Luego de que la reunión se llevara a cabo, Minami se ofreció para fotografiar todas las actividades mientras que Nikki, Yuzuriha y Ukyo junto a otros voluntarios más, se ofrecieron para participar en la enseñanza de la escuela y el resto se apuntó a apoyar en las actividades recreativas de invierno entre otras actividades más.
Aquella reunión fue extensa y agotadora, pero al menos ya tenían el cronograma hecho, por lo que sería menos tedioso y más eficiente de sobrellevar.
El cielo estaba anaranjado y el sol estaba poco a poco ocultándose en el horizonte; era un atardecer perfecto de apreciar, sin embargo, grata fue su sorpresa al ver que sentada en una roca, Nyoko se encontraba esperándolo y tras cruzar miradas, ella le sonrió y se acercó a Él, anunciando que haría su mejor esfuerzo para recordar su pasado y agradecía el interés que tenían por querer ayudarla.
Senku sonrió aliviado ante las palabras de Nyoko, tal parece que las palabras de Kokuyou, habían hecho efecto en su conversación. Recordando la crisis nerviosa que sufrió su amiga.
—Nyoko—nombró y Nyoko asintió sin dejar su alegría de lado—, sobre la crisis nerviosa que tuviste, quisiera pedirte discul..—los dedos de Nyoko se posaron en sus labios, viendo en el rostro de su amiga que transmitía que no había nada que perdonar.
Luego se separó un poco y le ofreció un abrazo, explicando que con eso limpiarian asperezas para que dejara de sentir culpa. Senku sonrió una vez más y acepto aquel abrazo.
Por alguna razón, un abrazo de Nyoko, le era tan gratificante, sentir aquella cercanía junto aquel atardecer, hacía que todo las metas propuestas, valieran la pena; a la vez que sus sentimientos por ella, crecían con mayor intensidad.
Realmente estababa enamorado, un sentimiento tan subrealista que nunca creyó que lograría sentir por alguien. Sin embargo, la vida era tan irónica, habiendo tantas personas de las cuales podría haberse enamorado, tuvo que enamorarse de lla única chica que aún tenía en su corazón a su difunto amor.
Poco a poco se separaron y con un semblante triste, Senku habló:
—Supongo que hablaste de ello también con Ryusui—Nyoko asintió, contándole que habló con él al mediodía.
Por una parte, a Senku le dolió que Nyoko tuviera más cercanía con Ryusui, pero por otra parte lo entendía perfectamente, después de todo gracias a él, ella pudo sobrellevar la muerte de Ónix.
—En ese caso, espero que logres recuperar tus recuerdos con su ayuda—expresó deseándole lo mejor, sin embargo al ver el rostro de confusión de Nyoko no pudo evitar preguntar el por qué.
Por primera vez después de mucho tiempo, el rostro de Nyoko se sonrojó y tímidamente le transmitió que quería que él fuera quien la ayudará a recordar.
Senku le miró sorprendido con el corazón latiendo de felicidad, viendo como su amiga se sonrojaba más, dando a entender que le agradaba sentir su presencia cerca de ella.
Por un segundo, Senku creyó que tenía alguna esperanza de ser correspondido, pero rápidamente, descartó ese pensamiento, ya que tal vez estuviera malinterpretando los sentimientos de su amiga.
—Acepto ayudarte—finalizó viendo como el rostro de Nyoko se iluminaba de felicidad y saltaba a su cuello para abrazarlo.
Senku correspondió el abrazo, recibiendo unos cuantos besos en su mejilla para segundos después ambos separarse con los rostros sonrojado.
Nyoko agradeció nuevamente antes de llegar a un acuerdo de horario y despedirse nuevamente con un gran abrazo.
Sin duda, Senku nunca pensó que se enamoraría, y sabiendo que este sentimiento le traería complicaciones de más, era algo que estaba dispuesto a vivir por Nyoko; quien en un principio era una misteriosa aldeana que llamó su curiosidad y que con el pasar del tiempo, logró trabar una amistad con ella, teniendo la cercanía que tienen ahora.