—¡Por favor Nyoko!—suplicó Ginrou de rodillas mientras se aferraba a su cintura.
Habían pasado varios días desde el insidente junto a la promesa que le hicieron, a la par que Magma mantenía su distancia; algo que desconcertó a Nyoko pero que a la vez calmó a sus amigos.
La era de las máquinas había llegado; gracias a que Chrome, Kaseki y Kane, habían construido un molino hidráulico, por lo que, se priorizaron otras labores como la recolección de alimentos para el invierno y el entrenamiento de combate para el enfrentamiento ante el reino de Tsukasa; además, el invento del teléfono estaba progresando de manera exitosa. Desde entonces, Kinrou, Ginrou y Kohaku, habían tratado de convencer a Nyoko para que se les una al entrenamiento, el cuál ella siempre se reusaba a participar.
—Con tus habilidades, podemos tener más ventaja de ganar—habló Kohaku posando su mano en el hombro de Nyoko para que la mirara (lo cual, funcionó)—, no sé el por qué lo dejaste, pero ahora necesitamos a todos los que puedan pelear.
Nyoko suspiró abatida antes de mirar a Kinrou, quien se mantenía en silencio con una mirada sería, él sabía la razón principal del por qué dejó aquella responsabilidad de ser guerrera y dedicarse a tareas más sencillas.
—Aunque sea, sólo por ésta vez—Habló Kinrou aprovechando que sus miradas se cruzaron.
Nyoko iba a rechazar una vez más la petición e intentar hacer entrar en razón a Ginrou para que la suelte, pero justo en ese momento, a lo lejos vió como Kokuyou se acercaba a ellos.
—¿Papá?—dijo Kohaku sorprendida de ver a su padre ahí.
—Me gustaría hablar a solas con Nyoko—respondió con serenidad.
(***)
—¡Esto es el quinto que se rompe!—expresó kane con tristeza y desesperación mientras Chrome se frustraba en silencio y Gen observaba.
—Ku ku ku, ¿Tan rápido se piensan rendir?—preguntó con una sonrisa en sus labios.
—¡Ni hablar!—dijeron al unísono Chrome y Kane, provocando una risa en Kaseki.
Senku sonrió para sí satisfecho con la determinación y dedicación de sus dos amigos.
No muy lejos, Kohaku, Ginrou y Kinrou, se acercaban al grupo mientras platicaban.
—¿Crees que logre convencerla?—preguntó Ginrou a Kohaku.
—Eso espero—respondió.
—¿Qué pasó?—preguntó Gen.
—Intentamos convenser a Nyoko para que practique con nosotros, pero sigue negandose —explicó Kohaku—; solo espero que mi padre pueda lograrlo.
—Lo hará—habló Kinrou confiado—, Nyoko admira mucho a tu padre, estoy seguro de que podrá hacer que entre en razón.
—¡Al fin lo hicimos!—gritó Kane con emoción junto con Chrome, ignorando a los recién llegados.
—Si vamos a hacer luces eléctricas con esto…¿Cómo haremos para que no se queme en un instante como la anterior vez?—preguntó Chrome alzando lal bombilla a lo que Senku sonrió.
—Cuando queremos que algo arda bien, ¿Qué hacemos?
—Soplar mucho con esa herramienta de soplar; al igual que hacemos con el molino hidráulico.
—Entonces en el caso contrario, ¿Qué haríamos para que no…?
La pregunta fue interrumpida por una pequeña fruta que pasó volando por un lado de la cabeza de Senku, estampadose en la pared del Laboratorio y asustando a los presentes; la risa traviesa de Nyoko, calmó y alegró a los presentes.
—¡Estás riendo!—exclamó Kane feliz y con lágrimas en sus ojos, era la primera vez después de tanto tiempo que oían su risa tan abiertamente.
Nyoko les sonrió y con una sonrisa en su rostro, comunicó con sus manos que aceptaba la oferta. Alegrando a Kohaku y a Ginrou, quienes la abrazaron mientras ella reía junto a ellos.
La risa de Nyoko, hizo alegrar a Senku, después de todo lo que había pasado, Nyoko reía de manera genuina para ellos, y sin que él pudiera evitarlo, sonrió al verla, fue entonces que, en una milésima de segundos, sus miradas se conectaron y el tiempo pareció detenerse, viendo como un leve sonrojo se apoderaba de aquellas mejillas pecosas.
—Bueno, nosotros iremos a seguir entrenando—habló Kinrou despidiéndose del equipo.
—Nos vemos más tarde—dijo Kohaku agitando su mano.
Por otro lado, Nyoko le dió un abrazo y un beso a Kane para luego abrazar al resto del equipo y al llegar con Senku, a quien le dió un beso en la mejilla antes de juntarse con Kinrou, Ginrou y Kohaku para ir a entrenar.
—Al parecer, Senku-chan ya empezó a mover sus cartas—expresó Gen mordazmente dirigiéndose una mirada pícara, dejando con interrogantes a Chrome y a Kane mientras que Kaseki reía por lo bajo.
—¿A qué te refieres con...?
—Muy bien, suficiente de platica—interrumpió Senku con seriedad—, el tiempo avanza y aún tenemos que terminar de hacer estos bombillos. Así que en marcha.
—¡Si!—dijeron al unísono Chrome y Kane, empezando a realizar las indicaciones de Senku.