Lucas: —Oye, entonces ¿por qué no ha venido estos días a clases?
Josh: —Según lo que he escuchado, estaba en un torneo de boxeo.
Lucas: —Wow…
Mente de Lucas: A ver, es un chico guapo y alto… no te preocupes, tal vez Vela no le preste atención.
En ese momento voltea para ver a Vela y le ve ¡una sonrisa! Pero ella nunca había sonreído desde que empezaron las clases. ¿Cómo puede ser posible si ella siempre se ve como una chica seria a la que le preocupan más los estudios que otra cosa?
De un momento a otro, Lucas ve cómo Vela corre a saludar a Eric. De inmediato pone cara de horror.
Josh: —Oye, Lucas… parece que se llevan muy bien… ¿Lucas?
Mente de Lucas: ¡¡¡Ese maldito hijo de su madre! ¿¡Cómo puede ser posible que de una llegue y se robe la atención de Vela!?
Suena el timbre del fin del recreo.
En ese momento todos se dirigen al salón de clases, pero a Josh le dan muchas ganas de ir al baño, obligando a Lucas a esperarlo en la puerta.
Lucas: —¡¡Oye, Josh, ¿te quieres apurar?! No tengo todo el día para estar aquí parado.
Josh desde lejos: —Cálmate. Ya sé que estás un poco enojado por lo que pasó en el comedor del recreo, pero no es necesario que te enojes conmigo.
Lucas: —Lo sé, perdón… es que me enoja tanto que llegue alguien de la nada y se robe la atención de Vela.
Luego los dos se dirigen al salón, cuando la mayor pesadilla de Lucas se hace realidad: Eric era de su salón. Y de paso hicieron cambio de puestos por ser el chico nuevo. Pero lo que más rabia le dio fue que lo sentaron al lado de Eric, cuando claramente ya lo estaba odiando.
El profesor hace que Eric se levante y se presente.
Eric: —Hola, mi nombre es Eric y tengo 18 años. Mis hobbies son practicar karate y boxeo. Vivo solo porque mis padres trabajan fuera del país por temas de trabajo. Espero que todos nos llevemos muy bien. —Lo dice con un tono alegre que combina con el ambiente.
Mente de Lucas: Puff… como si fuera la gran cosa.