AMELIA GREY BLANCO
Cuando mi hijo llego el sábado me pido que si podíamos hablar y me alegraba que él tuviera esa confianza conmigo después de todo lo del divorcio entre su padre y yo.
Le pedí que fuéramos a la biblioteca para hablar tranquilamente y que así se sintiera más cómodo.
Amelia: Y bien hijo mío ¿de que querías hablar?
Iker: Bueno madre quería decirte que invite a dos personas muy importantes para mí a la celebración de mañana, espero no te enojes.
Amelia: Tranquilo hijo y ¿Quiénes son esas personas tan especiales?
Iker: Ya lo veras. Solo te pido que no les hagan sentir mal
Amelia: Cuenta conmigo hijo yo hablare con los demás
Iker: Gracias madre si me disculpas tengo que hacer unas cosas
Amelia: De acuerdo hijo ve tranquilo yo me encargo
Luego de esa conversación con mi hijo y que me dejara con la intriga de saber a quienes invito me decidí a hablar con los demás para que se comportaran por lo que los cite a todos en la biblioteca y aquí me tienen enfrente de todos esperando a que hagan silencio…cuando dejaron de quejarse y quedo todo en silencio me dispuse a hablar.
Amelia: Buenos los cite aquí porque Iker mañana traerá a invitados importantes para él
Arthur: Y se puede saber ¿a quién va a traer?
Amelia: No me dijo solo me pidió que no les hicieran sentirse mal
Ayleen: Para que Iker pida algo así deben ser demasiado importantes para él, así que cuenta conmigo madre
Amelia: Gracias hija y bien que hay de los demás
Elián: Por mí no se preocupe Sr. Amelia
Amelia: Y bien ustedes dos
Arthur: Creo que ya he hecho mucho para ganarme el odio de mi hijo así que esta vez estoy de acuerdo con ustedes
Héctor: Estoy de acuerdo con Ayleen, además no quiero pelearme con ella
Amelia: Muy bien espero que todos ustedes cumplan con lo que están prometiendo o de lo contrario me van a conocer.
Yo estaba muy ansiosa de saber quiénes eran esas personas y que hicieron para ablandar el corazón de mi hijo.
Mi tan esperado domingo llego por fin y quería que todo saliera perfecto no sé por qué, pero me sentía en la necesidad de causarle buena impresión a los invitados de mi hijo.
Cuando Iker se fue a recoger a sus invitados yo empecé a correr para verme muy bien lo mismo hice con todos los demás y aunque rezongaron un poco al final accedieron ya que no les convenía verme enojada y menos el día de mi cumpleaños.
Luego de una hora escuchamos el auto de mi hijo parquearse y todos dentro de la casa estábamos súper nerviosos y ansiosos por saber de quienes se trataba, tanto así que nos sentamos en el living a esperar a que entraran.