Estrella Polar

CAPITULO 1

Caminaba perdida entre las calles de la ciudad, nevaba con fuerza casi tanto como aquel año en que todo quedó incomunicado 1976 justo cuando mi vida aun tenia sentido. Trabajaba en unos grandes almacenes era 24 de diciembre, la gente se alborotaba alrededor de la puerta de entrada preparando las tipicas compras de ultima hora, el tiempo no acompañaba, según el ultimo noticiero una gran tormenta gélida arrasaria nuestro pais con lo cual el pánico entre los humanos era mas temido que la propia prediccion meteorologica. Me acerque a uno de esos grandes ventanales, por lo visto el sol lucia algo empobrecido pero no se divisaba tal atrocidad infundada por los medios comunicativos, lo unico que pude observar fuera de lo comun era una pequeña nube dispersa y algo enradecida, su forma ovalada casi plana parecia uno de esos ovnis que describian los que demostraban haber visto alguno en su dia, aquello era lo unico extraño por lo demas, todo parecia ...normal. Al expandirse las puertas de mi lugar de trabajo la gente embestia despavorida hacia las secciones de frescos como si estuvieran luchando en una maraton para quedarse con el primer premio, enseguida quedaron las secciones cubiertas pero fue increible las ventas de aquel año, seria imposible no recordarlo entre las fechas y el miedo apocaliptico inculcado por los servicios de comunicacion mantuvimos el record que nuestro jefe nos habia exigido es mas... lo doblamos. Sin embargo a la hora del cierre comenzo a caer esa lluvia gelida convertida en nieve, al principio sus copos eran insignificantes pero comenzaron a coger una intensidad inverosimil, aquello se torno en una alarma social en la cual todas necesitabamos abandonar el establecimiento cuanto antes para poder regresar a nuestros hogares aunque cada vez se hacia mas imposible poder alcanzar nuestra quimera por estar junto a nuestros seres queridos. Nos quedamos atrapadas en aquel centro comercial, teniamos viveres, y estabamos en buena compañía al principio todo fueron risas por la situacion pero tambien nos invadia la tristeza por no estar con nuestros hijos , estos que esperaban nuestra llegada para comenzar la aventura de los regalos traidos desde muy lejos por ese gran señor vestido de rojo con barbas abundantes y blancas barbas adornando su rostro entrañable. Poco a poco nos remordia la coinciencia, muchas se quedaron pero yo no podia mas, la incentidumbre se incrementó al quedarnos incomunicados, el telefono dejo de tener servicio y la nieve ya sotenia los diez centimetros de longitud. Sin pensarlo dos veces viendo la posibilidad de por lo menos intentar llegar hasta mi hogar que por suerte no estaba lejos de mi puesto de trabajo, me arriesgue cogiendo mi abrigo y dejando a mis compañeras con la boca abierta por tal osadia. Algunas de ellas me siguieron victimas del desconsuelo y la desilusion por no estar con los suyos pero las mas listas, se quedaron aguardando el centro comercial, pasarian la noche entre risas , copas de cava y comida pues tenian todo lo necesario para mantenerse toda aquella maldecida noche. Agarramos nuestro vehiculos, la conduccion se hizo temeraria complicándose por momentos, pero debiamos intentarlo. La ventisca azotaba fuerte sobre el cristal, los limpiaparabrisas no daban de si y la calefaccion brillaba por su ausencia, mi casa se situaba al final de la avenida, pero tenia un pequeño trayecto forestal, fue ahi donde comenzo a invadirme esa sensacion de terror en mis venas, la agitacion de mi respiracion se entrecortaba, y los latidos descompensados de mi desmesurado corazon me invadian en leves pinchazos sobre mi pecho por la oscuridad y los azotes de aquella gran tormenta glacial. De repente algo me hizo frenar de golpe mi vetusto automovil, algo increible... una luz cegadora prominente del cielo, colisionaba contra la nieve esparcida en el suelo dejandome a penas sin vision alguna. Despues de varios trombos para intentar domar aquel coche con la resbaladiza nieve se quedo clavado y entonces intente observar que era aquello que brillaba con esa magnitud en un cielo totalmente cerrado. Al ascender mi mirada no podia creer lo que avistaron mis ojos, una estrella semejante a las que adornan nuestros arboles navideños paseaba por el cielo atravesando la crueldad de aquellas nubes tormentosas , me quede perpleja al ver su movimiento y al pasar cerca de donde me encontraba el coche se quedo completamente nulo, las luces dejaron de brillar, no respondia a mis intentos por arrancarlo de nuevo , estaba al borde de un ataque de nervios, sola a la intemperie de aquel bosque y tan cerca de mi casa, podia incluso percibir nuestras luces navideñas que colocamos en el umbral de la puerta, con lo cual y contra viento y marea como suelen decir los marineros me aventure a dejar el coche alli abandonado y seguir a pie pues la tenia a tocar con mis manos. El viento silbaba con fuerza emitiendo voces de ultratumba , parecia que la muerte me acompañaba en el trayecto, los lobos en la lejania dejaban su aullido al cielo al ver aquella hermosa luz, esa estrella sola en el firmamento en una noche tal especial . Esta empezó a recorrer el camino que debia seguir hasta llegar a mi querido hogar parecia un milagro, una vez alli se posó en nuestro tejado y desaparareció por arte de magia. Las pocas fuerzas que me quedaron despues de avistar aquel prodigio me alcanzaron a poder tocar casi sin brio el picaporte de mi hogar agitando con la poca fuerza que aun mantenia esa puerta que abrieron mis hijos acompañado de un marido asombrado por mi valentia. Les estuve relatando todo lo acontecido incluso lo de la estrella pero al parecer, esa gran luminosidad no fue percatado por nadie, ni siquiera por el noticiero pues estaba deseando demostrarles que todo era cierto, pero nada ni nadie hablaba de tal acontecimiento. Aquella noche fue mas especial de lo previsto nos reunimos algo mas tarde de lo establecido pero todo estaba tal como debia estar, el fuego de la chimenea sacudia con vigor sus llamas por el vendaval que asistia fuera de nuestro entorno familiar, la cena exquisista y los pequeños abrian sus deseos convertidos en realidad. Mi marido y yo nos abrazamos clavando nuestras miradas al unisono de nuestras dilatadas pupilas mientras estos jugueteando con sus nuevos regalos quedaban sorprendidos por la tejedora de sueños que los arropó en su dulce viaje a un mundo de fantasia. Ascendimos por aquellas escaleras fue una noche romantica como pocas recordaba, fundiéndonos en un abrazo donde nos quedamos dormidos hasta la llegada del amanecer . Despertaba entre sus brazos, lo observaba orgullosa por la dicha de ser tan agraciada, mi marido que habia llenado de gozo mi vida, me habia dado dos hijos estupendos, era tan feliz... me acerque a sus labios pero no senti su aliento, ni siquiera su calor, su cuerpo se presentaba tan frio como la nieve que cubrio nuestro hogar, zarandee su cuerpo, grite su nombre volviendome loca pero el...no respondia a mi plegarias, aquella noche fue la ultima donde nuestro amor puso punto y final a una historia dificil de olvidar imposible de aceptar, 25 de diciembre mi peor pesadilla, mi amargura ...el descenso previo a un infierno que desconocia. Intente llevar la compostura pero la depresion se hizo dueña de mi ser, cada año que acudia esa infernal y odiosa fiesta navideña me hundia incluso llegue a pensar que todo aquello fue culpa de aquella extraña luz, esa estrella en mitad de la nada justo se aposento en nuestro tejado como si un alma viniera a traicion en busca de mi marido pues gozaba de buena salud, nada motraron sus multiples auptosias intentando buscar el motivo de su muerte, simplemente, su corazon dejo de latir. Me deje llevar volvia a caer en la prision del alcohol esa misma donde fui rescatada por mi funebre amor, mis hijos intentaban llenar ese hueco tan grande que se formó en mi corazon, pero descuide sus afectos, descuide mi trabajo y poco a poco perdia lo que mas queria en la vida, primero el trabajo puesto que siempre llegaba tarde y bastante puesta en ese elixir que me regalaba por un momento la inexistente sensacion del vacio que aquella estrella me arrebató, despues la asistente social me separo de mis hijos, se los llevaron lejos de mi abrazos, de mis besos, despues perdi mi casa que con tanto esfuerzo alzamos en aquel lugar paradisíaco entre la ciudad y la tranquilidad de un pequeño bosque alejados del bullicio, de tenerlo todo...me quede sin nada, solo con aquellas ropas del ultimo invierno antes de abandonar mi hogar, y la locura de ir en busca de esa estrella que saqueó mi vida. Los años pasaron sin pena ni gloria , sin noticias de mis hijos, quizas estarian en manos de una buena familia, alguna que obtuvo el milagro de la buena esperanza de no poder engendrar y ahora tenian la posibiidad de hacer una buena accion, nunca mas supe de ellos, ni su paradero, nada, intente buscarlos pero el sonido de cristal de aquellas botellas llenas de roba- culpabilidades hicieron imposible seguir en su busca y asi me converti en lo que soy ahora una indigente que recorria la calle central de la ciudad, admirando las luces que tililaban con la armonia de canciones navideñas en aquellos altavoces expuestos por toda el area comercial, los cantigos de esas melodias me enternecian el alma, el juego de luces todo el conjunto me tenia hipnotizada... Sentía frío, aquella noche la misma fecha de aquel dia 24 de diciembre no encontraba donde esconder mi pobre cuerpo, mis ropajes rotos estropeados por las inclemencias temporales y aquella gente paseando con sus buenos abrigos mientras me observaban como si poseyera la próxima pandemia mundial. Zarandeaba mi cuerpo de un lado al otro tosí agarrando un mugriento pañuelo en el cual deje un rastro de sangre, dando por hecho que aquel dolor en el pecho junto con esas pequeñas hemorragias no anunciaban nada bueno, por eso deseaba quedarme alli, admirando las luces, el sonido de esas canciones, y el pobre tintinear de algunas monedas que caian de algunos transehuntes, aquella navidad no fue especialmente considerada para una pobre mugrienta como yo pero tampoco le daba importancia, total la muerte estaba tras de mi, lo intuia cada vez que mi cuerpo me hacia toser casi sin voluntad propia. Intente alcanzar algun lugar donde apoyar mi delicado y alcoholico cuerpo, pero al volver a toser me maree y mi figura caia al vacio de tocar esa nieve sobre el suelo y sospechosamente algo paro el presentido golpe, abri mis vetustos ojos y pude ver un angel en forma de hombre, este me acogio en brazos mientras la multitud se alejaba como si tuviese la misma peste asombrados por la cortesia de aquel afable señor con ropas de alta costura. Me llevo al mejor hospital de la ciudad, apenas sin conocerme daba ese espiritu navideño que pocos logran alcanzar solo almas buenas como aquel angel disfrazado de mortal que nada mas verme aun estando agarrada a una botella medio vacia se ofrecio a auxiliarme cuando nadie lo hubiese hecho. La noche se acercaba , me hicieron un sin fin de pruebas y el diagnostico era claro, no tenia mucho tiempo de vida. Lo presentia pero dicho por un profesional sonaba aun peor de lo que me imaginaba, de repente solo me vino a la cabeza la imagen de mis hijos y de mi fallecido marido esa misma noche celebrando la nochebuena, soltando esas lagrimas de amargura que calentaban mi piel dormida por el frio. Aquel señor se acercó a mi vera me dijo que vivia cerca y que estaba solo, le mire con compasion , sin pensarlo dos veces, me arranco de todo a lo que estaba lapidada en dicha habitacion y en brazos me llevo por todo aquel pasillo repleta de estas cada una con una historia con un desenlace anunciado. Los medicos, no podian creer lo que estaban viviendo advirtiendole que seria mi ultima noche, entonces clavo su mirada oscura en uno de ellos y le dijo- por eso, por ser su ultima noche quiero que la pase en el calor de un hogar regentado por un solitario como yo. Abrieron paso hasta llegar a su coche donde nos desplazamos hasta su hogar. Yo seguia admirando las luces, nevaba sin cesar, parecia haber viajado en el tiempo pues el recorrido era idéntico al que hice aquella noche de 1976, la ventisca azotaba fuerte en la luna del coche apenas podia verse a centimetros del final de dicho automovil, se adentro en una pequeña pista forestal, mi cuerpo empezó a temblar y mas al ver, que ese desconocido se hospedada en mi antigua casa. Agarrada a su cuerpo traspase el umbral de la que una vez fue mi guarida, mi hogar....se mantenia igual solo algun que otro detalle cambiaba pero en realidad era como volver de nuevo a mis origenes aunque echaba de menos mi familia ellos eran lo unico que faltaba en mi hogar. Subi las escaleras y al ver nuestra habitacion casi me da un palpito, el agradable señor me ofrecio ropa nueva de su fallecida esposa, la ducha estaba preparada por fin el agua caliente regeneraba mi piel seca y cortante por el paso de los años en la calle, durmiendo a la intemperie ya hiciese frio o un calor insoportable, tomé uno de aquellos geles perfumados mi piel rejuvenecia, mi rostro se llenaba de luz y mi cabello largo y sedoso tapaba mi escueta figura que solo mostraba pellejo sobre unos huesos que no podian sostenerme. La cena alumbrada por unas armoniosas velas aromaticas y aquel fuego de chimenea que ardia con tanta fuerza como nuestros corazones, este no pudo dar credito al verme con el traje de su difunta esposa fuera de aquella mugrienta envoltura que rodeaba mi bello rostro. Cenamos relatando nuestras precarias vidas, me sentia cansada pero estaba muy a gusto a su lado, sus palabras se escuchaban difusas, cada vez mas lejanas . Senti como arropaba mi cuerpo en un catre mullido y sus brazos se posaron en mi cuerpo me acerque para sentirle pensando que estaba en el cielo y que por fin me rodeaban los abrazos de mi marido.De repente , algo me hizo despertar de aquel dulce sueño me encontraba en el bosque sin saber como habia acontecido tal disparatado viaje lo ultimo que recordaba mi vetusta mente era el parloteo de aquel angel a la vera del fuego y como entrelazamos nuestros cuerpos en un dulce sueño... como habia llegado ahi?alcé mi mirada al cielo repleto de copos que cian sin cesar... imposible era ver aquella luminosa estrella en un cielo oculto de severas nubes de tormenta glacial. Empecé a pensar que el frío o quizas el final de mi cruda enfermedad destruyó mi última neurona .Negué con la cabeza cabizbaja intentando que la brisa gélida no cortarse mi rostro ya envejecido, buscando la referencia de mi hogar pero no lo hallaba entre la niebla y esa horrible vestisca y de pronto me tope con el milagro, esa enigmática estrella caía sobre mis pies . Mis ojos se agrandaron intenté cogerla pero si luz cegadora a la vez de ardiente no me dejó realizar mi deseo,la observe con esa mirada de odio por robarme lo que mas queria, por arrebatarme mi vida, por sentirme perdida y darme cuenta de que mi cuerpo ya no podia mas . Me senté a su lado mi viejo abrigo se hizo cómplice de su resguardo y ella agradecida me ofreció su calor, su paz eterna, mi descanso por una vez en un cálido abrazo rodeada de nieve, frío y espanto. A la mañana siguiente nos hicimos compañía en el cielo pues llegó hasta mi, para transformarme en una más que brilla feliz en el firmamento al lado del ser al que mas he querido y que por fin nuestro amor ilumina el cielo...




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