Esto es guerra, querido vecino

3. No me acosté contigo

Como si mi martirio no fuese suficiente termine topándome con Sara en la salida.

-¡Oye! ven aquí ¿A dónde crees que vas? – la mire como si hubiese hecho la pregunta más estúpida del mundo a lo que ella reclamo volteando los ojos –no tenía idea de que me odiabas tanto; además, no sé porque lo haces si al final del día yo solo soy una víctima más de tu patético juego de listas.

Lo que precisamente mas odio de las personas es lo que más representa a mi hermana: hacerse la víctima, tirar la piedra y esconder la mano, ser mojigata o como ustedes más prefieran llamarlo.

-¿Perdona? –fue lo único que alcance a decir gracias al asombro que me causaron sus cínicas palabras; ni siquiera es capaz de reconocer sus propios errores – ¿te acuestas con el novio de fue hermana y eres la victima? no me jodas Sara Smith –termine con algo de sarcasmo.

Me propuse seguir bajando las escaleras pero ella nuevamente me detuvo tomándome del brazo (no de una manera brusca o despiadada, más bien desesperada) –Escucha ¿sabes todos los insultos que he tenido que aguantar por parte de mis compañeros llamándome “sucia o barata”? , prometiste que nadie se enteraría de esto.

No es mi culpa que sus compañeros de clase tengan razón y tampoco es mi culpa que todo el instituto se halla dado cuenta de quién es realmente –buen intento por un mini segundo me tocaste el corazón pero luego recordé lo que me hiciste con Noa y se me paso, aguántate. –esta me miro boquiabierta ante mis palabras.

Me sentí toda una perra diva por decir esas cosas, pero saben que fue lo peor, me gusto sentirme de esa manera.

Me zafe de su agarre y me fui con grandes aires de dignidad.

Por más que me hice la fuerte ayer con Sara sigo tiendo dificultad para entrar aquí. Ahora mismo me siento mucho más vulnerable y eso no es nada bueno; además he conseguido todo lo que detesto: ser el centro de atención.

La comidilla humana de los estudiantes.

¡Tranquila Kel tu puedes manejar la situación!

Quiero pasar bajo la multitud para evitar ser vista por la garras de Tyler Stone, no voy a mentir siento miedo.

Logro llegar viva a mi casillero gracias a las habilidades aprendidas de la pantera rosa –ahí tienen todos los que me llamaron infantil por seguir viéndola.

Me siento mucho más tranquila, Stone no se ha aparecido, tal vez soy muy paranoica e incluso se le olvido nuestro incidente.

Me predispongo a sacar unos cuantos libros e instantáneamente recuerdo mis listas; no tengo idea si pueda sobrevivir a una vida sin ellas pero lo intentare –tal vez sea una señal del futuro para que las deje.

¡Estúpidos Jack y Becca no se dignan a aparecer si no los busco!

¡Estúpido Noa cree que es muy ardiente y alardea sobre eso!

¡Estúpida Sara que siempre se propone tomar lo que es mío!

¡Estúpido instituto lleno de chismosos que lo último que quieren hacer es estudiar!

¡Estúpido Tyler cree que me puede intimidar con sus absurdas ame… nazas!

Alguien se aproxima levemente hacia mi espalda dejando rozar un aire caliente a mi oreja – ¿Conejito me extrañaste? –tanta amabilidad por parte de ese ser no es normal, estoy segura que se trae algo entre mano –contesta –ordena con autoridad.

¡Di algo tonta!

¿Qué digo, que hago?

Seré lo más honesta e inteligente posible.

-No – ¿enserio pelee tanto conmigo misma para contestar eso?

Trago saliva tratando de tranquilizarme, estoy a pocos segundos de salir corriendo y temblar, agacho un poco mi cabeza alcanzando a ver la hora: ¡por Dios ahora entiendo por que no veo a Becca ni a Jack!

Hago amague de querer salir pero el termina deteniéndome del brazo –no vas a ir a ninguna parte hasta que termine contigo–frunzo el ceño ante su comentario –eres un conejito muy imprudente no debiste vomitarme encima ayer.

-No es mi culpa que no me soltaras cuando te lo pedí –incluso yo me sorprendí de mis propias palabras; Kelsie Smith reclamándole a Tyler Stone algo me decía que eso me iba a costar caro.

Halo mi brazo hasta que su boca quedara pocos centímetro de mi oído –no dejare pasarte nada de esto, conejito. –me soltó para luego dirigirse a nuestro salón. Sobe un poco mi brazo mientras le miraba con un puchero; quería que se alejara unos metros para no estar cerca de él.

¡Tener su presencia sobre mí no es para nada mi gusto!

Llegue a la puerta y me sorprendió el hecho de que el siguiera afuera, parecía como si esperara a alguien –te tardaste, ahora entremos conejito.

Ha ese idiota nunca le di el permiso ni confianza de llamarme por ese estúpido apodo ¿a quién se le ocurría?

Simplemente suspire con pesadez y me dispuse a tocar la puerta.

No era tarde, era tardísimo inclusive todos estaban tomando apuntes: por culpa del estúpido que tengo atrás había llegado tarde.

Brown nos miró con una clara expresión de enojo pero lo peor apenas estaba por venir. Sé escucho un fuerte -¡Uhhhh! –por parte de todas la clase ¿ahora a estos que les pasaba?; voltee para encarar a Tyler quien tenía una gran sonrisa, me miro y acto seguido me guiño el ojo – ¿Cómo les fue anoche? –algunos gritaron a lo que mis sospechas de que planeaba algo fueron confirmadas. Su mano se posiciono en mi cintura acercándome más a él, rápidamente golpee su mano apartándolo de mí. Disimuladamente susurro – ¿Te gusto mi venganza?



#545 en Otros
#190 en Humor
#55 en Joven Adulto

En el texto hay: novelajuvenil, comedia romantica, vecinos

Editado: 05.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.