Aire libre, mente libre
En el camino de regreso recordé la apuesta que había perdido ante Joker y que debía cumplir. Por suerte, cerca de la ciudad fantasma en donde se hallaba la casa, una comunidad coreana se había mudado hacía años. Tenían una tienda donde vendían comida típica de su país natal, como así también dulces importados por ellos mismos.
Investigué en internet cuáles eran sus dulces favoritos y compré todo lo que decía en la lista. La dueña del local, que no conocía, me dedicó una mirada atónita al ver el volumen de dulces que compraba. Sonriendo, solo fui capaz de articular: “Fiesta temática” y eso pareció bastarle. Recuerdo que hasta me ofreció preparar el catering para mi supuesta fiesta. Me negué riendo y solo fui capaz de agradecerle antes de huir de allí como si se me hiciera tarde para algo.
Al llegar a la casa, no había ni rastro de los matones del señor Chan ni de él. Parecía como si desaparecieran para reaparecer en los momentos que eran necesarios. Ese pensamiento provocó que mis entrañas se apretaran y mi cuerpo temblara. No quería volver a verlos en un buen tiempo, de ser posible.
Conteniendo mi respiración conseguí arribar al suelo del sótano sin rodar por las escaleras. Esas bolsas de compras sí que estaban pesadas. Las deposité sobre la mesa multiuso y luego volteé a verlos.
Algunos se encontraban durmiendo, como Dancer y Older; otros estaban entretenidos con sus propios juguetes, como Angel, Joker y Romantic; y los demás, Grumpy, Smart y Leader, hablaban.
En el instante que notaron mi presencia, los tres últimos terminaron su conversación abruptamente. Puse mis ojos en blanco cuando me percaté de lo que sucedía… “Jamás confiaran en ti. No importa lo que hagas, no lo harán.” La voz en mi mente habló fuerte y claro.
Sin perder el tiempo, comencé a quitarles las cadenas. Smart, Leader y Grumpy fueron los primeros en estar libres, pero tanto Joker como Angel se hallaban tan inmersos en sus respectivos juegos, que simplemente decidí que aguardaría hasta que terminaran.
—¿Cómo los conseguiste? —Leader, que se encontraba vaciando las bolsas, preguntó sorprendido al percatarse de los productos que había comprado.
—Tengo mis secretos —Sonreí divertida—. Ustedes tres serán los primeros en elegir —Me apresuré a tomar los dulces que había comprado para saldar mi apuesta con Joker, se los arrojé. y aterrizaron perfectamente sobre su pecho—Pago mis deudas —acoté ante la mirada de confusión que me dedicó.
—Ha dicho que desea volver a apostar contra ti en algún juego —Smart sonrió al llevarse sus dulces a la boca—. Esto es delicioso.
—No hay de qué —Me acerqué a Angel para soltarlo de sus cadenas—. Gracias por lo de esta mañana —Deposité un leve beso en su mejilla. Vi como sonreía respondiendo algo en su lengua natal.
—Dice que no fue nada. Lo ha disfrutado —Leader me observó—. Diría que ha realizado un trabajo excelente. Te ves muy hermosa —Inconscientemente coloqué mis ojos como platos al tiempo que sentía un rubor cubrir mis mejillas—. No hay por qué hace un escándalo de esto —Murmuró incomodo al percatarse de las miradas de reproche por parte de Angel y Grumpy, junto con la risa contenida de Joker. Sabía que si Angel no hubiera estado tan interesado por mí, hubiera dicho alguna broma para que Joker riera con él. Esos dos son un dúo peligroso de cuando bromas hablamos, pero al parecer a Angel no le había agradado el comentario de su líder.
De pronto, oímos un grito y vimos cómo Dancer se incorporaba en su catre con la mirada asustada. Me apresuré a ir junto a él. Tomé asiento a su lado y lo observé, evitando con todas mis fuerzas tocarlo accidentalmente. Por alguna extraña razón, Dancer provocaba que la madre que había en mí quisiera protegerlo. Tenía ganas de abrazarlo, de reconfortarlo, pero luego de la escena de la cocina del día anterior, no quería estar muy cerca de él. Mi orgullo estaba herido, pero sobre todas las cosas, no quería que se sintiera presionado o perseguido por mí.
—¿Estás bien? —Me asintió cuando se ubicó en tiempo y espacio mientras desataba sus cadenas. Lo oímos decir algo en coreano, luego se incorporó y comenzó a caminar por la habitación. Parecía un león enjaulado, preparado para golpear a alguien en ese instante.
—Ha tenido un mal sueño, eso es todo —Grumpy, que de pronto se encontraba junto a mí, me arrebató la llave de mis manos y comenzó a desatar a Romantic, Joker y The Older. Los había olvidado por completo, solo podía observar a ese niño asustado que caminaba de un lado a otro.
Entonces caminó dirigiéndose al baño y todos me observaron. “¿Qué les sucede?” pensé. “¿Por qué me miran?” Me dirigí hacia la cocina sintiendo que era presa de siete pares de ojos. Llené un vaso con agua y la bebí de un trago . “¿Por qué no hay algo más fuerte aquí?”
—Grumpy ha ido a hablar con él —Murmuró Romantic ingresando a la cocina— ¿Cómo te sientes? ¿Mejor?
—Si hablas de mi rostro, sí. Me siento bien, gracias por preguntar —respondí bebiendo mi segundo vaso de agua.
—Creo que sería mejor si él pudiera salir por un rato al exterior…—Vi duda en su rostro. No sabía si pedirme el favor que tenía en mente— ¿Crees… que tú… digo, si no te ves afectada…? —Romantic estaba pensando muy cuidadosamente sus palabras. No confiaba en mí. Podía percibir cómo su lenguaje corporal lo delataba. Estaba muy tenso, no sostenía mi mirada, reformulaba su pregunta… Me veía como si fuera Amapola. Como si estuviera igual de lunática que ella y como si no pudiera confiar en mí. “Así que así me ven realmente”.
—Puedo. Amapola ha dicho que podrían salir al patio trasero. Podemos empezar hoy, si Dancer lo necesita —Le comenté sin esperar a que terminara su pregunta. Él asintió.
Se volteó y fue a comunicarles la buena noticia a todos. A su vez, The Older ingresó al cuarto de baño para luego salir con un serio Grumpy y un muy serio Dancer.