OCEAN
—Hola Barrett, pasa —mamá abre la puerta y se mueve para dejarlo entrar.
Ella me mira y me hace una cara de “sé que te gusta” yo ruedo los ojos peo sí, me gusta mucho Barrett.
Veo a Barrett, está vestido como el primer día. Solo unos pantalones y una camiseta blanca simple, creo que eso es peligroso, tengo un historial de arruinarle su ropa. Lo he disfrutado, al comienzo se sentía como un tipo de venganza hacia los Andrews pero ahora no quiero venganzas de nada así que intentaré no arruinarle esa.
—Gracias, buenos días —saluda, tímido—. Um, solo vine porque Ocean y yo somos compañeros en Literatura del Mundo y tenemos que hacer una tarea, ¿me preguntaba si está bien que vayamos un par de horas a una cafetería para hacerlo?
Este es el plan, solo de esta forma podré ir con él a nuestra cita sin que Finn haga muchas preguntas.
Mamá asiente. —Claro que sí, ¿Por qué no lo hacen aquí?
Barrett me mira elevando sus cejas.
—Ah —yo empiezo—. Mama, aquí hay mucho ruido.
Antes que ella conteste algo, Nick y Daisy bajan las escaleras peleándose sobre algo. Cuando están en el penúltimo escalon, Daisy grita: — ¡Mamá, Nick volvió a tomar mi teléfono! —deja su boca un poco abierta al ver a Barrett—. Ah, eh, um… hola.
Barrett levanta su mano.
— ¡Hola Barrett! —Nick baja de un salto y se acerca a él con una sonrisa.
Daisy se acerca alisándose el cabello con los dedos. —Mamá… um, dile a Nick que no tome mi teléfono.
Mamá se acerca a ella. —Préstaselo Daisy, solo quiere jugar.
Nick toma de la mano a Barrett y lo lleva hasta el sofá. — ¿Vienes a cocinar?
—Nick —lo llamo—. En realidad, Barrett y yo tenemos algo que hacer.
Daisy se sienta a un lado de mí en el sofá. — ¿Tienes una cita con tu novio?
Le doy un empujón. —Barrett no es mi novio.
Mamá se acerca también. —Ocean, no empujes a tu hermana —me regaña—. Y pueden hacer su tarea aquí, ¿quieren pedir algo de comer?
Nick da un aplauso. —Barrett, tengo un videojuego, ¿jugamos?
Él le sonríe pero no sabe que contestar, yo vuelvo a intervenir. —Mamá, definitivamente no podemos hacer tareas aquí —señalo—. Creo que mejor nos vamos.
— ¿A dónde vas? — ¡Rayos! Ahora es Finn.
Nick sigue insistiendo: —Es este videojuego de guerra, tengo una armadura nueva.
Daisy le contesta a Finn: —Ocean se va con su novio a una cita.
— ¡Daisy! —lo siento mamá, volví a empujarla—. No, tenemos que hacer una tarea.
Finn mira a Barrett y luego a mí, decide sentarse en el sofá de papá. El que es solo para una persona y se puede reclinar. — ¿Tarea? —Se encoje de hombros—. Háganla aquí.
Mamá asiente. —Eso mismo les dije.
—Y vamos a jugar después —Nick ahora se acerca a Finn y le toma el brazo—. ¿Verdad? ¿Vamos a jugar también?
— ¡No! —Me levanto del sofá—. No vamos a jugar, no vamos a quedarnos aquí —me giro con Barrett—. Vámonos ahora o no habrá escapatoria.
Finn se cruza de brazos. — ¿Cuál es la prisa? ¿Tanto te gusta hacer tareas, Medusa?
Barrett mira a su alrededor, pero se ve entretenido por todo esto. —Está bien, Ocean —se levanta—. ¿Y si juego un rato con Nick?
Finn resopla. —Son videojuegos normales, no esos de realidad virtual que tú debes tener.
Nick mira a Finn. —Juguemos los tres, ¿sí? Yo voy a ganar de todas formas.
Mamá se va a la cocina, seguro piensa que todo está resuelto. Daisy se levanta y se sienta en el reposabrazos del sofá donde está Finn. —No creo que sean tareas, Finn. Es una cita.
Cuando a Daisy le guste alguien me voy a vengar.
—No hay tiempo —afirmo.
Finn mira a Barrett. — ¿Por qué no lo hacen aquí? No quiero que salgas con mi hermana a ninguna parte.
Yo lo miro fulminándolo. —Finn, ¿Qué rayos?
Barrett da un paso hacia el frente. —Oye Finn, ¿no te gustaba jugar basquetbol? —Pregunta—. ¿Quieres competir? Si gano dejarás a Ocean que decida si quiere hacer la tarea aquí o en otro lugar.
Daisy me mira, Finn se levanta para acercarse a Barrett. — ¿Crees que eres mejor que yo? No seré agradable contigo solo porque eres un An…
— ¡Finn! —levanto mis manos. ¿Iba a decir el apellido frente a mis hermanos? —. No basquetbol, no videojuegos y no nada. Esto se está alargando y yo estoy decidiendo ahora que me voy.
Finn junta sus cejas. —Reto aceptado, Barrett.
Ay, Dios.
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—Mi lealtad me obliga a apoyar a Finn pero tengo que admitir que tu novio es muy guapo, Calamar —Daisy está recostada en mi regazo mientras miramos a Barrett y a Finn tener un tipo de competencia entre ellos.
—Que no es mi novio —repito.
Nick está en el medio, como árbitro, pero no creo que entienda cuáles son sus funciones pues celebra cada vez que uno anota y pide constantemente ser el siguiente en lanzar. Barrett dejó que lo hiciera, Finn solo le pidió que los dejara jugar.
Mamá se acerca a la puerta, estamos en la parte de atrás. Aquí Finn instaló un aro en el muro y suele hacer tiros por las tardes. Daisy y yo estamos sentadas en las escaleras, las mismas donde Barrett y yo estuvimos aquella noche. — ¿Quién va ganando?
—Empate —afirma Daisy.
Mamá toca mi cabeza. —Tu papá ya regresó, trajo carne para azar.
Levanto mi rostro hacia ella y asiento. Creo que la cita se ha cancelado y no estoy segura quien es la persona culpable de esto, quizás fui yo por creer que ese plan iba a ser exitoso. No contaba con mi familia y lo insistentes que pueden ser.
Mamá vuelve adentro y Finn se queja cuando Barrett vuelve a anotar. —Perdedor —Daisy lo molesta.
Finn se quita la camiseta, limpia el sudor de su frente y se la tira en la cara a mi hermana. Ambas nos quejamos, él se ríe. —Que asqueroso eres —tomo la camiseta con mucho asco y se la lanzo a los pies.