II

Simón es un castaño de 1.70m, unos ojos hermosos de color grisáceos, un chico obsesionado con los videojuegos, los comics, alguien completamente friki, romántico, tierno e intelectual. Su humor, su positivismo es una de las cosas que todos adoran de este chico no importa lo que suceda, el nunca pierde esa sonrisa que lo caracteriza.

Alexander es un moreno de 1.70m, tiene unos ojos azules que me encantan, en especial aquellos tatuajes que adornan sus brazos, el es serio, sarcástico y misterioso que por más de que lo evites siempre intentaras saber mas y mas sobre él. Es un milagro cuando alguien hace hablar a este chico, su sinceridad es su mayor don, aunque a veces no toma en cuenta el daño que puede llegar a causar.

Castiel es un rubio de 1.70m, de unos ojos verdosos muy hermosos, el es totalmente clásico o mejor dicho es un chico de la vieja escuela, divertido pero a la vez a pegado a las reglas, le encanta la lectura, tal vez un poco sentimental, pero es muy bueno escuchando y dando consejos.

Una semana una maldita semana ha pasado desde que me encuentro atrapada en este raro y extraño mundo con estos tres chicos, con estos tres personajes inventados por mí. Sé que debe de haber algún motivo o propósito por el cual estoy aquí, pero al parecer ninguno de ellos está dispuesto a decírmelo, miles de veces se los he preguntado pero lo único que hacen siempre es cambiar de tema y eso ya me está cansando, dejando a un lado ese detalle todo ha marchado bien en esta semana o al menos para mí ya que he podido conocerlo un poco mejor.

Por el día solía pasar algo de tiempo con Castiel, charlábamos de diversas cosas mientras él se dedicaba preparar el desayuno, la gran mayoría de las tardes las pasaba con Simón ya que acostumbrábamos a ver los maratones de películas que pasaban por la televisión y por último las noches las pasaba con Alexander a quien solía encontrar en el patio de la casa por lo general solo nos dedicábamos a observar el bello paisaje que la luna junto a las estrellas nos ofrecían los dos solíamos disfrutar del silencio.