Detesto Montevideo con mi alma entera. Detesto todas las ciudades grandes y llenas de edificios, a pesar de que esta es mi primera vez en una. ¿Por qué tuve que elegir una tecnicatura que solo se puede estudiar en la capital? Tal vez mi pasión por las letras no valga tanto como para hacer este sacrificio, podría hacer el profesorado de Literatura en algún lugar más tranquilo y con mayor aire limpio. Creo que ya es tarde para cambiar de opinión...
Vuelvo a mirar el papel suelto dentro de mi libreta personal y me detengo en la esquina de la manzana. Busco el nombre de la calle donde me encuentro, pero, por razones que desconozco, no coincide con el de la hoja. ¿No se suponía que debía seguir dos cuadras hacia adelante y doblar a la izquierda en la tercera? El hombre al que detuve me había dicho eso. Agh, odio la ciudad.