abstuve a rodear los ojos y levantarme. Otra jodida vez –Pensé antes de abrir la puerta de golpe haciendo que esta golpeara fuerte contra la pared, al hacer esto se detuvieron los gritos y dos personas agitadas una frente a la otra, separadas por el sofá. Me apoye en la pared mirándolos con aburrimiento, la verdad ya estaba cansada de ellos y sus peleas, ¿Por qué simplemente no se daban cuenta de que no funcionaban como parejas y terminaban? Soy de los que piensan que si algo no funciona lo mejor es dejarlo para luego no lamentarlo, pero bueno todos poseíamos una manera diferente de pensar y ellos eran lo suficientemente adultos para saber qué hacer con sus vidas.
- Cierra la puerta cuando salgas, Adán. – Le dije claramente dándole la indirecta de que se fuera. Adán hizo una especie de gruñido antes de irse y cerrar puerta de una manera brusca y fuerte que resonó por todo el apartamento, nuestros vecinos se quejarían nuevamente de eso, estaba segura.
Como era de costumbre Amalia camino hacia su habitación antes de encerrarse en ella. Como no podía estar en el apartamento, decido ir a dar un par de vueltas por el centro de la ciudad.
- Oye tú. – Grita alguien, pero sigo caminando no creía que fuera a mí a quien estuviesen llamando, claramente estaba equivocada, lo supe en el momento en que alguien me detuvo en mi caminata.
- Mira se te ha caído. – Me dice un hombre que era lo bastante alto y fuerte para no pasar desapercibido. Pose mi mirada en lo que sea que él estaba sosteniendo y por poco no le daba la espalda y empezaba a caminar de nuevo.
- Es tuya he visto como se te ha caído. – Continúa el neandertal hablándome como si fuese una niña que no entendiera lo que ha dicho y me reí, riéndome de verdad como en mucho tiempo no lo hubiese hecho, me reí totalmente más fuerte al ver su cara de desconcierto y claramente molestia, pero él no podía culparme había parado mi caminata para devolverme una lapicera que notablemente se le había agotado la tinta y que había tirado discretamente, arruinando su mala presentación para poder coquetear conmigo, él debería de saberlo, ese es un truco demasiado utilizado. Tome en mi mano la lapicera y sin siquiera agradecerle camine antes de depositarla en un basurero y seguir caminando. Siento una vibración en mi bolsillo trasero indicándome que tenía una llamada.
- Ajá – Conteste
- Cel necesito que vengas al apartamento. – Dice mi tía antes de cortar. Tan simpática como siempre.
Camine hacía el apartamento que estaba solo a la vuelta de la esquina, adelante un poco más el paso de lo que iba anteriormente pues, aunque sabía que Tía Martha solo estaba en el apartamento para supervisar que todo iba bien se pone insoportable cuando alguien llega tarde, es una maniática con la puntualidad y quiere que todos lo seamos.
- ¿Por qué duraste tanto? – Me dice tan solo verme entrar, pero como la mayoría del tiempo hago la ignoro. No la estaba viendo en ese momento, pero con seguridad podría afirmar que había puesto aquella expresión de enfado.
- El sábado es el cumpleaños de Gabriel toda la familia estará. Las quiero allá a las 2 de la tarde. Lleven regalos y sean puntuales. Adiós. – Les dije tan simpática como siempre, la ternura nunca se le escapaba, era toda una dulzura. – Sarcasmo.