—Cof, Cof—tosió Senku al salir del agua arrastrando con el a Tsukasa, quien se encontraba inconciente.
—Atravese el cuerpo de Tsukasa, es inútil que quieras salvarlo—dijo Hyoga empapado—, comprobé de antemano el camino del río que tomaría hasta este lugar.
—Eso pensé—respondió Senku girando la cabeza a su dirección—, tú no eres del tipo de persona que arriesgaría su vida por seguirnos río abajo.
—Asi es—confirmó Hyoga—, y teniendo a Tsukasa fuera de juego, podemos hablar tú y yo a solas, Senku.
—Kukuku... ¿Acaso vas a hacer una declaración de amor?—preguntó mordazmete mientras sonreía—, lo siento por ti, pero no voy por ese lado. Además, no me interesa hablar contigo.
—Entonces no me dejas otra opción—dijo antes de atacarle con su lanza, deteniendose a centímetros de su rostro—, tendrás que oírme quieras o no—hace una pausa—, Sé que eres listo Senku-kun, ambos sabemos que el ideal de Tsukasa era muy utópico, algo del cual no estoy interesado… Lo que esta nueva era necesita es de un juicio, ¡uno del cual solo los competentes tendrán permitido vivir! Sólo así llegaremos a la cima de la racionalidad.
—Tienes un buen punto—respondió Senku dejando a Tsukasa en el suelo mientras se paraba—, pero el mundo dejaría de ser emocionante. Si no podemos sostener a siete mil millones de personas, entonces, tendremos que buscar una forma de hacerlo… junto a esas siete mil millones de personas. Ese es el camino de la ciencia.
—…Si esa es tu respuesta, tendré que tomar medidas drásticas hasta que cambies de opinión—dijo serio mientras acordaba la distancia con cada paso que daba.
Con Tsukasa inconciente, Senku no tenía muchas oportunidades de salir ileso de ello, sin embargo, tras sentir un pequeño golpe en uno de sus pies, ingenió un plan apresopara distraer a Hyoga y dar tiempo suficiente para que Tsukasa contraatacara.
(***)
«¡Hyoga-sama!»pensó Himura preocupada al llegar al lugar y ver como él era electrocutado por Senku, quien quedó igual de inmóvil junto a Tsukasa en el suelo, indefensos ante cualquier ataque.
Homura se lanzó a ello, pero, no contó con la aparición de Kohaku, Ginrou, Magma, Ukyo y Kinrou, quienes la reducieron y la ataron junto a Hyoga.
—¿Te encuentras bien?—preguntó Kinrou a Senku.
—Estoy bien, no recibí daño alguno—dijo mostrando la placa escondida en su pecho—, aunque ser golpeado por una lanza a sido doloroso; tengo que admitir que gracias al golpe de entrenamiento que recibí de ti, fue de mucha utilidad.
—Ya veo—comentó incómodo ante aquel extraño cumpliedo.
—¡Senku!—gritó Taiju desde la distancia llegando junto con Nyoko.
Nyoko sintió un gran alivio al ver que su amigo estaba sano y salvo, las lágrimas corrían por sus mejillas, y sin poder evitarlo, sus piernas agarraron impulso hasta llegar a hasta él, dando un salto a sus brazos, callendo ambos al suelo, mientras Nyoko no dejaba de abrazarlo mientras lloraba, palpando su rostro agradeciendo que su historia con Ónix no se hubiera repetido.
Por otro lado, Senku Quedó en Shock, no esperó que Nyoko se abalanzara a él llenándole de abrazos mientras palpaba su rostro, su corazón empezó a latir con rapidez, la cercanía de sus cuerpos le ponía nervioso, y el hecho de que ella mostrará preocupación por él, le hacía extrañamente feliz.
Cuando Nyoko se separó del abrazo, Senku sonrió para ella, mientras que con una mano, se atrevió a acariciarle la mejilla, limpiando así el camino de lágrimas que habían surcado, luego se giró viendo a Kohaku acercarse con una calidad sonrisa en sus labios.
—Ya todo acabo, al fin hemos ganado—dijo más para sí que para los demás.
—Asi es—confirmó Senku—, Pero aún nos queda mucho por avanzar, hoy empezamos con la construcción del Reino de la Ciencia.
Finalmente la guerra había acabado, con Hyoga fuera de juego y con Tsukasa nuevamente de aliado, el reino de la ciencia empezaba a dar pequeños nuevos pasos hacia el futuro.