5: OCEAN

OCEAN

Después de esa clase las que siguieron fueron bastante regulares. Por suerte no recibiré historia con papá o lenguaje con mamá, realmente es una bendición no tener a mis padres vigilando cada movimiento que hago o llamando mi atención si me distraigo por medio segundo.

Tampoco vi a Finn, seguramente nos cruzaremos cuando tengamos que ir a comer. Aun no he visto la cafetería pero según él, es demasiado elegante y el lugar es grande. Espero que la comida no sea extraña, a veces sucede que tienen unos platillos con sabores agridulces o demasiado elegantes para un paladar que prefiere comer hamburguesas con queso.

No fue hasta que iba en camino a mi clase de literatura cuando vi que mi hermano estaba corriendo hacia mí. Me detuve, confundida por su repentina carrera, como si jaguares lo estuvieran persiguiendo.

Llega conmigo y se detiene, doy dos pasos hacia atrás en caso colisionaba contra mí. — ¿Qué te pasa? —pregunto.

Toma una larga respiración. —Te he estado buscando desde hace cinco minutos.

Miro hacia arriba, no es como si encontrarme en este edificio tan grande sea lo más fácil. — ¿Qué quieres? —junto mis cejas mientras miro a mi hermano que se ve un poco ansioso—. ¿No pudiste enviar un mensaje o algo?

Niega varias veces, pequeñas gotas de sudor se estancan en su frente. —Tengo que hablar contigo y no por mensaje. —Me toma del brazo y me mueve a un lado, cerca de un filtro de agua con un objeto metálico que contiene vasos biodegradables al lado.

Lo miro confundida, ¿Qué es tan importante para que corra de esa forma? — ¿Ya me vas a decir?

Asiente tres veces y toma su teléfono. — ¿Viste a la chica con la que estaba en la clase?

La rubia, la amiga del chico que me tomó los dedos como si fuera contagioso ser de clase media. —Um, ¿sí? ¿Para eso corriste?

Rueda los ojos impacientemente. —Cállate y escucha, se llama Tamara Irelend, ¿bien? —Explica mientras sus dedos tocan la pantalla—. La busque en las redes, quería agregarla y bueno, creo que le gusté porque me aceptó rápido.

Suspiro mientras recuerdo que tengo una clase y estoy a punto de llegar tarde por culpa de mi hermano que decidió contarme sobre su vida romántica. —Bien por ti, ¿ya puedo irme?

—Mira, ella estaba con un chico alto, con quien te tocó hacer esas cosas, ¿no? —Asiento y espero a que continúe—. Bien, pues pensé que eran pareja o algo así, ¿sabes? Entonces digamos que empecé a revisar sus publicaciones y lo encontré pero su perfil está privado, el del chico —me muestra una fotografía de la chica rubia con Barrett, se ven felices, no sabía que él podía verse así cuando pasó casi toda la clase juzgándome—. Pues seguí revisando y se llama Barrett Andrews.

Hace una pausa, yo sigo esperando a que termine de contarme lo que sea que quiere decir. — ¿Bien?

Baja los hombros y levanta sus manos, aun sosteniendo el teléfono. — ¡Andrews, Medusa, se llama Barrett Andrews!

Oh no.

¿Andrews por “Los Andrews”?

Mis ojos se abren y la mandíbula cae, parece como si alguien con malas intenciones hubiera planeado algo así. —No me digas que él es…

Asiente varias veces y me muestra otra fotografía, es Tamara y Barrett parados frente a un poster, una película protagonizada por Blair Andrews. La archienemiga de mis padres, la esposa de Nolan Andrews, el otro archienemigo de mis padres. No puedo creer que estamos estudiando con el hijo de quienes arruinaron la vida de mis padres.

— ¿Lo saben? —Le pregunto bajando la voz—. ¿Crees que lo sepan? ¿Estás seguro?

Mis padres siempre se ponen de mal humor cuando ven algo relacionado con los Andrews o alguien comienza a hablar de ellos. Gracias a Dios jamás se han vuelto a topar con ellos en persona (no es como si los famosos se pasearan por las calles de mi vecindario) porque eso los enloquecería.

Ahora, su hijo está aquí. En el mismo edificio que ellos.

Finn afirma con su rostro varias veces. —Le pregunté a un par de personas, pregunté si Barrett es hijo de esas celebridades y todos me miraron con cara de “¿no es obvio?” estoy seguro, es el hijo de los Andrews.

Suspiro, mamá y papá sin duda se morirán cuando lo sepan. — ¿Crees que lo vayan a descubrir? Nuestros padres.

Niega rascando su cuello. —Es un apellido un poco común, no creo que lo sepan —mira hacia arriba, en el techo, como intentando encontrar alguna solución allí—. Espero que no tenga clases con ellos, ¿crees que lleve algunas con papá o mamá?

—Tuvimos Lenguaje juntos, no estará con mamá —confirmo pero no sé si estará en historia con papá.

Ambos dejamos salir una exhalación larga y dejamos que el silencio se extienda por unos segundos. — ¿Qué hacemos? —luego pregunta.

No tengo idea, no sé si decirles sea lo mejor. —Creo que deberíamos guardar el secreto, no creo que se enteren.

Él no se ve satisfecho pero sabe que es lo mejor, si mis padres se enteran que están trabajando para el hijo de los Andrews se morirán, revivirán y arrastraran a la muerte a su retoño del mal.

No lo entiendes, el problema de mis padres con los Andrews es enorme. Es una larga historia, una que involucra traiciones y mentiras, ponerle el pie a quienes eran sus supuestos mejores amigos y muchas humillaciones. Puede que mis hermanos no existiéramos cuando eso pasó pero todos los despreciamos por igual, escuchar lo que tuvieron que vivir por culpa de Nolan y Blair fue muy doloroso.

Incluso, de alguna forma, arruinaron mi vida y la de mis hermanos en muchas formas.

—Con razón es desagradable —le digo a mi hermano.

Él inclina el rostro. — ¿Qué? ¿Te hizo algo? —Demuestra su rostro molesto cuando lo pregunta—. Tenemos que tener cuidado con él, si es su hijo no me imagino como fue criado.

Asiento, estoy completamente de acuerdo. Nada bueno puede venir de la familia Andrews, eso dicen mis padres pero nosotros lo creemos ciegamente. De la misma forma en que creo que mi madre y mi padre me aman, creo que los Andrews son tóxicos, es mejor permanecer muy lejos de ellos.