Con el corazón en las manos, y unas ganas inmensas de gritarle al mundo su dolor... ella decide relajarse, piensa que es mejor que vuelva su casa para ver a su familia y volver a lo que era antes de que desapareciera.
No se sentía muy bien emocionalmente, tenía un huracán de emociones en su interior. Ella suponía que iba a quedarse con el para siempre, ella quería irse de ese lugar, quería ver a su familia... no sabía concretamente lo que queria hacer.
(Más tarde)
Al llegar a su casa, es recibida por sus padres, ambos fueron corriendo rápidamente como una manada de lobos hambrientos persiguiendo a su presa, saltaron hacia ella para abrazarla lo más fuerte que pudieron. -hola familia :)- dijo Amanda con una sonrisa llena de lágrimas en la cara -los extrañé-. -¡HOLA PRINCESA, TAMBIEN TE EXTRAÑAMOS!!- dijeron sus padres a modo de coro -donde has estado? Sabes quien te hizo esto?- pregunto su padre con desesperación. Amanda dudo por un segundo en decirle la verdad a sus padres, pero decidió negarse a la serie de preguntas hechas por ellos.
-me alegra que estés de vuelta, ve a bañarte, y cuando salgas no te vas a separar de nosotros- dijo su madre con una sonrisa que cruzaba por toda su cara.
*sube las escaleras para ir al baño*
Una vez en el baño, abre el agua caliente y, al mismo tiempo el agua fría para poder tener una ducha agradable. Mientras se duchaba, Amanda empezó a pensar en todo lo que había pasado, no solo le trajo una gran tristeza, también le trajo un sentimiento melancólico sobre aquel chico, aquel chico que la tenía loca.
Pensaba en lo corto que había sido su tiempo juntos, se preguntaba a si misma, cual era el motivo para que el la dejara ir de esa manera.
Tenia muchas preguntas respecto al tema, estaba muy confundida, todo esto le daba vueltas en la cabeza, como un tornado. Y también su música de fondo para bañarse, no le era muy alentadora ya que esta era "See you again", la cual la hacía pensar más y, también deprimirse.
Al salir del baño, se dirije a su cuarto, nota que todo estaba igual a cuando ella se había ido, todo estaba tal y como lo había dejado. Su ropa de la escuela en el suelo, sus libros estaban todos en un perfecto orden, su cama sin acomodar, sus peluches encima de esta, su armario marrón estaba cerrado. Todo estaba tal y como ella lo había puesto.
Después de contemplar su dormitorio, busca ropa para ponerse y se prepara para tener una tarde con sus padres.