Estrellas Sobre Nosotros

24: BARRETT

BARRETT

La actividad de Queens involucra pasteles.

— ¡Bien, chicos, hoy nos divertiremos! —su traje amarillo, con una blusa larga y pantalones sueltos del mismo tono se mueve demasiado con cada paso que da—. Aquí al frente tienen todo lo que necesitan para decorar estos pasteles —señala una mesa con unos doce pasteles pequeños redondos con cubierta blanca.

Tam me toca el hombro. — ¿Sigues molesto conmigo?

Le doy una mirada y niego, aun no puedo creer lo que hizo el viernes. La confronté el sábado, le pregunté porque hizo todo eso y me respondió que solo fue una broma y nada más. Que no creyó que Ocean iba a aceptar y cuando lo hizo, no quería confesarle que ella había tomado mi teléfono (porque sabe mi contraseña) y pensó que sería mejor que yo fuera por Ocean para ir a la fiesta.

También me explicó que la parte donde supuestamente yo hablé mal de Finn y ella fue una equivocación. Ella le dijo a Finn que yo parecía una persona prejuiciosa pero que seguramente él entendió todo mal. Me aseguró que ella se encargaría de aclararlo.

No le dije qué ocurrió después, ella no sabe que me quedé un rato con Ocean en su casa. Estoy molesto por hacer algo así, me sentí tan tonto al llegar a su casa pero no es solo eso, no me gustó que involucrara a Ocean en sus bromas. Soy su amigo y puedo tolerarlo pero Ocean pudo malinterpretar todo y pensar que nos estábamos burlando de ella.

No sé pero no quiero que Ocean se sienta de esa manera.

—Entonces chicos, únanse con alguien para decorar su pastel —pide Queens alegremente—. Aunque les recuerdo que antes tienen que ir a colocarse la ropa que les pedí y luego termino de darles las instrucciones, así que, vayan ahora.

Tam suspira, me mira esperando que le diga algo pero cuando me quedo en silencio, ella se mueve y camina hacia Finn. Ocean está al lado de su hermano, cuando mira a Tam baja la mirada y da un paso apartándose. Las personas a nuestro alrededor toman la ropa que trajeron en bolsas de papel de marcas reconocidas y caminan para cambiarse.

Yo veo mi bolsa negra, la tomo y antes de salir camino hacia Ocean pero me dirijo a Tam: —Pídele disculpas, Tam.

Tam levanta una ceja. — ¿Qué?

Señalo a Ocean con un movimiento de cabeza. —A Ocean, pídele disculpas por lo que hiciste.

Finn mira a su hermana y luego a Tam. — ¿Disculpas? ¿Por qué te tienes que disculpar?

No quito los ojos de Tam, está molesta que lo haga frente a él pero lo que hizo no fue divertido. —Tam envió unos mensajes “bromeando” y le hizo pensar a Ocean que yo iba a pasar por ella para ir a la fiesta.

Ocean levanta las manos. — ¡No! Está bien, no importa, no tiene que disculparse, está todo bien.

Tam le muestra una sonrisa. —Gracias Ocean.

Pero no está bien aunque Ocean quiera fingir que sí. —Vamos Tam, hazlo.

— ¡Niños! —Queens nos habla, somos los únicos aun aquí—. Vayan a cambiarse.

Tam me fulmina con la mirada. —Lo siento, Ocean, solo fue una broma pero Barrett siempre exagera —su tono es lineal, sé que no lo hizo con malas intenciones pero esa disculpa no suena nada sincera.

Ocean asiente. —Está bien, no hay problema.

Ella vuelve a sonreírle. —Gracias, tu si eres divertida y comprendes la bromas —toma a Finn de la mano—. Vamos Finn, te explicaré todo mejor, no le hagas caso a Barrett.

Ocean se gira para tomar su ropa, abre la bolsa de plástico y empieza a mover algo dentro. —Ay, no —susurra.

Queens me hace una seña para que nos apuremos. — ¿Estás bien? —pregunto.

Ella toma la bolsa y la levanta un poco. —Olvidé la blusa —cierra los ojos por un par de segundos—. Pensé que la había guardado, ahora… espero no ensuciarme.

—Chicos —Queens insiste, ¿No tiene un poco de paciencia?

Tomo a Ocean del brazo solo para que Queens deje de molestarnos. —Ven —salimos del salón y la suelto, abro mi bolsa y le doy mi camiseta—. Usa esta.

Junta sus cejas y niega varias veces. —No, está bien, solo voy a…

Yo exhalo ruidosamente. — ¿Por qué dices que algo está bien cuando no está bien? —Pregunto sin esperar su respuesta—. Solo tómala y ya, no importa.

Mira mi camisa polo, la que tengo puesta. —Pero tú, ¿Qué harás? Te vas a ensuciar si no te cambias —baja la mirada—. ¿Por qué haces esto, Barrett?

No lo sé. No tengo idea porque estoy con Ocean ahora mismo en lugar de estar cambiándome. —Es solo una camiseta y ya —extiendo la camiseta negra hacia ella, no es “vieja” pero no me importa mucho ensuciarla.

Mira hacia el pasillo, pareciera que evita verme a los ojos. —Ve a cambiarte, Barrett… no voy a ensuciarme, seré cuidadosa.

Me cruzo de brazos. —Si tú no te cambias, yo tampoco lo haré.

Levanta una ceja cuando y finalmente me mira. — ¿Por qué? Barrett, no sé qué piensas pero no quiero que me ayudes o seas bueno conmigo, ya te lo dije, no somos amigos.

Bajo la bolsa al suelo, tomo la camiseta y la coloco entre mis manos para encontrar el agujero donde entra la cabeza, lo subo por encima de ella y se la coloco dejándola sobre sus hombros. —Está limpia, no te preocupes.

Ocean me dice una y otra vez que no somos amigos y supongo que aún no lo somos pero creo que podríamos serlo. No comprendo porque no me molesta pensar en eso, en ser su amigo. En acércame un poco más.

Ocean intenta quitársela pero no la dejo, sostengo sus hombros para impedir que se la saque. —No la necesito.

Con mis manos sobre sus hombros, doy un paso al frente. —Solo déjatela, ¿Es tan difícil?

Junta el entrecejo viéndome. — ¿Por qué haces esto, Barrett? No te entiendo, ¿Esperas que después te devuelva el favor? No lo haré, olvídalo. Mira, ya te dije que no me agradas y tú me dijiste que no te agrado, no voy a ser amable contigo solo porque me obligas a aceptar tu ayuda.

—No —contesto, deja de forcejear conmigo y baja los brazos—. Solo te estoy ayudando porque sí, Ocean. Eres tan necia, ¿No te cansas de pelear conmigo?




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