Tuve muchas oportunidades de casarme, de seguir siendo el paradigma de la sociedad.
En lugar se eso, me levanto temprano los sábados para ir a la universidad, regreso tarde a casa sin tener que preocuparme por nadie más que por mi, y con la satisfacción de haber logrado algo.
Sigo viviendo en casa con mis padres, trabajo desde casa, así que no tengo porque salir de casa, aunque cuando sale viaje soy la primera en apuntarme.
No me arrepiento de la vida que elegí, al contrario lo haría todo de nuevo.
Me acostumbre a dormir sola en la cama, a acostarme por las tardes, a disfrutar de una comida caliente, a levantarme tarde por las mañanas, a ser solo yo.
Tal vez suene un poco egoísta, pero es la vida que elegí.