Cierro mi computadora mientras dejo escapar un suspiro de cansancio, enojada, molesta, furiosa es poco para describir cómo me siento por más de cinco horas he estado sentada frente a la computadora tratando de escribir un final de princesas, un final feliz pero tal parece que mi mente y mi imaginación se han puesto de acuerdo para jugarme una mala pasada o mejor dicho parece que hoy todo el mundo se ha puesto en contra mía.
Primero mis jefes rechazaron la historia por la cual trabaje meses, horas, y días sin dormir tan solo porque el final de dicha historia no terminaba con la frase que ya todos conocemos y nos sabemos de memoria, “ y vivieron felices para siempre”, ellos clasificaban lo mío como: triste, dramático, sádico y perturbador así que me advirtieron que si no cambiaba dicho final aquello por lo que trabaje se iría completamente a la basura; impotencia mucha impotencia y frustración es lo que siento en este momento ¿Por qué todo tiene que terminar con un “vivieron felices para siempre”? ¿Por qué no cambiar la pauta para crear un mundo diferente?, despues de todo solo es imaginación.
¿En dónde estoy?, fue la primera pregunta que se me vino a la mente al ver aquella habitación tan desconocida para mí, miedo, esa palabra describe perfectamente lo que siento ahora ¿Cómo llegue yo aquí? ¿Quién me trajo aquí? Varias teorías muy locas comenzaron a crearse en mi cabeza las cuales inmediatamente descarte ya que eso era imposible o al menos en la vida real; mi única opción era salir y averiguar en donde demonios estaba pero antes estire mi brazo para tomar algo con que defenderme nunca sabes con quien vas a tratar, se que una lámpara no es lo mejor que hay pero de algo servirá al salir de aquella habitación la lámpara no sirvió de mucho ya que resbalo de mis manos por la sorpresa que me lleve a ver a esas personas paradas frente a mí.
Me repetía mientras cerraba mis ojos y me pellizcaba tratando de despertar de este sueño, pero lo único que veía al abrir mis ojos era de nuevo a esos guapos, apuestos, lindos y hermosos chicos que yo había creado los cuales no podían ser reales o al menos eso pensaba, antes de sentir ese pequeño dolor en mi brazo dándome cuenta que esto no era un sueño, que estoy dentro de mi historia, de una historia que aun no tiene un final definitivo escrito y que lo más seguro es que jamás lo tenga ya que me encuentro dentro de ella.
Editado: 21.02.2019