¿Por qué me seguía sucediendo esto a mí?
Ruidos, gritos, música fuerte, todo sonaba a la vez en mi mente. Con brusquedad, me incorporé y tardé unos segundos en comprender dónde me encontraba. En mi imprevisto y torpe movimiento, había despertado a los chicos que me rodeaban.
Dancer solo giró y siguió en su sueño, sin embargo Romantic deslizó muy sutilmente una de sus manos por mi espalda mientras decía cosas en coreano para tranquilizarme.
—Estoy bien— Me deslicé hacia el borde más alejado de la mesa para luego dirigirme al cuarto de baño, pero entonces dirigí una mirada hacia el catre de Leader… No había nadie allí.
Corrí hacia el baño, llevando conmigo un mal presentimiento. Pude sentir cómo Romantic me seguía de cerca. Al llegar me dirigí hacia la ducha de cristal y comprobé que una de mis peores pesadillas se volvió realidad: la ventana estaba abierta, pero Leader no se encontraba por ningún lado.
—¿Dónde está? ¿Escapó?— Preguntas idiotas no dejaban de surgir en mi cabeza. Era obvio que había escapado, y no solo que había escapado sino que no se había llevado a sus compañeros con él—Esto está mal… ¿Sabes lo que les harán por esto? Tengo miedo— Era la primera vez que me lo permitía decirlo en voz alta. Comencé a temblar, cerré mis ojos ya que la habitación comenzaba a dar vueltas a mi alrededor. Me froté los brazos con mis manos, para entrar en calor, aun vestía las prendas que Smart me había prestado el día anterior ¿O fue el anterior a ese? ¿Cómo llevaban esos chicos los días que estaban allí sin calendarios, teléfonos, cualquier cosa que les indicara en que día estaban viviendo? ¿Cómo manejaban el jet lag? Dudas que antes no habían acudido a mi mente ahora la abarrotaban.
Unos brazos me rodearon mientras me arrimaban al torso de su dueño. Sentí un acolchonado pecho contra mi mejilla, automáticamente lo rodeé con mis brazos y oculte mi rostro allí.
—Sh, sh… Tranquila, hermosa. Mi princesa guerrera… En el mejor de los casos consigue ayuda y todos seremos libres— Elián, con su perfecto español que tanto me calmaba en estas situaciones, depositó un beso en la punta de mi cabeza—. Todo se solucionará, ya lo veras. ¿Qué puede suceder? ¿Que lo encuentren y lo maten? ¿Qué lo torturen?— Comencé a temblar más violentamente y a hiperventilarme.
—¡ELIÁN! ¡La estas alterando!— Cala corrió a mi rescate. Me tomó entre sus brazos y me guió afuera de la habitación. Abrí mis ojos al encontrarme en un lugar seguro—. Ha conseguido escapar.
En la habitación reinó un tenso silencio. Había expresiones de todos colores: por un lado estaba el rostro preocupado de Grumpy junto a Smart; por el otro, se encontraban los rostros inexpresivos de The Older y Joker. Por último estaban los alegres Romantic y Angel Face, que al ver el estado en el que me encontraba cambiaron sus semblantes.
–¿Estará bien?– Pude oír que la voz preocupada de Romantic entraba en escena.
–No lo sé. Ella es la psicóloga aquí– Elián suspiró al responder en ambos idiomas. Oí cómo algunos contenían la respiración.
–Es una crisis. Nunca la había visto así– Cala sonaba preocupada. Hablaba con alguien a quien no podía ver su rostro, ya que ella me estaba tapando. Sentí una mano por mi espalda, fue muy débil, pero logró su cometido.
Alcé mi vista hacia el responsable de esa leve caricia. Joker me observaba serio, creo que jamás había estado tan serio en su vida. No era normal en él. “¿Desde cuándo se preocupa por ti?” inquirió la pequeña que se encontraba en mi interior. “Debe gustarle mucho Cala” me respondí.
De pronto, ruidos provenientes de la planta superior se hicieron más fuertes. "No fue un sueño". La idea atravesó mi mente como un relámpago. Sin darme tiempo a reaccionar, la puerta se abrió y de lo alto de la escalera pudimos ser testigos de cómo Ming empujaba a un muy herido Leader que descendía las escaleras a tropezones.
Uno de sus ojos no estaba abierto, y no lo podría abrir por unas semanas. En su mejilla corría un hilo de sangre, que cual provenía de una de sus heridas en su frente. Su boca estaba inflamada y en su nariz había más sangre.
Lo tiraron al suelo. Leader quedó de rodillas observando todo a su alrededor con su ojo bueno. Luego presenciamos a Ming tomar el arma en su espalda y apuntarla a su cabeza.
Fui más rápida que los demás, corrí interponiéndome entre el arma y Leader. El mundo se detuvo por un instante, solo éramos él y yo. Le lancé una de mis miradas desafiantes que sabía que lo harían enojar y desviar su atención hacia mí. Ming me sujetó del cuello de la sudadera para alzarme, poniéndome a su altura. Ese hombre sí que era fuerte para esos delgados bracitos.