Estocolmo

Capítulo 4

Valentina

Días después estaba en la terraza observando el jardín, mi parte favorita de la casa, hace un rato escuché que David tenía visitas y vi entrar una camioneta negra, después de un rato me llamó para que bajara.

Cuando llegué al salón estaba sentado frente a un hombre y junto a éste había una chica, ellos estaban de espaldas a mí, me quedé parada en la puerta y David volteó a verme.

David: ven linda, tengo una sorpresa para ti- caminé hasta llegar junto a él y pude observar a las personas con las que estaba, el hombre era joven, como de nuestra edad, era muy guapo también aunque él era un poco más delgado.

Observe a la chica y mis ojos se abrieron por completo cuando reconocí a mi amiga, ella se levantó y me abrazó, yo imité su acto tratando de controlar mis lágrimas, estaba tan feliz de verla y sobre todo de saber que estaba bien.     

Abril: ¿cómo estás? Estaba preocupada por ti- susurró con lágrimas en los ojos.

Valentina: pues bien... después de todo ¿y tú? Te extrañe mucho.

Abril: también estoy bien, ahora mejor que sé que estás bien… - nos abrazamos de nuevo.

David: pueden platicar arriba para que estén más cómodas, trataré algunos asuntos con Tapia, en un rato las llamamos.

Abril se giró a ver al hombre con el que estaba, él sonrió un poco y asintió, tomé la mano de mi amiga y subimos hasta la que podía llamar mi habitación.

Valentina: amiga perdóname, que estés pasando por esto es mi culpa, el idiota ese mandó secuestrarme y como tú estabas conmigo pues...

Abril: no te preocupes, no es tu culpa, además ya me resigne a esto, en la casa donde estoy es imposible escapar.

Valentina: ésta casa es peor, hay tres hombres armados por metro cuadrado… - dije algo triste. Abril tomó mi mano y me sonrió con tristeza.

Abril: ¿cómo te trata él? ¿David? Verdad- susurró.

Valentina: sí, me trata bien, aunque... - dije y bajé la mirada.

Abril: ¿te hizo algo?- preguntó preocupada.

Valentina: no pero hace nos días pasó algo que... me dejó muy inquieta.

Le conté a mi amiga lo que había pasado hace unos días con David y ella escuchaba atentamente cada palabra que le decía.

Valentina: no sé qué hacer, no puedo evitar sentirme nerviosa cuando está él... no me había pasado con nadie, me estoy volviendo loca ¿cómo puede gustarme un tipo que no me da libertad?- dije frustrada.

Abril: yo he sentido lo mismo con Alonso, y llegué a la conclusión de que no sería mala idea ceder ante ellos- la miré con el ceño fruncido- yo sé que nos secuestraron y todo pero... simplemente aceptemos la realidad, no podemos escapar y tarde o temprano nos tendremos que acostar con ellos... no nos tienen sólo como adorno.

Valentina: no lo sé, aún me parece arriesgado.

Abril: amiga estamos secuestradas ¿qué más podemos perder? Además resulta que nuestros secuestradores parecen modelos de revista, por lo menos en eso tuvimos algo de suerte… - dijo riendo, yo la imité- la verdad es que la próxima vez que Alonso trate de estar conmigo no lo rechazare... está bonito el niño- dijo sonriendo coqueta- y el tuyo no se queda atrás, ya lo vi y perdóname pero está chulísimo… - dijo coqueta dándome un leve codazo en las costillas mientras reíamos.

 

David

Estaba con Alonso en mi despacho hablando de algunas cosas.

Hace un tiempo que tratamos de salir de éste negocio, queremos una vida tranquila lejos de éste horrible mundo.

El plan es escapar a otro país, donde nadie nos conozca y podamos empezar de nuevo en un mundo dentro de la ley.

Alonso: ¿qué harás con Valentina?-preguntó mientras bebía wiski.

David: la dejaré libre- dije con un vaso de tequila en mi mano y la vista fija en la nada- ¿y tú?

Alonso: no lo sé, Abril me gusta mucho pero no quiero obligarla a irse conmigo... si ella quiere la dejaré libre.

David: será muy complicado escapar si ella viene con nosotros.

Alonso: lo sé, pero quiero correr el riesgo. Llevo pocos días con ella pero siento que es especial... diferente a las demás ¿me entiendes?

David: claro amigo, aunque me cueste admitirlo siento lo mismo con Valentina.

Alonso: creo que comenzamos a estar jodidos.

David: lo sé… - dije antes de beber de mi vaso.

Alonso: pues salud por eso- dijo y chocamos nuestros vasos para después beber el contenido por completo.

 

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