—¡Hola, Domi! ¿Viste el video que te envíe? ¿Verdad que es muy divertido?
Otro día más y tener que seguir soportando a este tipo al llegar a la pizzería. Y como si no fuera poco aguantarlo aquí, ahora me molestaba por el Whatsapp enviándome estupideces y tratando de "dárselas de mi amigo".
—¡No! ¡No vi tu estúpido video! Soy una persona muy ocupada. Si no estoy trabajando estoy en clases, o haciendo cualquier proyecto o compartiendo con mi familia. No me la paso como un idiota pegado al teléfono viendo estupideces...
—¡Oye! ¡Tranquilo, viejo! Siempre andas tan tenso... Por eso te envío cosas divertidas, como el video del conejito con los patitos bebés, ¡son tan adorables!
—Él es así, Jake. Dominik es un "viejo prematuro". Me consta que es amargado y aburrido a morir. Pero eso sólo indica su alto grado de frustración sexual.
Y tenía que meterse Zoe a molestarme también.
—¿Pero qué vienes hablar, Zoe? ¡Si eres la amargura personificada! Eres odiosa, antipática, cínica, detestas todo lo que sea rosa o adorable, para ti todo es "mierda" y vives encerrada en tu mundo oscuro y hostil escuchando música satánica y viendo pelis de horror y libros deprimentes...
—¡Jódete, Dominik! Aún así soy más genial que tú...
—¡A mí me parece que eres adorable, Zoe! —Creo que Jake aún no conoce del todo a nuestra antipática cajera.
—¡Jódete tú también, Jake! A mí no me vengas con tu "simpatía". ¡Anda a cogerte a Dominik que ese si necesita amor con desesperación!
Yo les dejé discutiendo en la barra y entré para ir a cambiarme en nuestro pequeño vestidor. Tenemos un cuartito al lado del depósito con unos viejos casilleros, un lavabo, un espejo y ganchos para colgar los bolsos o los impermeables. La rutina del Manual de Procedimientos dice que todo empleado al llegar debe colocarse el uniforme, una malla o gorra para mantener el cabello recogido, debemos quitarnos todas las prendas como relojes, anillos, zarcillos, y lavarnos muy bien las manos con un jabón antiséptico que está aquí. Aunque no trabajemos directamente en la preparación de las pizzas, de una u otra forma manipulamos alimentos y la higiene es muy importante en este negocio.
—Oye...tienes tus "cuadritos", ¿no es así? ¿Te ejercitas, Domi?
—¿Y tú que haces aquí?
Me estaba poniendo el uniforme y Jake está de pie en la entrada observándome. ¡Este tipo casi me mata del susto!
—¡Admirándote! Tienes un cuerpo bien formadito, y ya veo que a pesar de tu "escaso" tiempo libre tomas tiempo para ejercitarte. Yo voy al Gym del centro, hay una maquinas geniales para formar los abdominales. ¿Quieres ver los míos?
¡Y de pronto este tipo se levantó la camisa y empezó a desnudarse aquí delante de mí!
—¿Pero qué...?
—¿Ves? ¡Bien tonificado! Yo voy en las noches. A veces llego a las nueve y salgo a las once, si me entusiasmo en una rutina no me salgo de la máquina hasta que me duele. ¡Toca! ¡Sin pena!
—¡Yo no voy a tocarte! ¿Eres enfermo?
—¿Qué? ¿Qué tiene de malo? No te voy a morder...a menos que quieras, claro. Yo ahora ando trabajando con la prensa de pierna, siento que me falta trabajar un poco los cuádriceps y aductores. Te sugeriría trabajar más en la Peck Deck quizás para que desarrolles más los pectorales y hombros. Porque ya tú tienes buenos femorales...y glúteos.
—¡Oye! ¡Deja de estarme..."observando"! Además no necesito tus consejos, sé muy bien ejercitarme solo y estoy conforme como estoy ahora. ¡Luzco bien!
—¡Vaya! ¡Qué arrogante! Viéndote mejor, yo te pondría en la máquina de poleas cruzadas. Porque si bien tienes unos abdominales "decentes", quizás podrías trabajar aún más los femorales, los isquiotibiales y tener unos glúteos más formados.
—¿Qué? ¡Ya andas hablando por hablar! Yo tengo un buen cuerpo, muy bien equilibrado, no soy fisiculturista, sólo quiero lucir bien para mi chica y para aquellas que me desean pero no pueden tenerme...—No es que sea vanidoso, pero soy un guapo castaño de ojos verdes y trabajo bien mi cuerpo. Sé que atraigo la atención de muchas chicas donde me paro.
—¡Oh! ¡Vaya! ¡Qué autoestima te gastas, Domi! Pero lamento decirte que eres "pura bomba y poco chiclet", cariño. Tampoco es que estás tan re-bueno...
—¡Pura envidia! ¿Te crees muy tonificado? ¡No me impresionas! ¡Toca esto! Pura fibra, no sólo se trata de trabajar los músculos, hay que alimentarse adecuadamente; algo que tú no haces porque te he visto tragar de todo indiscriminadamente.
A mí no me iba a venir con su discursito del "señor perfecto y sabelotodo". Esto no tenía nada que ver con la pizzería, ni con gerencia, ni con nada. Yo sí sé muy bien de lo que hablo, es mi cuerpo, ¿Quién conoce mejor mi cuerpo que yo? Me saqué la camisa y le deje que tocara unos verdaderos abdominales...