Tyler me mira esperando mi reacción, no puedo descifrar bien lo que quiere decirme a través de sus ojos; suspiró mientras me encojo de hombros y finalmente aceptó. Quiero decir ¿que mas podía hacer? Ya me había negado una vez y no podía darme el lujo ahora.
—¡¡Genial —grita Skyler. Se para y va en dirección a la mesa y eso no me gusta nada; no se tarda mucho pero esta vez no viene con las manos vacías.
***
—Ya se pueden quitar las banditas —grita ella desde afuera. Era humillante tener que acceder a todo lo que quisiera esa tonta; nos habia puesto un pañuelo en los ojos solo con la excusa de crear una "mejor atmósfera"
Ni siquiera me había dado cuenta de nuestra cercanía si no me hubiera quitado la mentada bandita.
El se me queda viendo y yo traté de apartar la mirada agachando la cabeza, ¡pero Dios! Ver sus mano tatuadas y masculinas me ponía aun mas nerviosa. Podia sentir como mis mejillas y mi corazón se calentaban tan intensamente que debí respirar un par de veces para no caer sobre sus brazos.
Creí que lo había superado... maldita situación, maldita Skyler, maldito el, incluso maldita Halen por invitarme a esta fiesta... malditos todos.
Mis manos van a mi pecho apretandolo fuerte pero tratando de disimular para que el no lo noté, puedo sentir los latidos de mi corazon, incluso llegó a sorprenderme y alegrarme de que no se escuchen.
Doy un par de lentos y sigilosos pero firmes pasos hacía atras tratando de imponer una distancia prudente, pero Noa evidentemente es mas rápido logrando a penas rozar su dedo pulgar con mi mentón; cierro los ojos, no queria ninguna clase de contacto visual con el por que en cualquier momento y sin problema alguno podría nuevamente caer en sus redes.
—Mirame bebé —susurró lo suficientemente cerca como para erizar mi cuello tal y como lo hacía en nuestros encuentros íntimos que nunca llegaron mas allá de un par de besos apasionados y caricias.
—No, no quiero mirarte —proteste como una niña pequeña.
—Vamos porfavor, necesitó ver tu ojos ahora —hablo dulcemente.
Inmediatamente supe que había hecho mal en haberlos cerrado, el había aprovechado para cortar la poca distancia que antes había conseguido tener.
No supe que hacer en el momento en que sus manos se posicionaron en ambos lados de mi cintura, mis manos chocaron contra su pecho; logrando apartarlo con una fuerza que ni yo misma sabía que tenía.
Me bloqueó el pasó con sus tatuados y fuertes brazos dando como resultado, nuevamente poder tomar mi cintura. Me tomó con fuerza de mi muñeca y casi me arrastró hasta la parte trasera de la oscura habitación, iluminada solo por una luz led que parecía estar a punto de quemarse.
—¡Que tratas de hacer Degener! —proteste enojada pero en tono bajó sabiendo que tal vez nuestros compañeros podrían estar tras la puerta.
Sin importarle qué, tiró todas las revistas que estaban sobre el escritorio.
Dió un paso hacía el frente, bote todo el aire contenido mientras lo miraba hacer todo eso. Su mirada se clavó primero en la parte de abajo de mi cuerpo hasta llegar a conectar nuestros ojos, ahí fue cuando me di cuenta lo borracho que estaba y como el no controlaba nada, por la mas tonta idea, que se le pasará por la cabeza.
—Ahora mismo vas a recordar viejos tiempos.
Aquéllo fue tan inesperado e intenso, sus manos me tomaron por la parte de mi trasero llevandome hasta aquél escritorio, mis piernas estaban alrededor de su abdomen. Me besó con fuerza y rudeza.
Sin poder contenerme dejé de forcejear y simplemente me deje llevar por la situación llevandole el ritmo como si nada me importará, es más, ahora mismo nada me importaba. Mi cabeza solo gritaba "dejate llevar... quiero más".
Su lengua se encontró contra la mía de una tan inimaginable y envidiable manera tan pasional.
Sus ojos se clavaron con los mios, aún rodeandole las piernas sus manos se apretaron con fuerza mis labios.
—¡Basta! —fue lo único que se me ocurrió decir jadeando —eres un bruto. — Aunque claramente me importaba muy poco sus formas de tratarme habiendo podido tenerme a sus pies en menos de unos minutos.
—Y tu eres malditamente hermosa... tanto que no puedo contenerme —no me dió tiempo para pensar que diablos contestarle porque sus labios de nuevo estaban sobre mí.
Podía sentirlo por todos lados, sus manos acariciaban tan abrupta y rápidamente mi cuerpo que perdí el hilo de donde se encontraban. Besó mi labio inferior con intensidad y sus manos lenta pero decididamente se metieron bajo mi camisa, hasta apretar la piel desnuda de mis caderas. —Perdóname Kelsie, perdóname porfavor —esto último nuevamente me trajo a la realidad. Esto estaba más que mal.
Con lo que acababa de pasar nuestro pactó, Tyler, el plan y todo estaba por apeligrar —Noa esto no debió pasar. Tu y yo... jamás —hable limpiandome los labios por el labial corrido gracias a la intensidad del besó.
—Si puede ser cariño —me tomó de ambos hombros y me sentí pequeña a su lado, intimidada —no sabes cuánto me arrepiento de todo lo que hice —mordi mis labios anciosa, sus manos tomaron delicadamente las mias para luego depositar un pequeño y cortó besó sobre ellas —dame otra oportunidad, prometo que todo será diferente —me miró con esa sonrisa perfecta que podría derretir a cualquiera.
Pero mi mente hizo click y varias imágenes de Sara y el besándose me atacaron de tal manera que tuve que alejarme sobre saltada. ¡Por el amor de Dios! Había cedido, lo habia besado, había seguido el besó y estaba a punto de lanzarme a los brazos del mismo hombre que una vez me engañó con mi hermana.
Por unos pocos minutos vi a ese lindo y dulce chico Noa, pero ahora la realidad me golpeaba como una roca.
—¡No! No, no simplemente no... jamás voy a poder perdonarte. Lo nuestro jamás volverá a ser, tu estas muerto para mi —trato de acercarse pero mis manos lo empujaron a tal punto de casi dejarlo en shock. Limpié mis labios mirándolo sería a los ojos, debía dejarle en claro que esta era la ultima vez que eso iba a pasar —no sabes como he estado contando cada maldito segundo para salir de aquí— me crucé de brazos dándole la espalda.