Estereotipos De M!"#$%

CAPITULO 16 NO PODÍA SEGUIR MINTIÉNDOSE

Misha se encerró en su habitación todo el viernes, sábado y domingo. Adela le ayudó con el cabello después de que se fueron los “amigos” del rubio. Bange no se le acercó por que notó lo decaído que estaba. El ambiente volvió a estar feo en casa, sus padres estaban preocupados.

Todos sabían muy bien lo mucho que Misha se dedicaba con su apariencia, a pesar de que tenía un conflicto con verse tan delicado. El pequeño alfa adoraba su cabello, quizás era lo que más le gustaba de sí mismo. Y ahora, lo perdió.

Así que, todo el fin de semana, nadie se atrevió a interrumpir su aislamiento. El día lunes Bange tuvo su celo, Adela faltó al trabajo y Misha tuvo que irse solo a clases. Su hermano estaría tres días sufriendo con los dolores. Eso solo empeoraba el ánimo de todos en casa. El aroma de Bange le hacía enojar mucho, estos días eran casi insoportables.

Usó el transporte público como siempre, sentía que estaba en automático. Llegó a su salón en un parpadeo, ignoró todo a su alrededor hasta que se sentó en su lugar. Ni siquiera quería saludar a Camil, no la miró. Parecía que aun no había llegado. Odiaba ese lugar, odiaba tener que ver a Kylen después de lo que le hizo.

El corte era pequeño, le cubría parte de la cara y los ojos como una especie de melena. Sus compañeros le miraban y murmuraban, por alguna razón sentía que todos estaban apartados.

Dereck fue el primero en aparecer por la puerta, Misha sintió nauseas. El alfa miró levemente interesado al rubio pero siguió a su puesto y le dio la espalda. El alivio no le duró nada, Kylen Ferrett entró por la puerta del salón. El silencio fue colectivo.

El pequeño alfa observó perplejo al abusador. El muchacho tenía claras señales de haberse peleado con alguien. Su rostro estaba golpeado, el labio partido y llevaba marcas de raspones. Traía la mano derecha vendada. ¿Quién pudo ser capaz de dejar en ese estado al alfa?

Camil apareció detrás de Kylen y fue rápidamente a su lugar, Misha la siguió con la mirada. La alfa se veía contenta, emocionada y con la urgencia de hablarle. Por desgracia Almerí entró al salón y mandó a todos a callar. Ella tendría que esperar para decirle a Misha lo que ocurría.

- Buenos días. - Habló Almerí. Misha se giró a prestar atención. - Tenemos un tema importante el día de hoy. - El alfa se veía tenso, serio y de mal genio. Eran cosas muy comunes en el señor. - El acoso.

Un murmullo se extendió entre algunos chicos de la clase, Almerí los mandó a callar de nuevo. Se acercó a su escritorio y tomó un libro, buscó entre las hojas la que necesitaba y recitó un texto.

“Una sociedad hacía el progreso depende del respeto entre sus integrantes” El rubio estaba escuchando atento, casi no respiraba. “Los actos de abuso no pueden ser ignorados, deben tener un alto.” El profesor siguió hablando, Misha giró su mirada a quienes le habían atormentado las últimas semanas. Kylen tampoco prestaba mucha atención a Almerí. ¿Estaba decaído? El profesor alzó la voz y regresaron a mirar.

- Como todos ustedes deben saber, no es bueno ACOSAR a sus compañeros, conductas hostiles como insultar, golpear, intimidar, amenazar, chantajear, agredir, entre otras cosas. Son serias faltas que pueden ser penalizadas por ley. Es natural que dos alfas deseen confrontarse, que pongan a prueba el respeto que se merecen y su posición ante los ojos de las demás castas. - Misha no estaba entendiendo que pasaba, trataba de ver a Camil con disimulo.

Seguramente todo era una coincidencia, nadie sabía lo que Kylen le hizo o como ocurrió. Al ser algo fuera de la escuela no tenían por que involucrar a las autoridades o a la institución. Tenía miedo de que hablaran en voz alta sobre lo que le hizo el gorila descerebrado ese. No quería que todos los supieran.

- Por esto para que vean que la disciplina se cumple y siempre pueden contar con el apoyo institucional no toleraremos estas conductas violentas. Todo alfa que siga creando conflictos será suspendido. - Advirtió, cerró el libro del que había estado leyendo. - Es hora de la clase, saquen sus libros.

- Es una patraña. - Se escuchó por encima del silencio, la melodiosa voz de Giel. - Esas reglas solo sirven a conveniencia. - La alfa estaba enojada, giró su atención a Kylen con una mirada amenazadora.

- Señorita Neglance, me temo que las reglas deben cumplirse. Estoy seguro de que el joven Campcell estaría de acuerdo. - Ironizó Almerí casi ignorando a su alumna.

Misha observó la escena a detalle, Taero no estaba en su lugar. Kylen llegó a esbozar una sonrisa y de nuevo varios murmullos se desataron. ¿Taero fue suspendido?

 

 

Las primeras horas de clase transcurrieron con más normalidad. En cuanto sonó la campana del recreo Camil corrió al puesto de Taero y se sentó apoyada en el respaldar para poder ver a su amigo.

La chica tenía una enorme sonrisa, ya no podía seguir conteniendo la emoción. Trató de no gritar lo que tenía que decir mientras sus compañeros salían del salón poco a poco. Misha no se levantó de su asiento.

- ¡Taero se peleó con Kylen!  - Camil se retorció de alegría. - Parece que Kylen es hijo de algún profesor, se pelearon fuera de su casa ayer por la noche, los vieron y acusaron a Taero con el rector. - Por fin pudo respirar de alivio, tuvo que esperar toda la mañana para soltar el chisme.




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