BARRETT
Ocean y yo hemos estado parados con las latas de soda por mucho tiempo, casi no hemos hablado pero raramente, no me siento incómodo. Cuando las personas que no conozco están cerca de mí sin hablar y dándome un par de miradas me hace querer escapar de ahí.
La verdad, estoy bien ahora.
—Hola Barrett —Una chica de cabello rojo se acerca, no recuerdo su nombre—. ¿Viniste con alguien?
Literalmente hay una chica a mi lado pero ella actúa como si no existiera. —Sí —miro a Ocean—. Ella.
La chica de cabello rojo junta sus cejas. — ¿Quién es esta?
Ocean abre sus ojos y niega. —No venimos juntos, solo… no es así —da unos pasos hacia atrás y me mira—. Iré por ahí, ustedes diviértanse.
Ocean se va, ¿A dónde está yendo? Ella es nueva y no conoce a nadie, sobre todo no conoce la casa de Whitney. Bueno, no debería importarme, me da igual. Ocean es una chica molesta, si quiere perderse por ahí no me importa.
—Entonces —la chica toca mi brazo—. ¿Bailamos?
Suelto un suspiro y muevo mi brazo. —No gracias —noto que Ocean no está cerca—. Y si vine con ella, no te refieras a ella como “esta” —contesto antes de tomar otro sorbo corto.
Ella se encoje de hombros y se aleja, cuando muevo mis ojos no miro a Ocean. Está bien, no es una niña pequeña y yo sin duda no soy su niñero. Nos conocemos solo una semana y casi todo el tiempo que hemos pasado hablando ha sido con palabras pasivo-agresivas.
Aunque pienso en Tam, si se entera que perdí a la hermana de su futuro novio me matará. Así que me muevo del lugar y comienzo a pasar entre las personas para buscarla, en caso esté perdida por ahí.
—Barrett —Jessica Lourdnew, una chica que es capitana de las animadoras me toca el hombro y deja la mano ahí, ¿Por qué todas las chicas piensan que pueden tocarme cuando quieran?—. Hola, ¿Cómo estás?
Odio las pláticas cortas. —Bien —miro detrás de ella, la chica Palmera no está aquí.
Jessica es alta, casi tanto como yo. Recuerdo que Tam me dijo que nos veríamos bien por nuestra altura y todo eso, su padre tiene una empresa de marketing muy exitosa y su madre es una entrenadora personal de celebridades aunque nunca ha entrenado a mis padres.
—Entonces —mueve su cabello rubio hacia atrás—. ¿Quieres ir por allá? La piscina está genial, tú eres nadador, ¿no? Tal vez podríamos nadar un poco.
Nadar… no voy a nadar en medio de una fiesta. —Oye Jessica, ahora no puedo.
Ella toma mi mano y me mueve a través de las personas, saluda a un par de chicas mientras me lleva hasta el jardín trasero. Aquí hay varias personas con trajes de baño (o probablemente solo ropa interior) y varios se están tirando en la piscina.
—Ven —tira de mí pero ya no me muevo—. Barrett, nademos un rato.
Suelto su mano. —Ahora no, tengo que ir a otra parte.
Ella suspira pero rápidamente sonríe de lado y coloca su mano sobre mi pecho. — ¿A dónde? —se acerca a mí y su rostro está muy cerca del mío. No es que no piense que ella es bonita, claro que lo es pero cuando la veo no siento nada.
No me interesa estar con esta chica o con ninguna, puede que sea algo relacionado a la forma en que crecí pero no siento atracción real por ninguna de ellas.
En algún momento eso me preocupó, pensé que tal vez no me gustaban las mujeres pero sin duda no me gustan los hombres. Cuando veo a una chica pienso que sí, son lindas y ya pero no me interesa acercarme a ellas. No quiero nada con ellas, no siento nada realmente.
Nunca he sentido eso de las mariposas o el corazón acelerándose, no tengo el deseo de besar a alguien o de invitar a salir a nadie. Esto es algo que no he dicho antes, ni siquiera a Tam. Sé que no me juzgaría pero no sé cómo explicarlo sin que suene a que algo esté mal en mí.
Tam piensa que solo soy demasiado frio con las chicas, que no dejo que nadie se me acerque y todo eso. Es posible, digo, realmente no dejo que las personas establezcan lazos conmigo aunque es más que eso, es como si estas personas y yo estuviéramos en diferentes realidades y mis sentimientos no pueden conectar con ellas.
—Tengo que irme —doy un paso hacia atrás y me alejo de Jessica.
Ella me toma del brazo. —Espera Barrett, ¿No prefieres que vayamos a otro lugar? Para estar solos.
Le quito la mano y doy un paso hacia atrás. —No Jessica —recuerdo lo que Ocean me dijo—. Eres linda pero no estoy interesado, lo siento.
Junta sus cejas. — ¿Estas rechazándome?
Solo quiero alejarme de aquí. —Tengo que ir con alguien ahora.
Se cruza de brazos. — ¿Tienes novia? ¿Con quién sales?
Pienso en Ocean, no porque estamos saliendo sino porque no tengo idea donde está ahora. No somos amigos pero ya hemos estado separado un rato y, me caiga bien o mal, es una chica que está sola y se puede perder. O algo peor.
—Adiós —me giro y sigo mi camino de regreso al interior de la casa, voy por todas las habitaciones intentando encontrar a la chica que, creo, acabo de perder. ¿Se puede perder a una chica de diecisiete años? Bueno, no la estaba cuidando realmente, ella se alejó por su propia voluntad.
Miro las escaleras y está bajando junto con Whitney, ¿Qué? ¿Por qué Whitney está con ella?
Me acerco y subo algunas para encontrarlas en el medio. —Barrett —Whitney sonríe.
Miro a Ocean, no se ve como si acabara de ser humillada por Whitney. Regreso mis ojos a ella. — ¿Qué haces con Ocean?
Whitney bufa. —Tranquilo, no estaba haciéndole nada —coloca su mano en el hombro de Ocean—. Una tonta le tiró cerveza en su blusa, le presté una yo.
Bajo mis ojos, es cierto, ya no estamos combinados. Ahora tiene una blusa rosada de tirantes. —Fue un accidente —Ocean la mira.
Whitney pone los ojos en blanco. —Pero fue un estúpido accidente, además casi ensucia la alfombra, mamá se hubiera enojado tanto —acomoda el cabello de Ocean—. No te preocupes por tu blusa, estará bien.