Jacob estaba en la parte trasera de un auto. Había quedado en reunirse con Nicolás, su mejor amigo, en un club nocturno, Nicolás había insistido demasiado en que sea en ese lugar y bueno Jacob prefirió ceder. Jacob no se consideraba una persona terca, sabía que no ganaría nada con negarse, Nicolás sabría muy bien como convencerlo, después de todo tenía una beca en Ciencias Políticas. No era alguien con quien quisieras discutir. Habían pasado semanas desde que no conversaban, su amigo le había dicho que tenía algo muy importante que decirle y que no podría comunicárselo en una simple llamada, que tenía que ser era una conversación cara cara. Al principio Jacob se había preocupado, pero por el tono alegre de su voz percibió que no era algo malo.
Al llegar entro al lugar mientras lo buscaba con la mirada, era un lugar con mucha gente, una música sonaba a alto volumen con una letra demasiando despectiva para su gusto, olía a licor, cigarrillo y un olor diferente que podría haber sido marihuana. Genial pensó mientras caminaba con la esperanza de haberse equivocado para irse lo más rápido posible, pero al encontrar una mano extendida que lo miraba con alegría sintió que no tenía tal suerte.
—Jacob—lo llamó Nicolás con emoción en sus ojos—ven aquí...
Jacob trato de poner su mejor cara para que no notara su incomodidad apresurando su paso.
—Nicol—dijo no tan entusiasmado como hubiera querido sonar—por un momento creí que me había equivocado de lugar—se sentó tratando de no hacer muecas de desagrado
—Te dije que era un club nocturno—aviso mientras bebía un poco de una copa que tenía en la mano por el color y olor probablemente sería Brandy, no es que supiera mucho de licores, pero su padre amaba esa bebida así que era fácil reconocerla
—Parece más un antro de mala muerte
—No puedes hablar ¿O has estado en alguno? No sabía que te gustaban lugares como esos
—La universidad te esta cambiando—menciono Jacob aún no del todo acostumbrándose al olor de sudor y al bullicio del lugar
—Puliendo es la palabra—alego divertido
—Deja de jugar a la retorica conmigo—pidió con agobio—aún no crees lo que dices, solo estas jugando, tú postura habla por si sola, no dejas de jugar con tus manos, tus piernas están tensas y has estado tomando varios sorbos más para tener algo en la boca que porque quieras tomarlo, aún sigue lleno, estas nervioso y estresado—hablo de forma calmada y con una expresión ligeramente divertida, para la mayoría de personas sería estar serio pero Nicolás lo conocía lo suficiente como para saber que se estaba divirtiendo
—Aún no se te pasa lo de psicólogo ¿Verdad?—sacó la copa de sus labios y la coloco sobre la mesa dio un largo respiro y pareció estar más relajado
—Supongo que encontré mi vocación—admitió—¿Por qué estabas tan nervioso? ¿Tiene que ver con lo que querías decirme?—su amigo asintió
—Se supone que ya debería haber...—de pronto pareció estar más relajado con la mirada fija en un lugar y su sonrisa reapareciendo acompañado por un brillo en sus ojos, uno que nunca había visto—ya.... es...ta aquí—hablo entrecortado mientras se levantaba torpemente para recibir a alguien
Jacob lo miró con sorpresa por lo general Nicolás no tartamudeaba ni era torpe, Jacob trato de recordar la ultima vez que lo había visto actuar así y fue... Nunca, Nicolás nunca tartamudeaba, era perfecto con la palabra muy capaz de hacer que un ateo se contradiga y termine diciendo que Dios existe, ese comportamiento era extrañó, muy extraño. Y al parecer por el rubor de sus mejillas y unos sonidos de unas suelas de tacón que advertían que una fémina se acercaba, podía intuir muy bien por donde iba el asunto. Aunque, tenía que ser algo más, Nicolás tenía novias, no era un mujeriego ni nada, pero nunca estuvo "solo" emocionalmente hablando. El echo de comportarse torpe con una mujer era insólito en él, Nicolás no era alguien inseguro, por lo general no se dejaba deslumbrar por la belleza externa pero...
—Ella es Sol—la presentó Nicolás con una sonrisa tan grande que se le escapaba del rostro—mi novia—esas palabras estaban cargadas de un tono muy dulce y empalagoso, pero por alguna razón lo que ella contesto no salió del mismo modo
—Si, su novia—lo dijo con una sonrisa, aunque era amplia no sonaba tan sincera—Nicky es muy importante para mi—le dio un pequeño beso en los labios—estaba muy emocionado por presentarnos—se dirigió a Jacob y le dio un beso en la mejilla, por alguna razón el tuvo el impulso de apartarse, pero sería descortés así que lo reprimió, había algo que no le agradaba de esa chica, al sentir ese suave beso sobre su mejilla sintió algo raro en sí, no sabía como describirlo, era extrañó—espero que nos llevemos muy bien tu y yo—le susurró al oído mientras paso una mano por la espalda de Jacob, antes de volver a los brazos de Nicolás, por alguna razón eso lo hizo sentirse ligeramente incomodo, el tono en que lo dijo era casi... sensual
Jacob la miro con el seño ligeramente fruncido.
—Un placer—por fin hablo cundo ella se sentó al lado de Nicolás
—Descuida, no es que no le agrades, a Jacob no le gusta que invadan su espacio personal, es algo así como un viejito cascarrabias, pero cuando lo conozcas mejor no sabrás como has vivido tanto tiempo sin él—bromeó Nicolás colocando una mano alrededor de la cintura de la pelirroja
Ella era una pelirroja deslumbrante, ojos azules mucho más intensos que los de él, un vestido de color vino tinto con un prominente escote en la espalda y en el pecho, su piel era blanca y su rostro en forma de corazón la hacia ver muy hermosa. Pero por alguna razón la desconfianza era algo que no podía dejar de lado. No importa cuando sonriera o cuanto abrazará a Nicolás, algo no cuadraba, no veía la misma chispa con la que Nicolás la miraba en los ojos de ella. Y el echo que ella no le quitara la vista de encima solo lo hacia sentirse más incomodo.
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Editado: 11.06.2022