Estrellas Sobre Nosotros

37: OCEAN

OCEAN

¡BESÉ A BARRETT ANDREWS!

No, me corrijo, ¡ESTOY BESANDO A BARRETT ANDREWS!

¡Por cuarta vez en la noche!

Estamos aún en el estacionamiento y me tiene presionada contra su auto mientras me besa, mis manos están enredados en su cuello y sus manos están en mi cintura. Sé que no debería estar aquí, no debería besarlo y sin duda no debería dejar que mi corazón se sintiera tan feliz ahora mismo pero no puedo detenerme.

Es como un vicio, no tenía uno hasta que probé sus labios. Es malo para mí, es muy malo pero se siente tan bien.

—Tenemos que parar —hablo, tomando un poco de aire—. Tenemos que entrar.

Sé que no quiere detenerse y yo tampoco pero si mi hermano nos mira estaré muerta. Todo este tiempo le he dicho que entre nosotros no hay nada, que no me gusta que no siento nada por Barrett. Ya no puedo mentir más.

Ya no quiero mentir más.

—Eres hermosa —susurra—. Te ves hermosa, todo el tiempo —besa mis labios—. Incluso con tu camiseta de delfines.

Lo empujo y me río. —Que gracioso.

Miro sus labios, están rojos y eso me hace sonrojar. No es por ningún labial, hoy solo me había aplicado un poco de bálsamo sin color. Es por besarnos por mucho tiempo.

—Bien, vamos —estira su mano para tomar la mía—. Finjamos que nos odiamos por un rato y luego nos besaremos en el jardín de atrás.

Le doy un golpe en el brazo. —Cállate.

Besa mi mano. —Es un buen plan, ¿no?

Me siento un poco nerviosa por todo esto, no solo por mis padres sino por los recuerdos del pasado pero sé que Barrett no es como él. Barrett se ha mostrado interesado por mí, él me besó y me llamó hermosa. Él no va a humillarme frente a todos.

—Barrett —aclaro mi garganta—. Um, ¿Podemos no decir nada aun? Ya sabes, no decirle a Tamara y a Finn.

Barrett me mira unos segundos en silencio, no puedo descifrar que está pensando pero finalmente acepta. —Está bien, no importa.

—No es por nada malo, es solo que mi hermano es un poco complicado a veces —no quiero que sepa que besé al enemigo—. Creo que solo necesita un poco de tiempo.

Barrett besa mi mano otra vez. —Está bien Ocean, no se lo diré a Tam aun.

Aun. Seguramente quiere decírselo, es su mejor amiga después de todo. Yo no tengo una mejor amiga pero si lo hiciera, me gustaría contarle todo sobre esta noche. Me gustaría hablar con ella sobre Barrett, sobre lo bien que besa y lo mucho que todo esto me gusta.

—Vamos —le digo sonriendo un poco.

Mi corazón se acelera con cada paso que doy, sé que mis padres estarán aquí y aunque no saben aún nada de Barrett y su árbol genealógico, siento que tengo escrito en la frente mi culpabilidad. Sé que acabo de traicionar a mi familia pero no puedo alejarme de él tampoco.

Yo sé que parece una exageración pero no lo es, mis padres nos contaron sobre su pasado varias veces, era como si querían asegurarse que nosotros comprendiéramos lo malas personas que los Andrews eran.

Nunca lo discutimos con ellos, solo escuchamos todo lo que pasaron. Cada traición, cada mentira y los problemas que les ocasionaron a mis padres después. Aun si yo no viví nada de eso, crecí sabiendo que esas personas no eran tan perfectas como las fotografías los muestran.

No sé cómo Barrett y yo llegamos a este punto, no sé cuándo dejé mis muros de seguridad ni cuál fue mi primer pensamiento positivo por él. Lo único que sé es que me sentí satisfecha cuando nos besamos, fue como si llegué a la meta de una competencia muy larga.

Después de todo, me sentí en el lugar correcto.

Ya hay varios alumnos aquí, todos son de último año. Aun no veo a mi hermano por lo que me permito relajarme un poco, Barrett coloca su brazo sobre mis hombros y caminamos hasta el salón donde será el baile.

Es un baile escolar común y corriente con la única diferencia es que al comienzo haremos este baile que apertura los eventos escolares. También hay que hablar sobre el hecho que esta escuela tiene un amplio salón designado para estos eventos y la decoración no está hecha por alumnos, todo ha sido comprado.

Las luces blancas colocadas como si fueran ramas por los muros, el candelabro grande del medio y el equipo de sonido costoso. Cada cosa en esta escuela me recuerda que no debo sentirme demasiado cómoda pues no pertenezco a este mundo.

Barrett y yo nos movemos al fondo, cerca de una decoración que simula un árbol metálico con luces. Yo miro hacia arriba, paso mis ojos por los detalles de este lugar pues es la primera vez que estoy en este salón, me pregunto si hubiera sido mejor practicar al menos una vez aquí.

Barrett me voltea a ver. — ¿Quieres sentarte por allá?

Niego. —No, estoy bien aquí, de todas formas ya casi empieza.

Barrett me muestra una pequeña sonrisa. — ¿Puedo preguntarte algo?

Una cosa es estar en su auto, en una parte lejana del estacionamiento durante la noche pero otra muy distinta es estar aquí con él, en un lugar donde varias personas caminan cerca de nosotros y la iluminación es suficiente para mostrar mi rostro.

Sí, me gusta Barrett y ya lo confesé todo pero aun siento que debo ocultar un poco mis sentimientos por él. Aunque todo eso que dije fue como si salió de mi boca sin que mi cerebro lo procesara antes.

— ¿Qué? —pregunto bajando la mirada.

— ¿Quieres salir conmigo mañana? —Elevo mi cabeza—. Una cita, solo nosotros.

Sonrío, estaba lista para responderle que sí pero preferí jugar un poco con la situación. —Una cita, um, yo creo que no.

Eleva una ceja. — ¿No? —pero sabe que estoy bromeando, sus labios se curvan sutilmente hacia arriba—. Bueno, en ese caso tendré que escoger a alguien más esta noche.

Me encojo de hombros. — ¿Necesitas mi ayuda? —muevo mi cabeza para señalar—. Mira esa chica de ahí, es linda, ¿le digo que quieres salir con ella?




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