Hijo, ¿Puedes venir aquí? — Escuché que papá me llamaba desde el patio.
¿Si? — Pregunté cuando llegué a su lado.
Recuerdas que hace unos días me preguntabas cómo se forman las estrellas — mencionó y rápidamente asentí, ocasionando que riera un poco
¿Sabes que las personas y los animales mueren? — asentí y el continuó — Cada persona, al fallecer, se convierte en una estrellita en el cielo, de esta forma siempre estarán para guiarnos.
¿Tú te convertirás en una estrella también? — Pregunté aun conociendo la respuesta, sin embargo, papá no dijo nada, solo se quedó fijo observando el cielo y éste, como en respuesta, tronó y se iluminó indicando que pronto llovería.
¡Mis amores, más vale que entren antes de que empiece a llover! — Gritó mamá desde algún lugar de la casa.
Vamos por chocolate caliente campeón — Dijo papá mientras me daba la mano para adentrarnos a la casa de nuevo.
***
Buenos días cielo — dijo mamá depositando un beso en mi mejilla. — ¿A qué hora llegaste anoche?
No te preocupes, llegué antes de las 12 porque cambiaron el toque de queda de ceniciento — Dije entre risas.
¿En serio? — Preguntó algo extrañada.
Le decimos a Chase "Ceniciento" porque de pequeño amaba ver la cenicienta y según él, va a casarse con alguna princesa para que lo mantenga. Por supuesto, ya no dice ese tipo de cosas, pero mamá y yo no dejamos que lo olvide.
¿Nada interesante que contar? — Preguntó con una sonrisa pícara en su rostro. Siempre hemos tenido una relación muy fuerte y nos contamos algunas cosas.
Conocí una estrellita anoche — Digo y rápidamente agrego — Perdón por no haber estado aquí durante la lluvia de estrellas, no sabía que ocurriría.
¿Una estrellita? Pues eso sí que es nuevo ¿eh? Descuida, cielo. Hoy llegaré tarde, no me esperes despierto. — Dijo entre risas mientras se dirigía a la puerta para irse a trabajar.
Desde que papá murió, mamá no había vuelto a brillar hasta que conoció a Peter, mi relación con él es algo complicada, sin embargo, por la felicidad de mamá ambos lidiamos con nuestras diferencias.
De: Chase
Jodida resaca tengo ¿Tienes aspirinas? Al parecer aquí no queda ni una
No puedo evitar reír al leer el texto de Chase, solo le envío un pulgar arriba y en menos de lo que se imaginan estamos sentados en la cocina de mi casa mientras lo escucho quejarse de su resaca y hablar sobre la "asombrosa fiesta" de anoche.
Al parecer mientras yo estaba conversando con estrella... Esperen ¿Ya le puse un apodo? Esto es grave, aunque no sé para qué me quejo si realmente me gusta llamarla así, aunque sea en mis pensamientos...
Como sea, mientras yo conversaba con estrella él hablaba con una increíble chica que aparentemente va a un instituto cerca del nuestro...
Todo iba realmente perfecto, pero minutos antes de la que empezara la cosa es de las estrellas... — Dice hablando lentamente como si pronunciar palabras le clavara un cuchillo
Lluvia de estrellas — le corrijo entre dientes y él hace un ademán antes de proseguir.
Como sea, lo importante es que ésta chica era espectacular, pero de la nada parece que todo se arruinó y se fue, no tengo ni idea donde se metió, aunque la busqué un rato hasta que me cansé, fue entonces cuando me acerqué a ti y a esa rubia — suspiró.
Hablando de eso — Dije y lo golpeé lo más fuerte que pude.
¡Oye! — se quejó
Eso es por haber arruinado mi conversación con ella — Pronuncié lo más fuerte que puedo y él hace un gesto de dolor
¡Ni siquiera recuerdo su nombre para buscarla en las redes! — Me quejé como un niño pequeño
¿En serio? — Pregunta sin el más mínimo atisbo de interés.
El silencio reina entre nosotros y Chase es el primero en romperlo cuando murmura una débil disculpa. Sin embargo, no cambia nuestra situación, aunque el ambiente ya no está tan tenso como antes.
Te ayudaré a buscarla, lo prometo — dice mientras se rasca la nuca parado en el umbral de la puerta, yo solo asiento en respuesta y observo como se marcha.
Espero que seas fácil de buscar, estrellita