—¿De verdad no están molestos conmigo?—preguntó Mirai a sus hermanos por segunda vez.
Después de que el secreto de Nyoko saliera a la luz y que Magma les explicara la condición que padecía Nyoko, los hermanos estuvieron bastantes tranquilos juntos, pero aún así Mirai se sentía algo culpable y sorprendida de la rapidez con la que la perdonaron.
—No lo hiciste con mala intención—habló Hisui sentándose en el suelo al mismo tiempo que sus hermanos.
—Además—continuó Kane—, nos hiciste dar cuenta de lo egoísta que somos con respecto a Nyoko; ahora Ryusui es parte de la familia, por lo que no deberíamos de guardarle secretos de Nyoko.
—Hay que ir a contarle todo lo que sabemos de Nyoko que él no sepa—sugirió Taji animado.
—Yo prometí ayudar a Suika en algunas tareas—comentó Hisui.
—Entonces ayudemos todos—habló Mirai—, mientras más seamos, más rápido acabaremos.
—¡Si!—diberon en unísono antes de salir corriendo al encuentro de su amiga.
No obstante, no muy lejos de ahí, Nyoko se encontró con Matsukaze luego de su charla con Senku, empezando a charlar de trivialidades y aspectos de sus vidas.
—Asi que ahora tienes 4 niños—se dijo Matsukaze ante el asentamiento de Nyoko—, no puedo creer del todo que ya seas mamá, al amo Yasuhiro le hubiera encantado verlos, él siguió pensando por ti hasta el final.
Nyoko sonrió nostálgica ante sus palabras, Yasuhiro siempre había sido ese hermano mayor que cuidó de ella y que le encantó tener. Además, Yasuhiro siempre velo por el bien del pueblo, dejando de lado sus deseos y ambisiones; esa era una cualidad que ella admiraba de él y cada día pasaba a su lado, hacia su mejor esfuerzo para ayudarle a sobrellevar esa carga junto a Matsukaze.
Suspiró, recordar a Yusuhiro, le alegró el alma y le comentó todo aquello que admiraba de Yasuhiro y que al igual que Matsukaze, también lo extrañaba.
—Definitivamente el estaría muy alargado por tu comentario—hace una pausa—; tal vez suene egoísta de mi parte decir esto—sinceró Matsukaze antes de acariciar el cabello ondulado de su amiga—, pero me alegra ser yo quien pudo volver a verte. Ishiko.
Nyoko se conmovió ante sus palabras y no pudo contener su emoción, extendiendo sus brazos para abrazarlo, siendo correspondida mientras ella aprovechava la cercanía para llenarle de besos sus mejillas.
Matsukaze se sonrojó, desde cuándo Nyoko había sido tan afectiva?, Sin duda, la chica que conoció en el pasado, ahora tenía algunas actitudes diferentes a las que él conocía, y, pese a sus fallidos intentos de separarse, Nyoko se aferraban más a él con una sonrisa traviesa antes de seguir mimando a su amigo.
Desde la distancia, Ryusui vió la divertida.
«Hay cosas que nunca cambiarán» se dijo así mismo sonriendo antes de acercarse y ser atrapado por Nyoko, que al igual que Matsukaze, le llenó de besos.
(***)
Ya había llegado de noche y Nyoko y Matsukaze seguían hablando mientras que cada cierto intervalo, giraban a ver las estrellas y posteriormente volver a verse las caras.
Tanto Chrome como Kohaku estaban sorprendidos de que Magma no estuviera a su alrededor y de la extraña cercanía de Matsukaze hacia Nyoko, quien con mucha frecuencia, tocaba los cabellos de su amiga.
—¿Crees que fue su pareja antes de llegar con nosotros?—preguntó Chrome sin apartar la vista de los dos.
—Con Nyoko nunca se sabe—respondió Kohaku observando como Matsukaze acomodaba los mechones de cabello de Nyoko mientras ella aprovechaba para posar sus manos en las mejillas de su acompañante—, aunque tal vez sea la misma relación que mantiene contigo.
Chrome se puso a meditar en las palabras de Kohaku y asintió recordando la similitud de la interacción de ambos con la de Matsukaze, pero con menor intensidad por parte de Matsukaze.
Mientras tanto, Matsukaze, tras acariciar los cabellos de su amiga, se percató de un pequeño mechoncito blanco escondido por la parte de la nuca.
—¿Siempre has tenido ese mechón ahí?—preguntó Matsukaze mostrando un pelo blanco que sacó sin mucho esfuerzo de la cabellera de su amiga.
Nyoko negó con la cabeza, expresando con sus manos que recordaría ello o que por lo menos sus niños lo habrían notado desde mucho antes.
Fue entonces que ambos cayeron en cuenta que cuando se conocieron Nyoko solo portaba un mechón blanco y no dos (ahora 3 con el que descubrieron), esto les resultó algo extraño, por lo que decidieron que al día siguiente, contarían a Senku y compañía para ver si alguien sabía de este extraño acontecimiento.