Estrellas Sobre Nosotros

50: BARRETT

BARRETT

Llegamos a tiempo y nadie nos descubrió.

Whitney, Joe y Nick se sentaron de nuevo con nosotros en el desayuno. Nick tiene esta personalidad un tanto molesta que pareciera estar coqueteando con Ocean todo el tiempo y aunque me irrita, no me siento amenazado por él. Sé que Ocean me quiere.

Después tuvimos un par de juegos y competencias. No quería participar en ninguna pero los dos chicos me obligaron, básicamente arrastrándome con ellos hasta ahí. Creo que tenían razón, al ser nosotros deportistas nos fue fácil ganar y parecía que íbamos a ser los que se llevarían el premio cuando comenzaron a reclamar los que están en teatro, arte y música. No son débiles pero no tienen nuestras ventajas.

Entonces avisé que me retiraba.

Para la comida Nick, Joe, Whitney y Ocean hablaban sobre lo divertido que fue lo de los globos con agua, tirar de la cuerda, las competencias de correr hacia atrás y todo eso. Veía a Ocean, se nota mucho más relajada y sonriente. Me gusta verla de esta forma.

De nuevo hicimos una hoguera y otra vez cantaron canciones. En esta ocasión motivaron a Ocean para que participara y no solo cantó una vez sino dos canciones. Queens tomó varias fotografías y por un instante parecía que este momento duraría para siempre, como si ninguno de nosotros fuera a salirse de este instante. Todos seríamos jóvenes para siempre.

Hoy no saldremos a la casa del lago, esta vez sí dormiremos en las cabañas. Todos estamos cansados físicamente pero creo que nos decepciona saber que mañana tendremos que regresar aunque aún quedan las últimas actividades.

Le he enviado mensajes y fotografías a la madre de Ocean todo el día. Ella no se da cuenta cuando le he capturado riéndose con Whitney, comiendo una crepa con crema de avellanas o con el cabello empapado luego que un globo con agua le cayera sobre su cabeza.

Su madre me agradece cada vez que le escribo, me pide que nos divirtamos mucho y siento algo extraño cuando leo sus mensajes. La última vez que hablé con mamá fue hace dos semanas y era sobre la escuela.

No creo que mis padres tengan idea que estoy aquí, en el campamento con mis compañeros. No creo que tengan idea de absolutamente nada.

Cuando mi compañero de cabaña me avisó que iría a ducharse antes de dormir tomé mi teléfono y llamé a Tam.

—Hola bobo —su voz está mucho más animada—. ¿Qué tal todo? ¿Ya te mordió un oso?

Sonrío. —Aun no, ¿Qué hay de ti? ¿Aun estas vomitando el pulpo?

Hace un ruido. —No me hables de comida pero ya estoy mejor. —escucho que mueve algo—. Estoy por dormirme, ¿Qué te cuentas? ¿Cómo salió todo con tu novia?

Resoplo. —Muy bien, fuimos a la casa, pasamos la noche ahí y todo salió genial —cierro los ojos—. Ojala hubieras podido venir con tu novio, hubiera sido divertido.

—Lo sé —suspira—. Pero ya ves, nuestra primera enfermedad juntos —hace otro ruido, como si se quejara—. ¿Sabes? Quería que Finn viniera a cuidarme pero él también estaba enfermo entonces pensé que debería ir a su casa y acurrucarme a su lado pero sin duda sus padres no hubieran dejado que eso sucediera.

Suelto una risa. —Sin duda —Aunque no saben que su hija y yo dormimos juntos. No de esa forma, claro, pero Ocean estaba entre mis brazos durante la noche—. La pasé muy bien, nunca me había sentido tan feliz. Vimos el amanecer, fue genial.

— ¿Ah, sí?

Sonrío de lado. —Sin duda, cada vez que la veo me siento tan feliz, mi corazón siempre se acelera.

Ella suelta una pequeña risa.

—Y, ¿sabes? Creo que la próxima vez deberíamos ir todos a la casa del lago, será divertido —afirmo—. Ocean y tú puede tener una habitación y hablar de cosas de chicas, seguro mis padres ni se enterarán.

—Cosas de chicas —repite—. No sé a qué te refieres.

—Yo tampoco sé que son las cosas de chicas —contesto—. Pero tu plan original podría funcionar, ¿no? ¿Recuerdas que querías ser su mejor amiga?

—Recuerdo que tú no querías acercarte a ella —señala—. Mira cómo han cambiado las cosas.

Mis labios forman una sonrisa. —Sí, las cosas cambiaron, finalmente me siento bien.

— ¿Finalmente?

—Y ahora es como si no puedo dejar de hacer planes sobre lo que deberíamos hacer después. —Quiero ir con Ocean a todas partes.

Tam respira contra el teléfono. —Barrett, has… perdido la razón —suelta una pequeña risa.

Me encojo de hombros aunque no puede verme. — ¿Sabes? Creo que le estoy comenzando a agradar a Finn y sus padres, creo que les agrado mucho. Creo que quieren que Ocean salga conmigo —me río, me siento muy contento—. Es como si todo estuviera yendo de la mejor manera.

— ¿Sus padres? —me pregunta.

—Sí —contesto—. Su madre me ha dicho que le agrada que pase tiempo con Ocean, su padre no se ve molesto cuando estoy con ella, es muy amable conmigo —afirmo—. Y sus hermanos se ven alegres cuando voy a su casa, todos son geniales.

—Vaya, te llevas bien con todos —dice.

—Y ella se lleva bien con mis abuelos —ellos la amaron.

Mi abuelo cree que es una chica encantadora y mi abuela ni se diga, me pidió que invitara a Ocean de nuevo, quiere llevarla al spa para tener un día juntas.

—Oh —aclara su garganta—. ¿Tan pronto la llevaste con ellos?

—No es tan pronto —replico.

Llevamos juntos casi un mes, puede que sí sea pronto para otras personas pero a Ocean no le molesta y a mí tampoco. No creo que vayamos rápido, al menos no en ciertas cosas. Es solo que mis abuelos son muy importantes para mí y quería que la conocieran.

Por el otro lado, siempre me aseguro que ella esté de acuerdo con mis propuestas. No quiero obligarla a nada pero por suerte, parece que también le gusta el ritmo en como llevamos las cosas.

De todas formas, ¿Quién estableció el tiempo para querer a alguien o involucrarla más en tu vida?




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