30. Harry

Tyler

Empujó la puerta con fuerza. Sabía mejor que nadie que el maldito de Axel solo venía a interrumpir para joderme la existencia; la raíz del problema no era que quisiera joderme a mí sino también a Kelsie, el sabía mejor que nadie como hacerme enojar y no le daría el gusto de que lo hiciera frente a ella.

La había tomado tan fuerte del brazo que nisiquiera me había detenido a escuchar lo que tenía por decirme.

Sabía que estaba enojada, apenas la saque de la habitación vi su mirada llena de odio hacía mí.

Quería tranquilizarme, de verdad quería. No quería que me viera como un loco psicótico. Pero es que apenas cruzó la línea de querer retarme y meterse en mis asuntos me enfureci.

Y la maldita sonrisa de Axel no ayuda a calmar mi ira interna ni un poco. Le había dicho de la mejor manera posible que se fuera, pero ella al contrario, se había cruzado de brazos gritandome que no lo haría.

Tomé fuerzas para gritarle que se largara. Ella se veía algo ansiosa, había dicho un par se cosas pero estaba tan enojado con Axel que había hecho oidos sordos a todo, solo quería que el idiota que tenía atrás me dijera lo que fuera que tenía por decirme, se largara enseguida y yo ganará la carrera.

Por que si de algo estaba bien seguro era que iba montarme en esa moto y haría pedazos a ese cabron.

Me le quedé viendo por unos pocos segundos en los que le escuche decir —Tyler es que... —o algo por ese estilo, el punto es que no le alcancé a escuchar muy bien, porque el totazo que le di a la puerta resono por toda la habitación.

Tense mi mandíbula. Sabía que ese imbécil debía estar disfrutando como nadie tenía idea toda esa situación. Suelto un suspiró mientras me doy la vuelta, lo último que necesito es otra pelea esta noche, pero para ser sincero ni yo mismo se si me pueda controlar.

No me extraña al notar que nuestras miradas chocan frías, sin siquiera mediar una palabra tengo una seria sensación de furia acumulada que quiero aliviar de cualquier manera.

Axel bajo mi atenta mirada toma una de las botellas de alcohol que por alguna razón desconocida tienen al lado de la cama, la abre y la bebe alzando su cuello. Este último movimiento hace que pueda ver mejor la cicatriz que tiene debajo de su mentón, no me sorprende demasiado. El también, además de hacer esto, participa en peleas callejeras.

—Stone. —habla Axel —No sabía que le tenías miedo a mujeres, y mucho menos a tus ligues.

Entrecerre tan fuerte mis puños que mis nudillos dolieron. Sin embargo me mantuve de pie con seriedad para luego suspirar y cambiar de semblante por una sonrisa irónica.  

—¿Que quieres imbécil? —su sonrisa se intensificó haciendo que comenzará a perder la paciencia. No me gustaba nada cuando las personas no me tomaban en serio. —Habla rápido. Decías que tenias algo importante por decirme, pues habla.

—Mi querido amigo —suelta un suspiro desinteresado —ya deberías de saber bien de lo que quiero hablar.

—Ve al punto —estoy muy seguro que tan solo escuchar una cosa más sera la gota para agotar la poca paciencia, que quién sabe de donde estaba sacando.

—¿Recuerdas a Harry? —aquéllo me había caído como un baldado de agua fría. Al chico lo había conocido tres años atrás, había corrido contra el y el había perdido.

Suelta la botella, tirandola de sobre manera en la cama. Se muy bien de quien está hablando, sin embargo simplemente me le quedó viendo sin mover un solo dedo de mi lugar.

—No te preocupes —alza sus dos manos en las cuales carga un par de joyas, se nota que las carreras le han dejado dinero. —No me respondas, se muy que aún lo recuerdas y con mucho detalle —me mantengo al margen y esto parece alterarlo un poco —¡¿O me equivoco?

Ha este punto me esta constando bastante mantener mi sonrisa —Si era eso lo único que tenías por decirme me voy —di medía vuelta pegando mi mano derecha a la manija de la puerta.

La giré con cuidado hasta que escuché nuevamente el timbre de su voz —bien, huye como siempre. Huye como el cobarde que ambos sabemos que eres —tragué saliva, estaba a poco de partirle la cara —¿no lo recuerdas? Pues yo voy hacer que lo hagas —doy la vuelta, volviendo a encararlo. Sus puños están comprimidos y su sonrisa a desaparecido por completó. —Harry, ese chico al que por poco matas a golpes.

Frunzo el ceño mientras el recuerdo de hace tres años regresa a mi mente.

Flashback

—¡Felicidades hermano! —me grita Dustin mientras me quitó el casco. Era la primera vez que competía luego de animarme al ver jugar a mi amigos y a un par de conocidos. Y había ganado, todos gritaban mi nombre eufóricos... 

El reloj marcaba exactamente las 1 AM, no me preocupaba en lo absoluto porque rara vez mis padres estaban en casa. Me bajé de la moto de Blake, siendo recibido por Axel y Patrick, —Donde pongo el ojo pongo la bala —habla Axel dirigiéndose a Patrick y aún pelirrojo quién fumaba entretenido recostado sobre una moto, según tenia entendido su nombre era Archie —¿saben que?, Chico tu tienes talento, puedes ganar de lo verdes si sigues así —me dijo mientras me mostraba un fajo de billetes que el mismo había ganado. Sonreí orgulloso, es más, estaba orgulloso de mi, era la primera vez que competía y como si fuera poco ganaba; y a Harry... ¿como eso era posible? Lo había visto competir un par de veces contra los novatos y siempre terminaba ganando.

—¡Traigan al perdedor! —gritó Brent. 

Ansiaba tener el premio que me habían prometido, lo que menos me importaba era el dinero sino el poder de sentir la victoria en mis manos.

—Diviértete Novato —lo último que ese sujeto Axel había dicho me había dado muy mala espina. Voltee a ver a Dustin y Blake, ellos parecían saber muy bien lo que iba pasar, sin embargo no me dieron tiempo ni de mediar palabra, porque aquél pelirrojo me había tomado con fuerza del brazo.